Ricardo Cifuentes (DC): “Boric cometió un exceso al decir que la Democracia Cristiana no estaba considerada en su gobierno”
Pese a criticar las declaraciones del mandatario electo durante las últimas elecciones, el exsubsecretario de la DC espera que la Falange colabore "lo más estrechamente posible con el gobierno del Presidente Boric". Además, Cifuentes aborda el actual escenario de TVN, a cuyo directorio renunció a inicios del 2021 por discrepancias con la administración del canal público. "Hay un cambio notable", reconoce el parlamentario electo.
A más de un año de haber renunciado a la directiva de Televisión Nacional de Chile (TVN), Ricardo Cifuentes (59) debutará en marzo como diputado por el distrito 5, de la región de Coquimbo. El exsubsecretario de Desarrollo Regional durante el segundo mandato de Michelle Bachelet llegará al Congreso a representar a la Democracia Cristiana dentro de una bancada reducida, compuesta por ocho diputados falangistas.
Antes de dejar TVN en enero del 2021, Cifuentes acusó un mal clima dentro de la administración del canal público, advirtiendo -en su segundo año como miembro del directorio- que “si las cosas siguen así, es mejor dar un paso al costado”. Hoy, sin embargo, el parlamentario electo considera que las cosas cambiaron: “Antes había un problema personal entre mucha gente, estaban todos muy agarrados de las mechas. Eso hoy ya no ocurre”.
En entrevista con La Tercera, el también exintendente de Coquimbo comenta que sus prioridades serán la sequía que afecta a la región por la que resultó electo y contribuir a la instalación del futuro gobierno de Gabriel Boric, pese a criticar el distanciamiento público que tomó el presidente electo respecto de la Falange. “Si nosotros mismos le dijimos que no nos interesaba entrar al gobierno, entonces, ¿para qué nos sigue toreando? Eso no contribuye al espíritu de colaboración que deberíamos tener”, expresa.
¿Cuál será el sello de su labor legislativa? ¿En qué tema se enfocará durante los primeros meses?
Tenemos varios problemas en la región de Coquimbo, entre ellos, la sequía, que nos tiene muy complicados. Esa va a ser una tarea muy grande. En segundo lugar, ver todo lo que podamos hacer para mejorar la legislación, especialmente aquella conferida a la eficiencia, al trabajo de la emergencia agrícola y disponibilidad de agua. Luego, contribuir a la instalación del nuevo gobierno. A pesar de que no somos parte, tenemos mucha sintonía con la gran mayoría de las propuestas del gobierno del Presidente Boric. No va a ser fácil, porque le va a tocar muy duro, especialmente en lo que tiene que ver con la reforma tributaria, que creo que va a ser la madre de todas las batallas y que requerirá de una discusión muy importante. La Convención Constitucional, por otro lado, ha definido un nuevo modelo que a mí me interesa mucho desarrollar, que tiene que ver con el Estado regional, en donde hay más poder para las regiones.
Si bien Carmen Frei asegura que la directiva DC “ya resolvió” que serán colaboradores del gobierno de Boric, otros militantes persisten en que la DC debiese ser oposición. A su juicio, ¿cuál debiese ser el rol en el futuro gobierno?
Creo que tenemos que colaborar lo más estrechamente posible con el gobierno del Presidente Boric, las reformas que él ha planteado, con las que nosotros tenemos particular sintonía -justicia social, mejor salud y una tributación más equitativa-, se puedan implementar. Y para eso debemos tener una disposición colaborativa y de mucha apertura. Si evidentemente las propuestas no son adecuadas, las vamos a rechazar.
¿Hasta qué punto estarán dispuestos a colaborar con el gobierno de Boric?
Si quieren avanzar en materia de nacionalización del cobre o cosas como el estilo, nosotros claramente vamos a estar en contra. Más que la variedad de temas, me interesa cómo ellos piensan, cuáles van a ser los mecanismos, cómo van a implementar los objetivos que se proponen. Nos vamos a pronunciar una vez que conozcamos el proyecto de ley que ellos envíen. Yo veo con muy buenos ojos, por ejemplo, una reforma tributaria. Este país requiere de mayores ingresos y que la clase empresarial haga un esfuerzo adicional para resolver problemas estructurales que hasta ahora no hemos podido resolver.
Camila Vallejo dijo que el gobierno de Boric será de centroizquierda y el nombramiento de Mario Marcel también se vio como una señal importante de moderación. ¿Eso no acerca al gobierno a lo que es la DC?
Sí, hay sintonía, por eso no me preocupa tanto el estar o no en cargos de gobierno. No nos interesa ser marginales en un gobierno por tener unos cargos, pero sí queremos influir y contribuir a que se hagan las cosas bien. La ciudadanía nos puso en el Congreso, con una cantidad de parlamentarios, y no nos puso en el gobierno. Tuvimos una opción en primera vuelta y no nos fue bien. Pero tenemos mucho que decir desde el Parlamento.
¿Qué espacio buscan desarrollar en el Congreso, con cinco senadores y ocho diputados DC? Algunos dicen que serían una fuerza bisagra…
El concepto de bisagra no me gusta mucho, porque está muy desprestigiado, especialmente en Chile. Tenemos una cantidad de diputados y senadores que nos permiten influir. Y vamos a influir. Esperamos trabajar como equipo para evitar un probable pirquineo de votos que se puede instalar, que es lo que ocurrió desgraciadamente mucho en el gobierno que está terminando, en el Parlamento. Más bien actuaremos como grupo, poniéndonos de acuerdo, aunque nos cueste. Siempre negociaremos en bloque. Nos parece que es lo que la DC, con esa cantidad reducida de parlamentarios, debiese hacer.
¿Cabe una alianza con la derecha en la negociación por la directiva de la Cámara?
Uno no se puede cerrar nunca a nada, a ninguna idea, ninguna alternativa. Pero obviamente nosotros tenemos una vocación más de centroizquierda.
Ignacio Walker llamó a “pensar en un plan b” ante lo que califica como “aberraciones” en la Convención Constitucional. ¿Coincide con estas declaraciones?
No, para nada. Creo que Ignacio lo dice más bien como analista político, porque hoy no tiene ningún cargo de representación del partido. Obviamente tiene derecho a pensar en lo que él crea, pero me parece que es una reacción un poco nerviosa frente a lo que está ocurriendo. Claramente es preocupante lo que ocurre a veces en la CC, donde salen algunas propuestas que son francamente difíciles de comulgar. Pero hay que pensar que esto es un proceso y la gente se tiene que expresar. Esa es la gracia que tiene la CC, que es muy heterogénea y aunque algo lo planteen uno, dos o cinco, no quiere decir que eso vaya a llegar al pleno. Hay que ir paso a paso, poner moderación, tener mucho criterio y llamar a la calma, y creo que lo de Ignacio no contribuye a eso.
En entrevista con este mismo medio, Carmen Frei habló de una molestia hacia sus exsocios de la Nueva Mayoría, por lo ocurrido en las últimas elecciones. ¿Comparte esta molestia?
Hay varios camaradas que han planteado la idea del respeto. Y en política esto es muy importante. Gabriel Boric, creo yo, cometió un exceso al decir que la DC no estaba considerada. Si nosotros mismos le dijimos, en la primera reunión que tuvo Carmen Frei con él, que no nos interesaba entrar al gobierno, entonces, ¿para qué nos sigue toreando? Eso no contribuye al espíritu de colaboración que deberíamos tener. Y creo que hay ahí una equivocación. La Democracia Cristiana solo requiere respeto, y un trato igual a todos los demás. Nada más que eso.
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