Poco después de asumir, Irací Hassler (PC) denunció que recibía el municipio de Santiago con una profunda “crisis educacional”. En paralelo, la pandemia comenzaba a retroceder y diversas comunas de la Región Metropolitana alistaban su retorno presencial a clases. Pero no en Santiago.
En la misma denuncia, la exconcejala detallaba que 19 de sus 44 establecimientos no contaban con las condiciones de infraestructura para un retorno a clases. Y a los pocos días agregaba que los otros 25 recintos no tenían las condiciones logísticas ni de aforos para hacerlo.
Ahí comenzó un trabajo de coordinación y planificación, que ha incluido al equipo de la Dirección de Educación en cada uno de los consejos escolares que se han desarrollado. La idea, cuentan presentes en estas reuniones, es conocer in situ las necesidades de cada establecimiento, para elaborar en conjunto con todas las comunidades los planes locales de retorno.
En paralelo se han iniciado las labores de mejoras pendientes y de adaptación de la infraestructura al Covid-19, así como la adquisición de diversos elementos se protección.
“Tenemos avances, pero no fechas de aperturas. Se iniciaron las demarcaciones y ya se hicieron las compras de los implementos de seguridad”, señalan desde la Dirección de Educación Municipal (DEM), donde añaden que si bien no lo han anunciado, sí esperan que “en unas dos o tres semanas partan los primeros cursos, escalonadamente y por niveles, comenzando con los primeros y segundos básicos, séptimos y octavos, además de terceros y cuartos medios”.
Así, la comuna, que tiene una matrícula aproximada de 30 mil niños, divididos en 44 recintos, ya ve próxima la presencialidad, suspendida desde el inicio de la pandemia. Y se hará comenzando con aquellos recintos educacionales que tienen mejor infraestructura y condiciones para hacerlo.
“De aquí a tres semanas tendremos alrededor de 10 establecimientos con posibilidades de iniciar sus clases con estas medidas implementadas, pero tenemos que esperar que la Asociación Chilena de Seguridad (Achs) les entregue el Sello Covid-19”, reseñan desde la DEM.
¿Qué significa eso? Que la Achs certifica en terreno la implementación de medidas y protocolos destinados a prevenir el contagio de coronavirus, los que, a su vez, son dictados por la autoridad sanitaria, en este caso el Ministerio de Salud.
Para eso, cuentan conocedores del proceso, desde la llegada de Hassler se ha agilizado, por ejemplo, la demarcación de las salas, así como también la gestión de los elementos de protección personal para el personal de cada colegio. El abastecimiento, dicen desde la DEM, está asegurado al menos hasta diciembre, para tener un proceso continuo y sin interrupciones una vez que se vayan abriendo definitivamente las salas de clases.
Uno de los recintos donde más rápido se avanza para esto es el emblemático Liceo de Aplicación, que ya ha demarcados sus espacios de separación entre los bancos.
En términos de mejoras y como las clases no son obligatorias, en los recintos también se han hecho instalaciones que permitan contar con internet y así realizar clases híbridas para los alumnos que se mantengan a distancia.
“Cuesta entender que a esta altura del año eso no se haya realizado, cuando los establecimientos enviaron sus planes de retorno en diciembre”, cierran en las oficinas de la educación municipal.
De seguir todo en orden, Santiago en septiembre ya tendrá retorno presencial, que según la última actualización del Ministerio de Educación ya alcanza un 68% de adhesión, con 6.105 colegios y 4.292 jardines infantiles que han abierto sus aulas. En la RM se empina hasta un 72%, con comunas como Independencia y La Reina que, antes reticentes al retorno, ya están teniendo clases presenciales.