“No veo posibilidad de que sea inadmisible”, “la vez pasada fue declarado inconstitucional con argumentos similares” y “el apartado de rentas vitalicias asegura que sea revisado”.
Esas eran algunas de las frases que transmitían el lunes en la noche autoridades de gobierno en la antesala del pronunciamiento del Tribunal Constitucional (TC) ante el requerimiento que presentó La Moneda para frenar el proyecto de la oposición de tercer retiro del 10% de fondos previsionales.
En Palacio estaban confiados de obtener un triunfo en el TC. Tanto así, que el domingo cuando anunció su propio mensaje de tercer retiro como alternativa a la moción de la centroizquierda, el Presidente Sebastián Piñera comentó a dirigentes de Chile Vamos que esta vez, ganarían con amplio margen en el TC. Según una versión, apostó que sería una votación 6-4.
Sin embargo, este martes el organismo no alcanzó ni a revisar el fondo, porque rechazó acogerlo a trámite, una opción que ya se barajaba en círculos del TC.
“Carece de fundamentos completos. Si bien tiene fundamentos, es un extenso escrito, faltó hacerse cargo de algunos antecedentes, tal como lo dijimos en la mañana. Esos antecedentes son básicamente la sentencia del TC del 30 diciembre”, dijo el ministro de organismo Iván Aróstica tras la resolución, agregando que el fallo para el segundo retiro “no fue un cheque en blanco”.
La derrota para Piñera y su comité político fue evidente. El ambiente se tensionó de inmediato, y el Mandatario convocó, pasadas las 14.30, a Rodrigo Delgado (Interior), Juan José Ossa (Segpres), Karla Rubilar (Desarrollo Social), Jaime Bellolio (Segegob) y Rodrigo Cerda (Hacienda) a una reunión en La Moneda para analizar qué camino seguir. El Jefe de Estado, dicen en el gobierno, estaba sorprendido y molesto.
Ya por la mañana en Palacio habían notado los primeros indicios de la decisión del TC, cuando Aróstica, en un punto de prensa, dijo que “todos los ministros van a abocarse no a repetir lo que dijimos el 30, no tiene sentido eso. Si alguien cree que vamos a calcar eso, no. Han ocurrido acontecimientos”.
En el grupo de WhatsApp del equipo ministerial se comentaron de inmediato las declaraciones del ministro. Sus dichos causaron inquietud y malestar, pues es poco usual que un magistrado adelante una postura. No obstante, en Palacio seguían optimistas y evitaron hacer críticas al TC. “No las voy a comentar, de la puerta hacia adentro es donde nosotros tenemos que estar muy atentos”, dijo Delgado al ser consultado por los dichos de Aróstica.
En la reunión de emergencia con el comité político Piñera finalmente cedió y asumió la derrota política: decidió que promulgaría el proyecto de la oposición, sin poner ninguna traba, que retirará el mensaje propio -el que no alcanzó a estar ni un día en el Congreso y que iba a comenzar a ser revisado este martes en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados-, y que ingresaría un nuevo mensaje.
Así, a las 16.45, flanqueado por los cinco ministros del comité político, Piñera realizó una declaración en el Patio de Los Naranjos de La Moneda. “Como gobierno respetamos y aceptamos la decisión del Tribunal Constitucional, sin perjuicio de no compartirla”, manifestó el Mandatario, añadiendo que “promulgaremos hoy la reforma aprobada por el Congreso para permitir los retiros del 10% de los ahorros previsionales y haremos todos nuestros esfuerzos para que estos recursos lleguen a las personas a partir de la próxima semana. En consecuencia, retiraremos hoy nuestro proyecto que permite un retiro del 10% de los ahorros previsionales”.
Y agregó: “Sin perjuicio de lo anterior, en los próximos días presentaremos un proyecto de ley con las siguientes mejorías: primero, permitir el retiro de un bono de $ 200 mil a aquellas personas que no tienen saldo en sus cuentas de ahorro previsional. Segundo, crear un mecanismo de recuperación de los ahorros previsionales retirados. Tercero, liberar de todo impuesto los retiros que afecten al 90% de los cotizantes, y aplicar las normas tributarias actuales solamente a las personas pertenecientes al 10% de mayores ingresos”.
Las opciones y la presión de los presidenciables
Fueron al menos tres las alternativas que barajó La Moneda, antes de que Piñera saliera a anunciar que promulgaría el proyecto de ley, lo que -hasta el cierre de esta edición- aún no se concretaba.
Una de ellas era promulgar de inmediato, tal como salieron a pedir cuatro de los cincos abanderados presidenciales del sector y que fue lo que terminó haciendo el Presidente. Evelyn Matthei, Joaquín Lavín, Mario Desbordes y Sebastián Sichel, minutos después de conocerse la resolución del organismo, presionaron al gobierno para optar por ese camino y se lo hicieron saber a ministros e, incluso, al propio Mandatario.
Sin embargo, el Jefe de Estado estaba inclinado, según varias fuentes del oficialismo, por hacer un veto aditivo a la moción de la centroizquierda e incluir ahí los aspectos de su proyecto propio relativos al bono y al reintegro.
Otra opción que se evaluó, dicen las mismas fuentes, fue hacer un veto supresivo para eliminar del proyecto de la oposición el apartado de rentas vitalicias
En tercer lugar, se analizó como alternativa promulgar el proyecto de la oposición, pero no retirar el mensaje propio, sino incluir una indicación para eliminar el apartado del retiro del 10% y dejar lo otro relativo a los beneficios. Sin embargo, esta última alternativa terminó siendo muy enredada, lo que se sumó a la presión de los presidenciables y al diagnóstico de que esto solo recrudecería el descontento social, que Piñera terminó accediendo a lo que finalmente anunció.
En Chile Vamos, la reacción al conocer la decisión del TC fue de sorpresa y confusión. Los jefes de partidos y de bancadas comenzaron a recibir llamados de La Moneda. En ese marco la idea de un veto aditivo por parte del Ejecutivo fue rápidamente desechada por los parlamentarios.
De acuerdo a fuentes de la UDI, RN y Evópoli, la convicción que se formaron en pocos minutos era que el fallo del TC obligaba a promulgar rápido lo aprobado por el Congreso, retirar la iniciativa ingresada el lunes y enviar un proyecto nuevo que incluyera los beneficios para las personas que ya no tienen saldo en sus cuentas previsionales y, eventualmente, el reintegro de los fondos.
“Como RN, agradecemos que el gobierno haya aceptado la decisión del TC y haya decidido promulgar la ley del retiro del 10%. Creemos que esta es una decisión correcta, que busca ayudar a miles de chilenos que lo necesitan y contribuye a la paz social”, dijo a La Tercera el presidente de Renovación, Rafael Prohens.
En el mismo sentido, el jefe de bancada de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, puntualizó que “el gobierno hace lo correcto. En un estado de derecho, cuando un tribunal toma una decisión lo que corresponde es acatarla”.
Comité político en vilo
“Somos un gobierno y actuamos unidos y con lealtad y sabemos que estamos enfrentando tiempos muy difíciles, no somos indiferentes, no somos ciegos, no somos sordos”, dijo el Presidente Piñera al ser consultado sobre la continuidad y respaldo hacia su comité político.
El Mandatario evitó así referirse a si mantendrá o no a su equipo político, dejando en vilo la situación del equipo ministerial que hace días viene siendo cuestionado.
El Jefe de Estado -quien a diferencia de otras ocasiones respondió tres preguntas a la prensa- añadió que “tenemos un deber que cumplir y yo les puedo asegurar a mis compatriotas que vamos a cumplir con nuestro deber haciendo y entregando lo mejor de nosotros mismos, hasta el último día, con un solo norte, con un solo propósito: mejorar la calidad de vida de todos nuestros compatriotas y con una preocupación y un compromiso muy especial, que nunca olvidamos, con los más vulnerables y la clase media”.
Hasta el lunes, si bien el ambiente en Palacio y Chile Vamos era que el equipo ministerial se jugaba una semana clave para revalidarse en sus puestos y ver si resultaba la estrategia de impulsar el proyecto propio, la resolución del TC tiró por la borda el diseño y en el oficialismo en su mayoría el diagnóstico fue uno: el comité político quedó evidentemente debilitado y que Piñera, a quien buena parte de Chile Vamos responsabiliza de la situación que atraviesa el bloque, debería hacer una modificación.
En privado, distintos dirigentes dijeron que “esta es una lección para Piñera”, mientras que otros apuntaban al “déficit político” del equipo de ministros que componen Interior, Segegob, Segpres, Hacienda y Desarrollo Social.
”Yo espero que esto sea un aprendizaje para el gobierno, de modo que escuche más a los parlamentarios y entienda que para gobernar hay que mirar también a la calle”, planteó el RN Eduardo Durán.
Mientras que el senador UDI Iván Moreira dijo que “el gobierno, después de esta derrota, debiera ir pensando en un último cambio de gabinete”.
Pasadas las 17.20, los ministros Delgado, Ossa y Bellolio cruzaron el patio de La Moneda hacia Interior para reunirse nuevamente. Evidentemente afectados, los secretarios de Estado evitaron profundizar en declaraciones a la prensa. Sin embargo, Bellolio, al ser consultado por la continuidad del equipo, manifestó escuetamente que “ustedes saben que el Presidente es quien tiene esa facultad y él la ejercerá si es que así lo estima”.
Delgado, en tanto, recalcó que “en un régimen presidencial el Presidente tiene esa facultad y la ejerce. Nosotros estamos trabajando día a día con todas nuestras capacidades para seguir aportando en este proyecto y para Chile, pero obviamente el Presidente siempre toma la decisión”.
Los ministros luego indicaron que “más tarde” hablarían con la prensa, lo que no sucedió.
Como sea, en el gobierno descartaron -tal como lo han hecho en otras ocasiones cuando se ha instalado la idea de un ajuste ministerial- que durante la reunión con Piñera alguno de los ministros haya presentado su renuncia.
Eso sí, las mismas fuentes reconocen que todos los secretarios de Estado saben que están en una situación de crisis y que, probablemente, se requiere de una modificación para descomprimir. El dilema es que una mayoría cree inconveniente hacer un ajuste faltando tan poco para las elecciones del 15 y 16 de mayo.
En esta ocasión las críticas del sector no solo apuntaron al equipo ministerial, sino que también al jefe del Segundo Piso, Cristián Larroulet, a quien se le atribuye haber coordinado, junto a la Segpres, el escrito del requerimiento que el TC rechazó, entre otras cosas, por un tema de argumentos en su presentación.