Tomás Laibe (Colectivo Socialista): “Nuestra falta de capacidad para ponernos de acuerdo es un hecho y hay que hacer una autocrítica”
Nuevo vicepresidente de la Convención admite que fue un error impulsar la candidatura de Ramona Reyes (PS) como sucesora de Elisa Loncón. Pese al distanciamiento de su colectivo con el Frente Amplio, sostiene que espera que en esta nueva etapa se profundice esa alianza, mientras que a Independientes No Neutrales los llama a “hacer una reflexión” sobre cómo quieren hacer política.
Fue uno de los principales negociadores del Colectivo Socialista en la compleja elección de la nueva directiva de la Convención Constitucional y este jueves se convirtió en uno de los siete vicepresidentes adjuntos que conducirán la mesa para esta nueva etapa.
Tomás Laibe, representante del distrito 27, hace un balance de las complejas negociaciones que terminaron “aislando” a su colectivo y al Frente Amplio. Ambas fuerzas se quedaron abajo del amplio acuerdo que este miércoles llevó a María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales) y Gaspar Domínguez a la testera.
¿Cuál es el balance que hace tras la elección?
Lo que vimos en esta elección fue, evidentemente, complejo. Los colectivos tuvimos una dificultad importante para ponernos de acuerdo y de eso hay que hacer una autocrítica, pero que tenemos que superar rápidamente para enfrentar el proceso que viene, que requiere acuerdos transversales para la aprobación de normas constitucionales donde vamos a necesitar mucha más generosidad. Hay un elemento virtuoso, eso sí, que es que vimos en vivo y en directo cómo se construye un consenso desde cero. A veces estamos poco acostumbrados a ese ejercicio democrático.
El Colectivo Socialistaba daba casi por descontado que llegarían a presidir la Convención de la mano de Ramona Reyes. ¿Fue un error postularla, considerando los antecedentes que surgieron en torno a su gestión en la Municipalidad de Paillaco?
Como Colectivo Socialista tenemos que hacer una autocrítica respecto del nombre que presentamos. Eso es evidente y lo entendimos rápidamente, por eso desistimos de la opción de Ramona Reyes apenas nos dimos cuenta de que generaba aprensiones entre la ciudadanía y también entre los convencionales. Nosotros hicimos un gesto y nos pusimos a trabajar para construir una dupla distinta que representara a la mayoría de la Convención y en la que nosotros no estaríamos.
¿Cuál es la autocrítica que hace frente a lo que pasó con esa postulación fallida?
Entendimos que el error que cometimos nos obligaba a ser generosos y permitir que otros colectivos llegaran a la presidencia y la vicepresidencia. Erramos un diagnóstico, porque había un sentimiento antipartidos mucho mayor del que esperábamos y, por lo tanto, la dupla que condujera los destinos de la Convención debía ser más equilibrada hacia los independientes y movimientos sociales. Pero, además, nosotros no esperábamos que nuestros aliados de INN tomaran un camino tan distinto del que veníamos construyendo juntos los últimos seis meses.
¿Por qué se propone su nombre?
Siempre pensamos en nombres que le hicieran sentido a la Convención, es decir, que representaran parte de lo que hemos construido hasta ahora. Eso implicaba tener una mujer presidiendo, que fuera de regiones, mapuche. Evidentemente, sí había ciertas situaciones que generaron desconfianza y que no fuimos capaces de prever, eso requiere una autocrítica. Pero cuando subsanamos el error, lo que buscamos fue continuar con ese perfil amplio y convocante, que diera confianza no solo a sus propios colectivos, sino que a todos.
Pero ustedes se quedaron abajo del acuerdo que viabilizó la dupla Quinteros-Domínguez. ¿Fue solo un error de cálculo?
Yo desdramatizaría eso. Nosotros tampoco fuimos parte de la conducción inicial, nos sumamos a las opciones de Elisa Loncón y Jaime Bassa. Y si bien ahora habíamos planteado una dupla diferente, nos parece que los nombres que llegan son representativos. De hecho, el nombre de María Elisa surge en una conversación de la que nosotros participamos, cuando la opción de Cristina Dorador no alcanzaría la mayoría. Nosotros nos sentimos satisfechos, a pesar de todos los obstáculos, de tener una dupla que da confianza a la mayoría de los colectivos.
¿Por qué, entonces, no votan inmediatamente por ella y optan por Roberto Celedón?
Lo que intentamos hacer desde el principio fue generar un acuerdo en base a una dupla, porque creíamos que eso garantizaba una representación más transversal. Recordemos que esta es una Convención totalmente fragmentada. Por lo tanto, lo más viable era la idea de una dupla. Ahora, la opción de María Elisa Quinteros ganó sin los votos nuestros, pero creíamos que ella era una buena carta y eso es lo que importa.
¿Qué efectos políticos tendrá eso en el denominado eje “bisagra” que habían afianzado con el Frente Amplio?
Evidentemente, esta elección generó tensión en este eje, en este grupo que hemos sostenido con el Frente Amplio e Independientes No Neutrales. Sin embargo, las coincidencias que tenemos en términos de contenidos y de formas son mucho más profundas que una elección como esta. Espero que esto no genere mayores divisiones y podamos seguir trabajando juntos con el FA e INN.
La tesis con la que ustedes negociaron, sin embargo, apuntaba a una directiva con un corte más “moderado”. ¿Ve expresado eso en Domínguez y Quinteros?
Nosotros estábamos por una dupla que expresara un equilibrio político y generara confianza. Creo que ese objetivo se ha cumplido. Pero lo que viene es muy importante y, por eso, esta mesa directiva no debe quedarse con lo que ocurrió en esta elección, sino que superar este momento de tensión y tratar de reenfocarnos en el objetivo principal: construir una mayoría amplia para la aprobación de normas constitucionales para lo que ninguno de los colectivos tiene votos por sí solo. La otra visión que es súper relevante para esta mesa, y en la que espero trabajar, es sacar a la Convención hacia afuera. No podemos solo mirarnos el ombligo, tenemos que fortalecer el proceso participativo y, al mismo tiempo, construir las normas constitucionales con aquellas instituciones que van a ser las encargadas de implementarla. Y ahí tenemos una deuda pendiente de colaboración con los poderes constituidos.
¿Cómo quedan las relaciones con el FA?
Con ellos nosotros tenemos un entendimiento que se construye sobre la base de contenidos, de ideas, pero también de formas de entender el trabajo político. Y eso va más allá de una elección, tiene que ver con cómo miramos y entendemos este proceso constituyente y el resultado que debe tener. Que son transformaciones profundas, pero con respeto a la institucionalidad y en colaboración tanto con la ciudadanía como con los poderes constituidos. Por lo mismo, como Colectivo Socialista esperamos profundizar nuestra alianza con el FA y también con otros actores, con los Movimientos Sociales Constituyentes, Chile Digno, entre otros.
Apruebo Dignidad está tensionado por la división con la que han operado en la Convención, justamente ahora cuando son la coalición que sustentará el gobierno de Gabriel Boric. Su partido, además, podría integrar el futuro gabinete. ¿Cómo las relaciones en la Constituyente pueden impactar en ese proceso?
Esa coalición es nueva y, por lo tanto, va a enfrentar ciertos desafíos que son naturales. Por lo tanto, ellos tienen que responder cómo afianzar eso. Pero el rol que le compete al Colectivo en la Convención y, al Partido Socialista en una amplia mirada, es tratar de aportar con nuestra experiencia. Si algo podemos aportar nosotros es a generar mayor entendimiento con el FA, con el PC y con los movimientos sociales que esperan ser parte de este gobierno.
Desde la derecha plantearon que el déficit político que se evidenció entre el FA y el PS en esta pasada podría tener un efecto en la construcción de mayorías para la aprobación de normas constitucionales. ¿Cree que pueda haber algo de eso?
Nuestra falta de capacidad para ponernos de acuerdo entre nosotros es un hecho y, como dije, hay que hacer una autocrítica. Pero debemos dejar atrás las tensiones y mirar hacia adelante para construir mayorías transversales. Y el Colectivo Socialista está disponible para seguir articulando hacia el centro, la izquierda y aquellos sectores que apoyan transformaciones profundas.
¿Cómo quedan las cosas con INN?
Hemos trabajado mucho con ellos. Ahí hay gente muy talentosa, Gaspar es un joven profesional que tiene muchas aptitudes para el cargo, pero INN tiene que hacer una reflexión de cuáles son las ideas que van a empujar en la Convención y en base a eso también las alianzas que van a establecer y las formas en que van a hacer política. Nosotros tenemos claro cuál es el proyecto político que estamos impulsando y con quiénes nos vamos a relacionar.
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