La proyección que había entregado el ministro de Salud, Enrique Paris, antes de las elecciones del pasado fin de semana era auspiciosa. Y es que uno de los principales indicadores proyectivos de la dinámica del virus -el R efectivo (Re)- a nivel nacional llevaba varios días a la baja. “Calculamos que, en promedio, los casos podrían estar entre 3.500 y 4.500 en el promedio de siete días”, dijo Paris el pasado 3 de mayo.

Pero a 24 horas de iniciarse las votaciones, el pasado viernes, la cifra de contagios diarios alcanzó 6.903. Y aunque lejos del peak de nueve mil casos que se registraron en abril, la fecha original de las elecciones, también se distanciaron del escenario estimado por el gobierno.

El alza de las últimas semanas ha estado impulsada, principalmente, por la Región Metropolitana. Durante los últimos siete días la capital ha elevado su número de nuevos casos en torno al 6%, mientras que los casos activos confirmados pasaron de 13.255 a 14.572 en tan solo una semana, configurando un aumento del 10%. Por otro lado, el Re de la región -que indica cuántos nuevos contagios genera cada caso índice Covid19- desde el 11 de mayo se ubica por sobre 1, mientras que la positividad semanal alcanza el 10%. Muy lejos de los indicadores que permiten asegurar cierto control de la transmisión.

La situación preocupa en la cartera sanitaria, donde ya se habla de un “leve rebrote”, especialmente porque la región -que cuenta con más de ocho millones de habitantes- hoy tiene 20 de sus 52 comunas en fase de Transición tras la cuarentena total impuesta a fines de marzo. Se trata de un efecto asociado al desconfinamiento, pero que de todos modos ha tenido un crecimiento muy rápido, lo que está siendo seguido de cerca en el Minsal, por el inicio, además, de las bajas temperaturas, lo que aumenta el hacinamiento, disminuye la ventilación de los espacios y facilita la circulación de los virus.

Aumento en la consulta sintomática

Distintos recintos de salud del sector oriente de la capital, emplazados en el primer bloque de comunas que avanzó de fase tras un mes de cuarentena, ya han notado el aumento de los contagios. En la Clínica Universidad de los Andes, si la positividad del examen PCR estaba en torno al 1,3% en la semana del 3 de mayo -con 750 a 950 muestras procesadas por semana-, durante la semana del 10 de mayo esta se elevó a 2,4%.

“Este aumento (en la positividad) se debió a un alza en el ingreso de pacientes de servicios de urgencia y hospitalizados. Ha habido un ligero aumento en la solicitud de exámenes de Covid-19 de pacientes sintomáticos y asintomáticos, y una mayor derivación de pacientes menores de 50 años. Incluso, hemos tenido pacientes menores de 30 años, la mayoría de ellos con sobrepeso, asmáticos o con comorbilidades”, responden desde el prestador.

En cuanto a los diagnósticos por examen, en la Clínica Alemana si hace tres semanas se diagnosticaba a 150 pacientes por semana, en los últimos siete días esa cifra se elevó a 270 nuevos casos Covid-19. Rodrigo Rosas, jefe de urgencia, sostuvo que “hemos tenido un aumento sistemático del número de consultas en las urgencias respiratorias, sobre todo la última semana, y en particular el último fin de semana. Ese aumento también ha sido en las consultas no Covid, tanto en patología general como en derivadas de accidentes. Ha aumentado el ingreso hospitalario y en las camas UCI”.

Rosas agregó que “el perfil del paciente que consulta es de entre 40 y 50 años, sano, algo de sobrepeso y que llega con falla respiratoria grave, que dentro de las 48 horas de su ingreso requiere de ventilación mecánica invasiva”.

Mientras, el subdirector médico de Clínica UC San Carlos de Apoquindo, Sebastián Valderrama, afirma que “estamos procesando entre 500 y 600 PCR diarios. La positividad no ha variado tanto, está en torno al 8%, pero no ha bajado tampoco. Lo que sí vemos, como fenómeno, es que se desconfina, pasa una semana y comienza un sutil aumento en la consulta. Más bien, la urgencia respiratoria dejó de bajar tras la salida de las cuarentenas. Nos está impactando en la urgencia, pero aún no en la hospitalización. Eso sí, es cosa de tiempo, nosotros calculamos que aumentará el ingreso dentro de 10 días”.

Más heterogéneo es el comportamiento en Clínica Indisa, relata el jefe de Urgencia, doctor Leonardo Ristori. “Nosotros recibimos pacientes de distintas comunas, y en cuanto a la atención, se ha mantenido en un nivel menor que semanas anteriores, pero sí ha tenido oscilaciones. El lunes fue un día muy alto de consulta respiratoria, pero aún no sé si hay una tendencia a la baja o al alza, lo que sí es efectivo es un cambio absoluto en la edad de los consultantes, son más jóvenes. Hay un efecto vacuna relevante allí, porque aún no están inmunizados, hay mayor población que a medida que baja la edad más conductas de riesgo”, detalla.

¿Eliminar las cuarentenas?

Tras las elecciones del fin de semana, y en la reunión de bancada de la UDI del día martes, se planteó “presionar” al Ejecutivo a terminar con las cuarentenas en conjunto con el toque de queda. ¿La razón? Quienes conocen estas conversaciones explican que desde el partido estiman que hubo un “costo electoral” de realizar una campaña en medio de medidas tan restrictivas. Y, por otro lado, esto también impulsaría la reactivación de ciertos sectores de la economía.

Incluso, el presidente del conglomerado, diputado Javier Macaya, ayer se refirió a la situación. “Ha sido muy duro el golpe para el bolsillo de las pymes, para la calidad de vida de las personas y para la salud mental. Es momento de ponerles fin a las cuarentenas”, sostuvo el timonel. Además, dijo que “el toque de queda también tiene que repensarse”, principalmente cuando ya se está logrando una buena cobertura de la vacunación.

En esa línea, el Presidente Piñera ya solicitó a los ministros del comité político -según indican fuentes de gobierno- analizar la continuidad de las cuarentenas y del toque de queda, en el escenario de que el 30 de junio vencerá el estado de excepción constitucional. Y es que sobre la mesa está la opción de no prorrogarlo para comenzar a dar señales de normalidad.

En el gabinete hay autoridades que se inclinan a que se empiecen a levantar las cuarentenas cuando avance la inmunización de los grupos más jóvenes, entre 18-30 años. Plantean que antes de eso, terminar el confinamiento y además el toque de queda sería muy riesgoso, pues es precisamente este grupo etario el que tiende a reunirse más y a cometer más conductas de riesgo.

En la cartera de Salud se vieron sorprendidos con la ofensiva de la UDI. En el Minsal, particularmente, las autoridades y asesores que tienen a su cargo el análisis de los datos no se han mostrado favorables a terminar con las cuarentenas ni a flexibilizar, por ahora, el plan Paso a Paso, al menos hasta que se alcance la meta de inmunizar al 80% de la población susceptible a fines de junio, lo que bordea los 12 millones de personas.

A eso se suma, además, el actual escenario de casos de Covid-19 al alza. En la cartera de Salud, eso sí, proyectan que la situación se podría mantener en estos parámetros al menos hasta el final del invierno, por lo que se deben enfatizar los llamados a la prevención -y no los mensajes contradictorios-, a la vez que se avanza en la vacunación. Hay un dato que se debe tener a la vista, advierten: si bien las vacunas son eficientes en prevenir un alto número de casos graves, no terminan con la circulación del virus, por lo que seguirán registrándose contagios.