Este miércoles, la Universidad de O’Higgins (UOH) verá a sus primeros 147 titulados luego de que durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet se crearan por ley (en 2015 la promulgación y en 2017 el inicio de clases) las primeras casas de estudios estatales de las regiones de O’Higgins y Aysén, las únicas dos del país que quedaban sin instituciones del Estado.
Originalmente fueron 13 las carreras que iniciaron su periplo hace seis años (cuatro ingenierías civiles, cinco pedagogías, Enfermería, Medicina, Terapia Ocupacional e Ingeniería en Agronomía), cuando la institución abrió sus puertas, con solo 435 estudiantes. Este 2022, se titulan profesionales de todas las carreras mencionadas, con excepción de Medicina, que es de más larga duración y para ello aún falta un poco más de tiempo.
Desde el inicio del funcionamiento a la fecha se han abierto otras 10 carreras (dos ingenierías civiles, dos pedagogías, además de Medicina Veterinaria, Ingeniería Ambiental, Administración Pública, Derecho, Ingeniería Comercial y Psicología). A estas cifras se agrega también que durante el próximo año se espera la apertura de nuevas carreras en el área de la Salud y de las Ciencias Sociales.
“El compromiso con el progreso de la región se ve reflejado a partir de este año con la entrega de 147 profesionales de las 12 carreras que han titulado a sus primeras generaciones, capital humano formado al más alto nivel y que esperamos comience a modificar la condición permanente de región exportadora de talento a una región que los forma, retiene a una parte importante para su propio desarrollo y contribuye también con talento y profesionales para el desarrollo del resto del país”, señala Marcello Visconti, vicerrector académico de la UOH.
Hoy, a seis años de su apertura, los números de la institución van al alza. Y es que, de arrancar con menos de 500 estudiantes en el año de su apertura, hoy cuenta con más de 5 mil alumnos de pregrado, un 11% de crecimiento en el último periodo de matrícula y más de 1.300 alumnos de primer año solo en 2022. A esto se suma que el 90% de su matrícula está radicada en la región.
Uno de ellos es Aníbal Cerda, oriundo de Coltauco, comuna ubicada a 40 kilómetros de Rancagua y quien a sus 26 años ya egresó de Ingeniería Civil Eléctrica. Hoy solo espera por su titulación.
“Cuando me enteré de la noticia (apertura de una universidad estatal en O’Higgins) me encontraba estudiando en Santiago. Me puso muy contento y me motivó a investigar sobre el proyecto y decidí inscribirme para rendir nuevamente la PSU”, explica, antes de agregar que optó por el cambio por las buenas sensaciones que le dejó una feria de postulación que realizó la universidad, así como los beneficios tanto económicos como personales que le traían el volver a su región.
Cerda ahonda sobre esto último y explica que los efectos positivos de tener una universidad estatal en la región “son inmensos, porque acerca la educación superior a familias que antes por diversos motivos no podían acceder”. Antiguamente, recuerda, los egresados de los liceos de la región, para alcanzar estudios universitarios debían emigrar tanto de sus hogares como de la ciudad, “lo que conllevaba diversos sacrificios para las familias”. Además, dice, “acerca a las empresas de la región a contar con profesionales ampliamente capacitados y también brinda la oportunidad de realizar nexos con la universidad permitiendo acceder a oportunidades de desarrollo que antes no poseían”.
Así como Aníbal, la UOH también ha visto otros egresados que incluso ya se encuentran trabajando, como Daniela Fuentes, de 34 años, quien salió de Pedagogía en Matemáticas. Ella es oriunda de Machalí, comuna de la Sexta Región.
“Elegí la universidad por dos motivos: soy mamá y cuando entré a estudiar, mi hija estaba en primero básico y yo quería estar cerca de casa, aun cuando los puntajes me alcanzaban para irme a la Universidad de Chile o a la Universidad Católica. Pero también me informé mucho sobre el proyecto, me llamó mucho la atención que fuera una universidad estatal de la región, tan respaldada por el gobierno y desde su creación, por la U. de Chile, con el fundamento teórico, entonces no partía de cero”, señala ella. En efecto: la ley mandataba que en sus primeros años y hasta conseguir su acreditación, la UOH estaría bajo la tutela de la Casa de Bello.
En ese sentido, Fuentes dice que es “un tremendo beneficio” contar con una universidad estatal en la región, más aun siendo que, según ella, la institución de la que egresó “no es centralizada y ha buscado el despliegue por el territorio”.
“Marcamos un hito no solo para nuestra región, sino que también para el país. Marcamos un precedente para que los estudiantes de la región de O’Higgins se animen a estudiar en la universidad”, concluye.
Aníbal Cerda, próximo a recibir su título de ingeniero, concuerda al cierre: “Me encuentro muy contento y honrado de pertenecer a la primera generación de egresados y titulados de la UOH. Eso significa también una responsabilidad tremenda debido a que seremos los primeros abanderados que llevarán el nombre de la universidad, tanto en nuestra región como en el país”.