“Quién no ha pecado de soberbio”, comenta el exministro, exdiputado y exsenador José Antonio Viera-Gallo (PS), al ser consulado por las críticas que levantó el Frente Amplio contra los 30 años de la Concertación, a pesar de que hoy Gabriel Boric está tratando de convocar a electores y simpatizantes de esos primeros años de la democracia.
Más aún si llega a La Moneda, Boric estará obligado a entenderse con los legisladores de la antigua Concertación, ya que el Frente Amplio y el PC ni siquiera llegan al tercio de representación del Congreso.
En 1990, Viera-Gallo era diputado electo cuando Gabriel Valdés (DC) y Jaime Guzmán (UDI) sellaron la negociación que le permitió convertirse en el primer presidente de la Cámara.
Esas tratativas, en las que también participaron Juan Antonio Coloma (UDI) y Andrés Zaldívar (DC), entre otros, que además ungieron a Valdés como primer presidente del Senado de la nueva etapa democrática, fueron la piedra angular de la llamada política de acuerdos, pues ayudó a generar un clima de diálogo pese a las diferencias y la polarización.
Consultado si vislumbra un periodo similar, señala que dependerá de la actitud que asuma la derecha si Boric es elegido.
¿Le sorprendió el gesto del expresidente Lagos, a pesar de la crítica constante del Frente Amplio a su gobierno y a los 30 años?
No. No me sorprendió para nada. Él es un gran político, una persona que piensa en el país, y en el escenario en que estamos tenemos que escoger entre dos opciones: el rechazo y la restauración que significa Kast, y la otra opción que es la superación de una etapa, que representa Boric. Por lo menos veo que la opción que encarna Boric es la proyección de un camino que se recorrió.
¿Y usted tiene dudas o está más o menos claro como el expresidente de apoyar a Boric?
No tengo dudas. Boric encarna una nueva generación que aspira a llegar al poder. Confío en su capacidad y la de algunos dirigentes que lo rodean. Ellos tendrán que enfrentar desafíos grandes y tienen la capacidad. Obviamente, nadie puede dar por seguro el éxito.
¿Y cómo toma estas críticas a la Concertación, fue inmadurez?
No, es algo propio de una generación que se afirma en contraste con lo que había. Ellos nacieron rebeldes a lo que encontraron, que era conducido por la Concertación, pero que era heredero del período de Pinochet. Evidentemente, la transición fue compleja, hizo transformaciones importantes y otras que quedaron pendientes.
¿El gesto del expresidente Lagos y de muchos de su generación y su sector de respaldar a Boric es muestra de cómo actuar en política?
Sí. Es un gesto de traspaso de responsabilidad y de la voluntad de acompañar a la nueva generación en todo lo que sea posible. Acompañar implica ayudar y criticar las cosas que no parezcan bien.
¿El Frente Amplio no pecó de soberbia al criticar a Lagos?
Pero quién no. En mi generación tuvimos muchas críticas que se formularon al gobierno de Frei Montalva y, con el tiempo, creo que no las habría formulado.
¿Boric y su generación podrían tener una evolución similar?
No lo sé, depende de cómo enfrenten la responsabilidad enorme de dirigir un país, si es que tienen éxito en la elección, como espero. Pero hoy mi mayor preocupación es el 54% que no votó y que no vota reiteradamente. No se sienten convocados, ni siquiera por la nueva generación.
¿Y ve al PS dentro de un gobierno de Boric?
Se verá en su momento. Hay que ver primero si gana.
Pero si llega a La Moneda, para gobernar y legislar necesitará el apoyo del PS, el PPD, la DC e incluso algunos RN como Ossandón.
Se puede gobernar sin mayoría parlamentaria. Nosotros gobernamos toda la transición sin mayoría.
Pero haciendo acuerdos...
Eso se tendrá que hacer. La política es así. Hoy tenemos un Parlamento empatado y los que promovieron la candidatura de Boric ni siquiera tienen la mayoría simple. O amplía su base de gobierno o tendrá que negociar con los parlamentarios que hay.
Ud. fue protagonista del acuerdo Guzmán-Valdés, en su momento, y como consecuencia fue el primer presidente de la Cámara. ¿Vislumbra un escenario similar con este Senado empatado?
No sabemos cuál será la actitud de la derecha si llega a ser oposición a Boric. Reconozco que el principal soporte de los acuerdos fue RN y en el caso de la UDI, que fue una fuerza menor, el olfato de Jaime Guzmán permitió llegar a un acuerdo para la conformación de las mesas de ambas cámaras. Sin duda eso ayudó a crear un ambiente favorable a los acuerdos. Lo que no impidió que Guzmán se opusiera a temas como el indulto de los presos políticos.
¿Pero la UDI evolucionó y permitió las reformas del 2005?
Las sociedades van cambiando y nada queda congelado en el tiempo.