El término del estado de catástrofe en el país implicó nuevas directrices en el plan Paso a Paso y, por consiguiente, la actualización de los protocolos que han regulado diversas actividades productivas, sociales, laborales y académicas, para disminuir el riesgo de contagios por Covid-19.

Y en este contexto, en el Ministerio de Educación están listos para dar un salto en la desescalada de las restricciones que ha impuesto la pandemia, de la mano con la caída en la cifra de contagios y la amplia cobertura del plan de inmunizaciones.

Así, desde el 1 de octubre, junto al término del toque de queda y la vigencia del nuevo Paso a Paso, el protocolo de medidas sanitarias que rige para los colegios también será modificado, con la autorización para que, anclados en la cobertura de vacunación, se elimine la restricción de aforos en las salas de clases.

“Se ha decidido actualizar el protocolo que se aplica en establecimientos educacionales, en el sentido de que cuando el 80% de los alumnos de un nivel tengan completo su esquema de vacunas, puedan asistir a clases sin la obligación del distanciamiento de un metro”, revela a La Tercera el ministro de Educación, Raúl Figueroa.

La autoridad agregó, eso sí, que deberán mantenerse todas las otras exigencias, “como el uso de mascarilla y ventilación permanente” de las salas de clases y otros espacios cerrados.

Figueroa planteó que la flexibilización de esta medida responde a los requerimientos que han realizado distintos representantes de las comunidades educativas, entre ellos los propios alumnos, para permitir que el máximo de estudiantes pueda optar a la educación presencial.

“Junto al Ministerio de Salud hemos estado atentos a diversas solicitudes de sostenedores y apoderados que nos han hecho ver la necesidad de buscar mecanismos que den más continuidad al proceso educativo presencial y, en ese entendido, a medida que se incorporan nuevas medidas de seguridad en colegios, es posible flexibilizar gradualmente los requisitos que alteran el normal funcionamiento de los establecimientos”.

En efecto, el protocolo señala que en aquellos niveles en que al menos el 80% de los estudiantes ya cuente con esquema completo de vacunación, los establecimientos escolares estarán autorizados para recibir presencialmente y de forma simultánea a todos los estudiantes de los correspondientes cursos.

Desde el Mineduc aclaran que se entenderá por nivel los cursos que correspondan a un mismo grado. Por ejemplo: todos los estudiantes de primero medio de alguna institución, quienes de todas formas sí deberán ser instados a mantener el distanciamiento en actividades cotidianas, en la medida de lo posible.

Para llevar un control efectivo del cumplimiento de este requisito, cada establecimiento deberá mantener un registro del estado de inmunización de sus estudiantes y en aquellos niveles en que no se complete la cobertura, se deberá mantener la distancia física de un metro.

“Corresponde a cada establecimiento identificar los niveles que cumplen el 80% de vacunación y, a medida en que lo vayan verificando, adecuar también su organización interna, siempre sujeto a la fiscalización de las autoridades”, detalla el ministro Figueroa.

El balance que se ha hecho del retorno de la presencialidad en los colegios es cauto. Eso, pues si bien el 86% de los establecimientos se ha declarado como reabierto, lo concreto es que hasta inicios de mes solo uno de cada tres niños estaba asistiendo a clases al menos una vez por semana, debido a los sistemas rotativos y la acotada cantidad de alumnos que los recintos han estado admitiendo.

Así, se espera que el avance de la vacunación y la medida del Mineduc le entregue un nuevo empuje al retorno a clases, especialmente considerando que la inoculación de los menores de 18 años se inició en junio. Y actualmente, según las cifras del Ministerio de Salud, la cobertura (esquema completo) en el rango de 12 a 17 años llega al 45,5%, es decir, 680 mil menores que cursan de sexto a cuarto medio. En el caso del avance del programa -una dosis- la cantidad de inoculados sube a 1,1 millón de niños y adolescentes del rango etario.

La medida aún no corre para niveles de párvulos, porque aún no son población objetivo. Es decir, para los cursos de niños menores de seis años, la edad mínima que se vacuna en Chile, al no estar incluidos en el proceso de inoculación, no podrán ampliar sus aforos más allá de la normativa actual.

La actualización del protocolo, además, deja expreso que los establecimientos de educación escolar y de parvularia deben realizar actividades y clases presenciales en todas las fases del plan Paso a Paso y que la asistencia presencial de los estudiantes es voluntaria para las familias, mas no para las instituciones, algo que ya está fiscalizando la Superintendencia de Educación.

Esto, sobre todo en el entendido de que hay municipios que aún no han comenzado a dictar clases presenciales.

Y mientras hay comunas que aún no tienen a todos sus colegios con clases en las aulas, otras voces se muestran partidarias de dejar atrás los límites de aforos.

Uno de ellos es Cristóbal Lira (UDI), alcalde de Lo Barnechea, quien señala que si bien los indicadores son buenos, lo prudente sería esperar un tiempo para saber el impacto de las Fiestas Patrias. “Si pasado ese tiempo las cifras muestran que los contagios se mantienen en niveles razonables, estoy disponible para avanzar en un regreso a clases con mayor aforo, pero manteniendo su carácter voluntario”.

En tanto, Daniela Peñaloza (UDI), alcaldesa de Las Condes, asegura que “es importante que avancemos en esta materia; hemos sido promotores de la vuelta a clases presenciales y estamos llevando al máximo la capacidad permitida con toda la normativa exigida y resguardos sanitarios, pero es clave la autonomía de los establecimientos para que avancen según sus realidades”. Y cierra: “Como municipalidad estaremos ahí para promover y acompañar si es que hay nuevas disposiciones de la autoridad sanitaria y educacional”.

Incluso, alcaldes contrarios al gobierno, como el ex PS Gonzalo Durán, máxima autoridad de Independencia, se muestran favorables: “Por la disminución significativa de los contagios nos parece razonable evaluar una ampliación de los aforos en el sistema escolar”. Lo anterior, dice, porque “el aforo actual dificulta incrementar y maximizar los procesos de aprendizaje de las comunidades”, aunque, añade, se debe seguir monitoreando el estado sanitario del país “y en función de eso tomar decisiones”.

“La situación actual hace especialmente relevante esta ampliación, a la luz, además, de las dificultades de las clases telemáticas y con los datos sanitarios, vamos a promover una ampliación progresiva y cuidada de los aforos de nuestros establecimientos”, cierra.

La idea también encuentra respaldo en algunas organizaciones educacionales, como la Federación de Instituciones de Educación Particular, donde el 71% de sus asociados pidió el fin de las restricciones de aforos, o la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados. Ahí, Luis Cañas, su presidente, señala que les parece “muy positivo que se dé una disposición a trabajar hacia la ampliación de los aforos permitidos en los establecimientos educacionales, existiendo en nosotros un fuerte compromiso por hacer todo lo requerido para brindar espacios seguros a nuestros estudiantes”.

Otro punto a considerar, agrega, “es que muchos padres ya están volviendo a trabajar presencialmente y no tienen con quién dejar a sus hijos o quién los acompañe en las clases virtuales, sin dejar de lado, tampoco, las ganas de los niños de volver a reunirse con sus compañeros y profesores de forma presencial”.

La educación superior aún no

La actualización de protocolos sanitarios, por el momento, solo considera a la educación escolar. La educación superior, donde los involucrados ya piden más aforos y se lo han hecho saber a las autoridades, se mantendrá inalterable, por el momento.

La propuesta nuestra es que se revalúe, sobre todo en el momento en que estamos ahora y considerando que en nuestro caso el 97% de los estudiantes está con vacunación completa, por lo tanto, nos parece que es hora de reanalizar los aforos”, señala Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica, quien detalla que con el metro de distancia actual algunas de sus salas solo llegan a una capacidad de entre un 25% y 30% y que, por la condición sanitaria de hoy, se podría apuntar más alto. “Eso ayudaría mucho a seguir estimulando el retorno de nuestros estudiantes”, reseña. Para lo anterior, cuenta, ya le dieron a conocer su postura al subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas.

En la vereda de las otras instituciones de educación superior la mirada es similar. Así, desde el Inacap dicen esperar que “los avances sostenidos en el control de esta pandemia nos permitan ir transitando hacia una mayor presencialidad, aumentando la asistencia de estudiantes en nuestras sedes”. A eso, añaden, en el caso de los estudiantes vespertinos pretenden ir aumentando la presencialidad, considerando la eliminación del toque de queda.

Desde la cartera de Educación, Figueroa toma el guante: “Hemos escuchado con atención la solicitud de diversos rectores que han pedido revisar aforos, pero en esta primera etapa la actualización apunta fundamentalmente a establecimientos escolares, aunque creemos que a medida que las condiciones mejoren tenemos que ir generando nuevos espacios”.