Una de las primeras negociaciones que tuvo que asumir Pablo Milad, como nuevo presidente de la ANFP, fue acordar una nueva rebaja de sueldo con Reinaldo Rueda, seleccionador nacional. Y le fue bien, según cuentan en Quilín.
El técnico de la selección chilena, que ya había sufrido el descuento de la mitad de su salario durante los meses de abril, mayo y junio, sin devolución, bajo la administración de Sebastián Moreno, accedió otra vez a reducir sus ingresos en un 50% para los meses de agosto y septiembre, aseguran en la asociación. Aunque esta vez sí con devolución.
Milad ya había dado luces de que el técnico de la Roja se mostraba abierto a un nuevo plan. “Siempre ha tenido la mejor disposición para todas las sugerencias que ha hecho la ANFP, en relación a todo lo concerniente a una adaptación a situaciones de emergencia”, dijo en La Tercera, a mediados de agosto.
Eso sí, a diferencia de la primera vez, ahora el colombiano sí recibirá la devolución de los dineros descontados. En Quilín sostienen que el pago de los recursos retenidos será en varias cuotas, en todo caso, para poder darle un respiro a las arcas de la asociación.
Precisamente, Milad describió ayer, en una conferencia de prensa virtual, la compleja situación financiera que atraviesa el ente rector del fútbol profesional chileno. “La verdad es que la pandemia no solo es sanitaria, sino que también es económica y la ANFP no está exenta de los problemas, principalmente con recursos, donde hay sponsor con los que hemos tenido problemas de pago significativos”, sostuvo el timonel, en el marco del proceso de reestructuración que se lleva a cabo en Quilín, tras el despido de cinco altos ejecutivos, entre ellos el ex jefe de los árbitros Enrique Osses, el viernes pasado, un día antes del regreso del fútbol.
Uno de los factores que explican este déficit es, justamente, que Chile completará casi un año sin jugar un partido, producto del estallido social y la pandemia, situación que ha generado problemas en los pagos de derechos de televisión, por ejemplo.