Arturo Vidal y Colo Colo vuelven a encontrarse. A falta de los exámenes médicos, el retorno del Rey al club que lo formó es un hecho: hoy se firma el contrato que los unirá por un año. El plazo, por cierto, no deja muy conforme al mediocampista, que al final cedió sólo por su gran deseo de volver al Monumental. De todas formas, lo hará a cambio de US$ 100 mil mensuales, lo que lo transformará en el jugador mejor pagado del fútbol chileno.
El acuerdo no fue fácil. Primero, porque los números que le ofrecieron los albos no cuadraban con sus expectativas salariales, propias de una figura que alcanzó tal rótulo a nivel mundial. En las últimas horas, el Cacique incrementó la propuesta, pero ajustó otro ítem igualmente relevante: finalmente, Vidal solo firmará por un año con la escuadra popular.
Lo que viene
El Rey quería asegurar una permanencia más larga en el Cacique. Aspiraba, al menos, a dos años de contrato. Sin embargo, al margen de las aprensiones de Blanco y Negro, que se hicieron públicas, respecto de su condición física, terminó cediendo en función de otra aspiración fundamental: volver al club que le formó y del que se ha declarado hincha en innumerables ocasiones.
En su entorno, de hecho, reconocen que el acuerdo no es todo lo satisfactorio que pretendían, pero que pesó fuertemente la voluntad del jugador, quien había manifestado públicamente, ahora desde su rol de influencer, a través de su canal en la plataforma Twitch, que su deseo era jugar por los albos.
Lo que viene, en rigor, es lo que antecede a todas las contrataciones: los exámenes médicos. En Macul le han dado un rol preponderante a esa materia, al punto de que en el directorio albo supeditaron el fichaje a un diagnóstico favorable. La preocupación, dicen, no es gratuita: Vidal no juega desde septiembre, después de que se sometió a una cirugía en la rodilla derecha, en la que sufrió la rotura del menisco externo en el partido eliminatorio frente a Colombia.
La firma que todos esperaban
La siguiente parte del protocolo ya es más agradable: el anuncio público y, posteriormente, la presentación. Ambos constituyen la cristalización del sueño de millones de colocolinos, los mismos que habían presionado al club para que la operación se concretara, más allá del abultado costo que implica. La necesidad de volver a ver a uno de los suyos ataviado con sus colores pesaba mucho más.
Después de las ceremonias de rigor, Vidal se incorporará a la pretemporada que el plantel de Jorge Almirón desarrolla en Uruguay. Lo hará en buena forma. Junto a su preparador físico, Juan Ramírez, se ha alistado para el último gran desafío de su carrera.