Corría el primer minuto de adición del complemento y el resultado ya estaba sentenciado. Fue en ese momento en que Arturo Vidal se ganó la ovación del público tras barrarse y quitarle el balón a Sadio Mané, quien se perfilaba para convertir. Una vez realizado el quite, el volante acarició la cabeza del senegalés. El gesto no le gustó al extremo, quien reaccionó con un manotazo.

El Rey Arturo fue una de las figuras distinguidas de la victoria 3-0 de Barcelona sobre Liverpool, en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones de Europa. El chileno se mostró, como es habitual, muy colaborador con sus compañeros y fue clave en varios balones.

En las redes sociales, la jugada del final del partido fue destacada por los seguidores.

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