Minuto 73. La UC busca desesperadamente el gol ante Internacional de Porto Alegre. Lo necesita para no quedar fuera de todo. De pronto, Fuenzalida se equivoca con un pase corto a Dituro, que captura Yuri Alberto. El brasileño se saca al arquero y remata casi sin ángulo, con la portería descubierta. La pelota va a entrar... Pero aparece Valber Huerta a la carrera y lo impide en la línea misma. Un milagro. Lo demás ya es historia: el gol agónico de Zampedri, el penal postrero de Gremio en Brasil y el viaje de la UC a la Sudamericana, donde esta noche, otra vez en San Carlos, recibe a Sol de América (0-0 en la ida) por un hueco en los octavos de final. La última hazaña silenciosa de BeckenValber, el nuevo kaiser de la defensa cruzada.
Un jugador que hoy viste la camiseta de la UC, pero que se calzó anteriormente la de los otros dos grandes. O lo intentó. Fichado por Quinteros, hoy en Colo Colo, Valber Huerta (27 años), formado en Universidad de Chile, encontró en San Carlos su lugar en el mundo, luego de vestir también la camiseta del Cacique, donde no tuvo espacio bajo el mando de Pablo Guede.
Tras su breve paso por Macul, el defensa se fue a Huachipato, donde tuvo continuidad y nivel. “Me hizo madurar mucho. Ahí crecí como jugador, como persona y entendí mucho mejor el fútbol. Sentí que estaba mucho mejor preparado para tomar un desafío tan importante como era llegar al campeón”. dijo el central en entrevista con La Tercera.
Allí lo dirigió César Vigevani: “Nos daba buena salida, visión de juego. En mi presentación de trabajo hay muchas cosas de él. Es fuerte en la marca, buen juego aéreo en ambas áreas, buena técnica, cambios de frente, rápido. Puede jugar en línea de 3 y también con línea de 4. Sabe leer el juego, temporiza en la marca, anticipa. Muy completo”.
A la UC, Huerta llegó como una alternativa para los titulares Germán Lanaro y Benjamín Kuscevic, pero las lesiones de uno y otro le dieron la opción de ser titular. Y se abrió camino, demostró que estaba más que preparado para asumir el liderazgo de la zaga. No quería ser una simple opción para la banca. Una vez tomó el puesto no lo soltó más.
Así explicó ese proceso: “Estaba preparado para un desafío importante. Venía a la defensa menos batida, al equipo campeón. Sentía que tenía las armas para pelear un puesto, para jugar. Se me dieron las oportunidades por lesiones y otras situaciones, y tenía que aprovecharlas. Sentí la confianza del DT, de mis compañeros. La forma de jugar me hace sentir importante dentro del equipo, porque es la que me gusta”.
Sólido, férreo en la marca, firme en el juego aéreo, zurdo, BeckenValber además goza de una gran visión de juego, que le permite dar pases largos y asistir a los delanteros. Va bien en las pelotas detenidas y se ha inscrito con goles importantes cuando sube al área contraria. Si con Quinteros parecía haber logrado su peak, con Ariel Holan superó sus propios límites. Huerta ha sido el mejor central del fútbol chileno en la primera vuelta.
Jorge Aravena, el Mortero, ídolo de la UC y actual DT de Puerto Montt, se reconoce impresionado: “En sus inicios no me llamaba la atención, pero su paso por Huachipato le hizo súper bien. Tuvo una evolución. Es un jugador muy interesante. Es muy serio, maneja su perfil izquierdo de buena forma, se equivoca poco con la pelota. Tiene muy buen juego aéreo defensivo y es fuerte y fiero en la disputa del balón. Ha demostrado condiciones para ser alternativa en la Selección”.
De hecho, Reinaldo Rueda ya lo ha nominado para microciclos. El viernes debería ratificar esa confianza en la lista para la segunda doble fecha de Eliminatorias. Aunque es difícil: ya están disponibles Medel, Jara, Maripán...
Y también le llega competencia nueva a Huerta en la UC, que ayer vivió un baile de mercado en la defensa. Kuscevic (24) fue confirmado como nuevo jugador del Palmeiras (dos millones de dólares y Católica se queda todavía con la mitad del pase) y se anunció como sustituto al volante o central chileno Juan Fuentes (25), que llega a préstamo procedente de Estudiantes.
Huerta tiene contrato con la UC hasta el próximo año. Y sin las luces de otros, porque prefiere el bajo perfil, se ganó el corazón del hincha cruzado. Es un héroe silencioso con un apodo superlativo: BeckenValber. Como el gran mito alemán.