Campeona del mundo en mitad del estallido

Valentina Toro (19), la actual campeona mundial sub 21 de karate, sintió una mezcla de sentimientos durante toda la semana pasada. Por una parte, tenía en frente la gran prueba por la que se preparó esta temporada, el Mundial de Chile; pero en contraparte, sufría por no poder estar en la calle, marchando junto a sus amigos, por un país más justo. No quería desentenderse de lo que ocurre, pero sabía que dejando un oro en casa podría, al menos, dar una alegría a la gente. Así, derrotó en la final a la turca Gulsen Demirturk por 4-0.

"Estuve un poco bajoneada por no poder participar mucho en lo que está ocurriendo en Chile, con todos mis amigos haciéndolo. Estuve dos meses concentrada para este Mundial. Los entrenadores hablaron con nosotros y nos dijeron que, obviamente, nos preocupáramos por lo que está pasando en el país, pero sin perder el foco en el Mundial", asegura Valentina, con el oro que el domingo cazó colgando en su cuello. "Por eso me juré que si ganaba iba a dedicarle la medalla a todo el pueblo chileno y así fue. Esa fue mi principal motivación", cuenta.

Y es que no fue un campeonato normal. Además del agitado escenario en el que se desarrolló, cada día del evento se realizó bajo un ambiente de silencio y secreto, dadas las circunstancias que vive Santiago. Primero el Estado de Emergencia, luego el toque de queda, la orden de celebrar el torneo a puerta cerrada. Así, solo los deportistas y familiares (solo dos por atleta) pudieron presenciar un evento que bajo otras circunstancias esperaba repletar las galerías del Polideportivo del Nacional. "Yo, en verdad, lo viví normal en ese aspecto. Mi entrenador, mi familia y mis amigos del karate estaban en la galería, pero claro, se disputó a puertas cerradas", reconoce.

Otras delegaciones sufrieron mucho ante el escenario social de Chile. De hecho, las de Luxemburgo y Argentina sufrieron en carne propia el saqueo el hotel Príncipe de Asturias. "La delegación de Luxemburgo se fue. Supe que los tuvieron que evacuar, porque fueron saqueados", dice Valentina.

La Pequeña Saltamontes, como fue bautizada cuando se convirtió por primera vez en la número uno del mundo (Sub 17, hace dos años) soñó hasta despierta con la hazaña en la que definitivamente se hizo grande. Aún no da crédito de lo que ayer consiguió. Meses atrás, cuenta, iba en el Metro camino a sus entrenamientos y se le erizaba la piel al pensar en la competencia que este domingo la coronó campeona mundial. "Es una locura, aún no asimilo mucho lo que hice ayer (domingo). Lo soñé en mis sueños más locos, pero trabajé muy duro para conseguirlo", narra.

Curtida en base a derrotas, desde los 13 años que decidió entregarse a la disciplina. Recuerda que fue César Tolorza, su entrenador, quien tras no clasificar a un regional le dijo que aptitudes tenía, pero debía tomarse en serio su entrenamiento. Desde ahí, todo cambió. Llegaron los éxitos. Primero los Sudamericanos, luego los Panamericanos (4), para finalmente encumbrare en el ranking. Cuando tenía 17 fue la primera vez que llegó a ser la líder mundial. Y ahora, en Santiago, también compitió con esa honrosa pero pesada chapa.

"Siempre trato de no presionarme, de no pensar mucho en la competencia en sí. Desde los primeros días de octubre aparecí número uno del ranking mundial en mi categoría (juvenil kumite, hasta 55 kilos), por lo que todos me decían que debía conseguir ese oro. Yo no pensaba tanto en eso, solo hasta antes de competir", cuenta.

Vale, héroe del deporte de La Tercera en 2017, afirma que el karate chileno está dando mucho qué hablar en el mundo, ya no es una NN. "Antes decía que era de Chile y me preguntaban si quedaba en África, en cambio ahora ni siquiera tengo que decirlo, ya todos saben y conocen de Chile", asegura. Ahora, Tokio 2020 es su nueva meta. Sabe que no será sencillo, dada su corta edad, pero en la Premier League de España, en mayo del próximo año, buscará amarrar su nueva hazaña. Antes, eso sí, piensa sumarse saldar un compromiso íntimo pendiente y sumarse a alguna manifestación. "Sí, iré con mis amigos de la universidad".