César Pinares (30) llegó hace una semana a Chile, tras culminar su aventura en el Altay, de la Superliga turca. “Hace mucho tiempo que no estaba en mi casa y que no veía a mi familia y a mis amigos. Extrañaba el hogar”, confiesa el volante, que después de más de dos años por fin puede disfrutar de unas vacaciones. Lo hace como jugador libre, con el pase en su poder, mientras su nombre se repite en todos los rincones de San Carlos de Apoquindo, donde brilló con Universidad Católica. ¿Vestirá una vez más la camiseta del club de la franja? “Nadie me ha llamado. Ahora estoy descansando, pero es lógico que hay un cariño”, reconoce el talentoso zurdo, en entrevista con La Tercera.

¿Cómo fue jugar en un gigante como Gremio?

Fue un cambio bonito, rápido. No tuve tiempo ni de despedirme de mis compañeros de la UC. Todo fue muy rápido. El fútbol es muy competitivo. La competencia interna también es grande, pero de a poco empecé a ganarme mi espacio. Después, lamentablemente, echaron a Renato, el técnico que me llevó. Ahí empezaron a cambiar las cosas. Tuve menos secuencia y una lesión difícil, que me dejó dos meses y medio sin jugar. Eso me complicó mucho. Prácticamente, llegué así cuando me tocó venir a la Selección, con dos meses y medio sin jugar a la pelota, sin entrenar. Fue todo complicado. Justo ahí se me presenta la posibilidad de ir a Turquía. Fue una decisión bastante difícil.

¿Por qué?

Porque estaba contento en Gremio, a pesar de que quería tener más minutos. Quería estar ahí. Era un equipo muy grande. Fue una decisión difícil. Lo pensé mucho. En el club me querían harto. Me querían dejar. Felipao habló conmigo y fue más difícil todavía. Al final, decidí irme a Turquía.

¿Se fue por lo económico?

No, para nada. Esa fue una de las cosas que más pensé, porque económicamente no era tan atractivo. Fue por una cosa netamente futbolística, de ir a Europa, a una buena liga.

¿Y qué tal el fútbol turco? ¿Qué le pareció?

Me sorprendió mucho. No tenía mucho conocimiento de la liga, más allá de comentarios de algunos compañeros que pasaron por ahí. Me sorprendió mucho el fanatismo y la calidad del fútbol. Me sorprendió para bien. Es una liga muy competitiva. Hay jugadores de renombre en equipos que quizás son desconocidos para la gente; futbolistas que pasaron por Inglaterra, Italia o España. Físicamente, muchos jugadores marcan la diferencia, sobre todo, los africanos. Me gustó mucho jugar allá. Fue un crecimiento para mí.

¿Qué estilos tienen Renato y Felipao? ¿Son muy diferentes a Holan o Quinteros, los técnicos que tuvo en la UC?

Es difícil comparar. De todos me llevé algo bueno. De hecho, con Quinteros, Holan y Palermo fue con los que mejor jugué. Encajé muy bien en el sistema que tenían. Sacaron lo mejor de mí. Renato también es un técnico muy bueno. Tiene una manera particular de trabajar. Quizás no tiene la manera de trabajar de Holan, pero eso no te garantiza el resultado, porque el fútbol es así; pero tiene una manera buena de trabajar. Renato sabe llevar muy bien el día a día con los jugadores. Protege mucho al jugador y quizás eso hasta le pasa la cuenta. Su manera de ser es así. Él me llevó a Gremio. Justo empecé a tener continuidad con él cuando lo despidieron. Y con Felipao alcancé a estar muy poquito, porque estaba en la Copa América cuando él llegó.

¿Cómo evalúa este paso por el extranjero?

Lo evalúo bien. Siento que mi carrera va siempre en crecimiento y no me he estancado. Como al principio no tuve el rendimiento que venía mostrando, quizás muchos pensaron que no iba a ser capaz de dar un salto, pero eso me motivó aún más, para creer más en mí y esforzarme más. Esa es la senda que voy a seguir siempre: exigirme más.

Pinares estuvo en Gremio, antes de partir a Turquía. FOTO: REUTERS

¿Le molestaron las críticas por su rendimiento en la Roja?

Las críticas siempre van a existir en el fútbol. Nunca voy a decir que estaba lesionado y que venía sin continuidad, porque suena como excusa. Quise venir. Sabía a lo que venía. Lo que sí molesta es cuando las críticas son destructivas, ataques personales. Decían que por qué me pasaban la camiseta a mí y cosas así, que eran feas. Obvio que en su momento eso molesta. Es normal, porque uno hace muchas cosas y mucho esfuerzo para venir a la Selección. Representar a tu país, que te vea tu familia, tus amigos, es lo más lindo que hay. Sabía que venía lesionado y que en cuatro días tenía que estar preparado para jugar con la Argentina de Messi, que no es cualquier cosa, pero tomé ese riesgo. No me arrepiento ni me arrepentiré. Esos mismos que dijeron que por qué me pasaban la camiseta, son los mismos que antes me alababan y que hablaban bien de mi fútbol.

¿Quedó conforme con lo que mostró en la Selección?

No. Todos saben que podría haber aportado mucho más a la Selección. Es lógico que no quedé contento. Sé que he demostrado en la cancha lo que puedo dar, por lo que no quedé conforme en lo personal. Tengo una autocrítica un poco más fuerte de lo normal, lo que a veces no es bueno, pero eso me ha llevado a superarme, a estar en un alto nivel y pelear por cosas buenas. No fui el jugador que podría haber sido en la Selección, con la calidad, el fútbol y el esfuerzo que tengo. No es lo que esperaba. No rendí acorde a lo que podía dar, por todo lo que trabajo y me esfuerzo.

¿Le dolió desaparecer de las nóminas?

Después de la Copa América no estuve en ninguna nómina más. Lógicamente, uno siempre quiere estar, pero si había otros jugadores que estaban con rendimientos óptimos para estar ahí, tenían que estar. Uno tiene que tomarlo de una manera que te haga exigirte más, aunque siempre me exijo mucho, siempre estoy trabajando para estar a un nivel top. A veces fluye y a veces no. Quería estar, pero no me molestó. Hay que tomarlo de una manera buena, que te ayude a seguir convencido. No echarte para abajo. Jamás he tenido dudas de mi calidad. Seguí viendo y apoyando a la Selección como hincha, sufriendo como todos los demás, siempre pendiente, tirando buena onda y buenas vibras.

¿Se ilusiona con que Chile pueda ir al Mundial, si la FIFA castiga a Ecuador por el caso de Byron Castillo?

He leído de forma superficial sobre ese tema, porque es bien raro. Quiero informarme mejor. Hay que ver qué pasa.

Y así como siguió a la Selección, ¿también siguió la remontada épica de la UC para lograr el tetracampeonato?

Sí, obviamente. Siempre sigo el campeonato chileno, donde esté. En Brasil y Turquía lo seguía también. Por el horario me costaba ver los partidos, pero estaba pendiente de la tabla. Fue un campeonato bueno y para la Católica fue muy lindo por esa remontada histórica que tuvieron. Fue un buen espectáculo para el fútbol y para el público, porque dos equipos grandes de Chile pelearon el campeonato hasta el final. Para la gente que lo ve de afuera es llamativo, porque en los otros torneos la Católica había arrasado. Ahora fue más entretenido. Siempre estoy pendiente del fútbol chileno, especialmente, de mis ex compañeros, porque uno hace amistades y quiere que les vaya bien.

¿Cómo analiza el mal momento de la UC? ¿Qué pasó?

Mirándolo desde afuera, porque no tengo idea de la interna, me sorprende, porque Católica siempre estaba arriba y uno se acostumbra a eso. Cuando vi un par de partidos vi que jugaban bien y que había funcionamiento, pero había cosas por mejorar. Cuando los resultados no salen, todo empieza a verse malo y negativo, pero este equipo tiene ese ADN del fútbol. Holan lo dijo el otro día: no se les va a olvidar jugar. El ADN está y creo que van a salir adelante. Primero, porque llegó Ariel, que ya trabajó con ellos y conoce a la gran mayoría. Además, ya tienen la experiencia del año pasado, de esa remontada que tuvieron. Son jugadores de experiencia, que ganaron cuatro torneos seguidos. Saben que pueden remontar y todavía están a tiempo.

Y con mayor razón pueden remontar si Ud. vuelve a la UC...

(Ríe) Es que de ese tema no sé qué podría decirte, porque por ahora el teléfono está en modo avión... Estoy descansando. Hace mucho tiempo que no descansaba. Desde que llegó Ariel a la Católica, en 2019, que no tengo vacaciones. Esas fueron las últimas que tuve, cuando se fue Quinteros. De ahí me fui a Brasil, donde estaban en pleno campeonato; después a Turquía, cuando estaban recién empezando el torneo. Entonces, son más de dos años y medio que no he podido descansar. Es difícil decir algo ahora, porque uno tiene que tomar las decisiones en frío sobre su futuro.

Pero, ¿le gustaría volver a la UC?

Creo que la respuesta ya la sabes, pero no me gusta mucho candidatearme o ser tribunero. No me gusta decir cosas para caerle bien a la gente. Ahora, con respecto a tu pregunta, es lógico que ahí hay un cariño. Eso está más que claro.

¿Lo han contactado de la UC u otro equipo?

Por ahora, mi representante no me ha dicho nada. Estoy dedicado a descansar.

¿Con Holan logró su mejor rendimiento?

Es difícil decirlo, porque con Palermo me sentí bien; con Gustavo igual, mi fútbol fluía. Es difícil marcar solo a uno, pero, sin duda, Ariel sacó uno de los mejores rendimientos que he tenido en mi carrera. Obviamente, el equipo también influye mucho. Va de la mano. El equipo jugaba bien, estaba clarito. Todo eso influye. Indudablemente, fue uno de los técnicos con los que mejor me sentí dentro de la cancha, pero en la Unión Española de Palermo también me sentía bien, volaba en la cancha.

¿Quinteros es una buena opción para la Roja?

Gustavo es un buen técnico. Sabe llevar al plantel y sobrellevar el día a día. Se ha visto reflejado en Colo Colo. Llegó en una etapa difícil y, de a poco, empezó a armar todo el plantel al gusto suyo. Es un técnico que la tiene clarita. Sabe a lo que juega y el equipo sabe a lo que tiene que jugar con él. Tiene experiencia y además ya pasó por selecciones. Está capacitado. La gente indicada tendrá que decidir. Uno como jugador e hincha espera la mejor decisión, por el bien de la Selección. Todos queremos ver a Chile en un Mundial, que siempre clasifique directo, no en el quinto lugar. Eso es lo que uno quiere como jugador e hincha.

Chile ha perdido terreno en Sudamérica. ¿Qué le falta para volver a competir con las demás selecciones?

Yo creía que todo iba a cambiar para bien cuando Chile fue campeón de la Copa América. Después, con la segunda Copa, yo dije: “Ya, este es el puntapié para que haya una buena reestructuración de cadetes”, porque todo parte de abajo. Es todo un trabajo que tiene que hacerse bien con las selecciones menores. Obviamente, el fútbol local tiene que pegarse un escalón más arriba, que se note en las copas internacionales. Es difícil pelearle la Copa Libertadores a los argentinos y los brasileños, por la cantidad de equipos que tienen y porque tienen mucha más plata que nosotros. Tienen planteles amplios y de calidad. Se hace difícil. Hay que mejorar muchas cosas. Y la gente que trabaja dentro del fútbol sabe lo que está mal y lo que se ha hecho bien. Saben lo que tienen que mejorar. Eso les permitirá a los jugadores chilenos salir al extranjero, para poder estar en un nivel alto. Después, ese nivel se verá reflejado en la Selección, porque van a llegar de una buena liga. Son muchas cosas, pero todo parte en casa. Se parte mejorando muchas cosas: estructura, campeonato a nivel cadetes, los clubes, cómo tienen a sus cadetes, las exigencias. Parte de ahí, no solo de arriba. Y nosotros, los jugadores, también tenemos que estar en un alto nivel para ayudar a la Selección, pero todo parte de abajo.

¿Pudo compartir con Ben Brereton en la Copa América?

Sí, un poco. Al principio, como uno no lo conoce, se sorprende, pero al verlo jugar y entrenar se veía que era un buen jugador, un buen delantero, porque definía bien. Siempre me fijé en eso en las prácticas. Y después para el bien de él y de la Selección pudo fluir su fútbol. Hizo goles. La gente se entusiasmó mucho con él. Me alegro. Tiene calidad y por algo lo demuestra en la liga donde juega y aquí en Chile.

¿Está descansando o igual está entrenando?

Sí. Parece que tengo una adicción a no estar parado, a estar siempre en movimiento. Venía muy cansado, sí. Necesito que mi cuerpo descanse para que después, cuando tenga que volver, ya esté ciento por ciento recuperado para ir a full, pero igual siempre estoy moviéndome. En casa tengo una trotadora y le saco el jugo una vez al día; a veces entreno en dos turnos. Después me duele la espalda, así que descanso un día, pero siempre estoy moviéndome. Ahora voy a empezar a jugar pádel con mis amigos para salir un rato, o baby fútbol, que me gusta mucho. Siempre estaré en movimiento. Es una adicción. Además, así, cuando tienes que volver, tu cuerpo está descansado, pero no en cero.

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