El jueves 7 de julio se realizó este simbólico y emotivo evento, el cual fue un momento histórico e inolvidable. Lo anterior, ya que la admirable figura de Marlene Ahrens se inmortalizó a través de la donación, hecha por su familia, de su medalla olímpica y las jabalinas que usó en la final de los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956.
La ceremonia, que se llevó a cabo en un ambiente muy relajado, familiar y acogedor, contó con la presencia de diversos invitados, dentro de los cuales estuvieron Martín Sotomayor, director de la Corporación de Deporte de la Municipalidad de Vitacura; Paula Domínguez, concejala de Vitacura; Fritz Hellms, rector del Colegio Alemán; y Marlene Thielmann, gerenta de la Liga Chileno-Alemana. Además, estuvieron presentes autoridades del Club Deportivo Manquehue, destacando los directores del club, directores de la sociedad anónima, presidentes de las ramas deportivas y deportistas destacados. También participaron los familiares de Marlene Ahrens.
Todo comenzó con la bienvenida hecha por el gerente general del Club Deportivo Manquehue, Rodrigo Tupper, tras lo cual vino el discurso del presidente del Directorio del Club Deportivo Manquehue, Jorge Behrmann. Este último destacó que “donar la medalla es un reconocimiento a Marlene Ahrens, pero también a su marido, Jorge Ebensperger”, quien fue un socio emblemático del club. Luego, refiriéndose a Marlene, expresó que “ella tenía bellísimas cualidades como persona y, además de ser un referente femenino, fue una fuente de inspiración”.
Posteriormente, Iván Moreno, socio del Club Deportivo Manquehue y destacado exatleta, también le dedicó algunas palabras a Marlene Ahrens. Al respecto, recordó cómo se conocieron, repasó algunas anécdotas y destacó la gran calidad humana y deportiva de ella. “Marlene, esta vitrina en honor a ti, que guarda tus recuerdos, fotos y premios, nunca podrá guardar lo que fuiste y sentías como deportista, la amistad que entregabas y lo que eras como madre y mujer. Marlene, te recordaremos siempre”, fue el remate perfecto para su relato.
Luego, Karin Ebensperger, hija de Marlene Ahrens y representante de su familia, también mencionó diversos episodios de la carrera y vida de la única chilena que ha ganado una medalla olímpica. En medio de su discurso, la destacada periodista dijo algo que resumió el vínculo que tenía Marlene con el Club Deportivo Manquehue. “Este era el lugar donde tenía que quedar la medalla de mi mamá”, comentó con evidente emoción, pero, al mismo tiempo, alegría.
Tras las palabras de Karin Ebensperger, se inauguró, oficialmente, la vitrina, en la cual la memoria de Marlene Ahrens quedó inmortalizada hasta la eternidad. Sus pasos, su trayectoria deportiva y su vida en el club, también.