La vuelta de los hinchas del fútbol chileno enfrenta al Consejo de Presidentes. Hoy, en una una reunión celebrada vía zoom, los diferentes timoneles de los clubes de Primera División y Primera B se reunieron con Pablo Milad, presidente de la ANFP, para analizar el escenario de cara a los anuncios del plan Paso a Paso. En fase tres se podría recibir hasta mil personas, mientras que en fase cuatro se permitiría hasta cinco mil hinchas. Eso sí, solo seguidores locales. No habrá visitantes.
Y pese a la alegría que existía por parte de los clubes y de los aficionados, las condiciones que fueron apareciendo en el camino frenan cualquier intención. Según se enteraron los presidentes, el número de hinchas que podrán acceder a los eventos deportivos dependerá del tamaño del recinto más que de la etapa en la que se encuentre la ciudad.
De esta forma, la distancia que se deberá mantener en un estadio en fase 3 será de un fanático cada ocho metros cuadrados. En fase 4, en tanto, será de un espectador cada seis metros cuadrados. En la cita se puso como ejemplo el estadio Monumental, con capacidad para 47.174 personas. Con todas estas exigencias, el reducto de Colo Colo apenas podría recibir 1.600 espectadores en fase 4, según se indicó en la reunión.
La noticia no cayó bien en los dirigentes, quienes aseguran no estar siendo beneficiados por la medida. Recalcaron que no solo se trata de un tema de costos, que son altos, sino también de la imposibilidad de poder responder a sus abonados. No hay un criterio definido para realizar el filtro de los hinchas que podrían asistir a un duelo. Y temen que quienes se queden fuera, demanden a los clubes por discriminación.
Frente a tal escenario, hoy el fútbol no tiene previsto la vuelta de fanáticos hasta nuevo aviso. El plan Paso a Paso presenta algunas dudas que se están resolviendo y que pretenden ser aclaradas en una reunión que sostendrá el timonel de Quilín este martes con las autoridades sanitarias.
Entre otras medidas exigidas a los clubes, cada elenco deberá tener numerado sus asientos para poder registrar a cada hincha que asista al encuentro. Una situación que hoy no se presenta en todos los reductos deportivos, donde solo algunas zonas están específicamente numeradas, mientras que otros recintos derechamente no tienen ningún tipo de numeración. Además, se deberá tener un control de temperatura por cada individuo y un proceso de sanitización en la previa a cada duelo.
Los clubes concluyeron que no conviene reabrir los estadios si estas exigencias no se flexibilizan. Y mandataron a Pablo Milad para plantearle al gobierno que, con estos requisitos, el retorno del público es “operativa y económicamente imposible”.
Pablo Hoffmann, gerente general de O’Higgins, expresó su molestia en la reunión. “El estadio El Teniente de Rancagua no está numerado y hacerlo es todo un tema. Yo le pregunto aquí, a los consejeros, ¿no creen que el gobierno nos tiró este problema para que se hable de fútbol y lo de lo malos que somos los dirigentes, en vez de que se hable de otras cosas?”, disparó.
Otro que manifestó su inquietud fue Alejandro Paul, gerente general de Blanco y Negro. “Esto ha generado expectativas falsas en la gente. Hay dos cosas que nos preocupan. Primero, que cuando hagamos el ejercicio de discriminar, nadie nos va a defender de las demandas colectivas por el Sernac. Nos van a demandar abonados, socios, los que tienen entradas de cortesía por sponsor. La declaración jurada no nos va a proteger en nada. Lo otro, ¿quién me va a proteger de la inquisición de la Sochmedep en los estadios? ¿Qué va a pasar si un hincha se baja la mascarilla, si otro abraza a otro? ¿Nos van a multar a nosotros?”, advirtió.
Felipe Muñoz, presidente de Rangers, sostuvo: “Entiendo que el gobierno lo hace buena voluntad, pero hay que mostrarles que no podemos meter a mil personas como ellos piensan que se puede”. En este sentido, varios directivos se quejaron de estar recibiendo mucha presión de parte de los hinchas, desesperados por volver al estadio, cuando en la práctica el asunto es mucho más complejo y tiene para un buen rato más.
Además de los altos costos por la contratación de guardias y de las complicaciones operacionales que conlleva el regreso del público a los estadios, bajo estos parámetros, en la ANFP también temen que para duelos de alta convocatoria, como los clásicos, ocurran incidentes en las afueras de los recintos. Se puso como ejemplo la final de la Eurocopa entre Inglaterra e Italia, donde pese a estar gran parte del estadio abierto a los hinchas, igual hubo hechos de violencia provocados por barrabravas que entraron a la fuerza al no tener entradas.
El presidente de la ANFP, Pablo Milad, se comprometió a transmitir las inquietudes de los clubes. Dijo que propondrá al gobierno que las bancas de los equipos vuelvan a estar en el campo y no en la tribuna, para así ganar espacio para los hinchas. También llamó a los timoneles a reabrir los estadios en forma conjunta y no por separado. El plazo tentativo que se pusieron para concretar el regreso del público es el inicio de la segunda rueda. Eso sí, se planteó que algunos clubes, como los grandes, puedan trabajar rápido en un plan piloto que luego sea replicado por el resto, con el objetivo de acelerar la vuelta.
Por todo esto, el curicano le solicitó en el momento una reunión a la ministra del Deporte, Cecilia Pérez. En la cita, el dirigente le explicará que con los requisitos planteados es imposible el regreso de los fanáticos a las graderías, por un asunto operativo y económico. Luego de esta cita, según sostuvo Milad, la sede de Quilín emitirá un comunicado donde expondrá sus razones y puntos de vista, con el fin de salvaguardar a los clubes del escrutinio público y de los miles de hinchas que anhelan volver a alentar a sus equipos en las tribunas, lo antes posible.