Todos los errores que Coquimbo Unido no cometió a lo largo de la Copa Sudamericana, los hizo la noche del sábado, cuando menos podía fallar. Todo lo bueno que hasta aquí habían hecho los Piratas a los ojos del continente, lo hizo mal en el Norberto Tomaghello de Florencio Varela. Y con ello, el sueño llegó a su fin. De la peor forma posible, tras un 4-2 inapelable construido apenas en un tiempo por el conjunto argentino. De golpe y porrazo, los de Ribera despertaron de una campaña, hasta este sábado, brillante.
Tras el 0-0 de la aún extraña ida disputada en Asunción, al conjunto chileno le servía incluso un empate con goles para avanzar a la gran definición ante Lanús. Y por eso la ilusión se fue a tope luego de que apenas a los 9 minutos Rubén Farfán abriera la cuenta para los de la Cuarta Región. La tarea, hasta ahí, era impecable con el gol de visita. El Halcón necesitaba de dos tantos para revertir la llave y Coquimbo contaba a su haber con que en toda la Copa apenas le habían hecho tres y que en seis de los nueve partidos no le habían convertido. Y que encima habían ganado tres de sus cuatro duelos como forasteros (solo habían perdido por la mínima con Aragua en Venezuela). Estaba todo, pero todo en serio, a su favor.
Sin embargo, el equipo de Hernán Crespo se encontró rápidamente con el empate. A los 11′, Pizzini convirtió tras pase de Romero, la gran figura de la noche que en 24 minutos borraría de un plumazo toda la ilusión con que los aurinegros habían llegado hasta Argentina. El tanto fue un duro golpe y Coquimbo no se pudo reponer nunca más.
Consecutivamente el Defe llegaba al arco de Matías Cano, que no sabía qué hacer para despertar a su dormida retaguardia. El equipo transandino llegaba por todos lados a ras de suelo y Romero se hizo un festín: convirtió un triplete entre los 20′ y los 44′, dos veces asistido por el ex La Calera Walter Bou, otro de gran partido en suelo argentino. Al frente, los nacionales solo rogaban a que el descanso llegara pronto. El desconcierto era total y en la banca el Coto Ribera lanzaba botellas de agua al suelo en señal de frustración. Algo había que hacer de cara al segundo tiempo.
Solo 45′ en cancha duraron Vidal y Espinoza, dos de muy bajo partido. Villagrán y Berardo fueron la respuesta del DT chileno para intentar volcar el partido, justo en momento en que también apareció la lluvia.
Ya sean los cambios o la sensación del dueño de casa de que ya había hecho gran parte de la tarea, lo cierto es que los chilenos lograron adelantar las líneas y dejaron de sufrir a cada rato en el complemento. Y así, al menos, llegó un descuento para hacer más honroso el marcador. Defensa y Justicia perdió fuego e intensidad y Coquimbo creció con ese tanto, el de la ilusión.
Y si bien el cuadro nacional arrinconó al local en su mitad de cancha e incluso tuvo un travesaño, también es cierto que el arquero rival no fue ni de cerca figura. El Pirata manejaba la pelota, pero no lograba llegar con profundidad. A final, un correcto segundo tiempo de Coquimbo no fue suficiente para revertir un primero para el olvido.
Se acaba así la Copa Sudamericana para Coquimbo. Un torneo en el que a pesar del mal trago final, debe enorgullecer a toda la familia aurinegra, que se ilusionó como nunca en su historia. Con justa razón.
Ficha del partido
Defensa y Justicia 4-2 Coquimbo Unido
DyJ: Unsain; Delgado, Frías, Martínez; Fernández; Pizzini (75′, Camacho), Larralde (55′, Benítez), Isnaldo (75′, Herrera), Brítez; Bou (83′, Merentiel), Romero (84′, Rius). DT: H. Crespo.
Coquimbo: Cano; Vidal (46′, Berardo), Pereyra, Osorio; Epinoza (46′, Villagrán), Gatica, Aravena (84′, Vallejos), Salas; Farfán, Palacios, Abrigo (65′, Arce). DT: J. J. Ribera.
Goles: 0-1, 9′: Farfán, en área chica; 1-1, 11′: Pizzini, ; 2-1, 20′: Romero, tras pase de Larralde; 3-1, 23′: Romero, asistido por Bou; 4-1, 44′: Romero, tras asistencia de Bou; 4-2, 62′: Palacios, tras pase de Gatica.
Árbitro: A. Rojas (Col). Amonestó a Fernández (DyJ); Vidal, Palacios, Villagrán, Pereyra, Salas (Coq).
Estadio Norberto Tito Tomaghello. Sin público.