Como si a la definición entre Coquimbo Unido y Defensa y Justicia le faltara condimento, ayer la Conmebol sorprendió a un colaborador de Hernán Crespo espiando el entrenamiento del cuadro de Juan José Ribera.

Juan Donadio, analista del equipo transandino, fue detectado por personal del organismo que rige al fútbol sudamericano. Según un registro al que accedió La Tercera, el funcionario portaba una cámara en el momento.

El registro fue borrado. Sin embargo, no sería el único, ya que existe la sospecha de que las cámaras de seguridad también estaban grabando la práctica del cuadro pirata, la última antes del choque de esta noche con el Halcón, en Buenos Aires, por la vuelta de semifinales de la Copa Sudamericana.

Los coquimbanos interpondrán un reclamo, considerando, además, la posibilidad de que Donadio hubiese despachado la información que obtuvo.

El delegado de la Conmebol que adoptó el procedimiento se comprometió a incluir la situación en el informe que elevará a la instancia respectiva.

El factor visita

Aunque no jugó bien en la ida, Coquimbo sacó cuentas alegres, pues no recibió goles como local. Esto le permite clasificar en caso de cualquier empate con goles. La ilusión está viva, ya que tiene un buen rendimiento fuera de casa en el torneo.

Los aurinegros han jugado cuatro partidos como visita. En la primera ronda cayeron por 1-0 ante Aragua, en Venezuela, hasta ahora la única derrota en el extranjero.

Luego solo vendrían triunfos. En la fase dos, derrotaron por 0-2 a Estudiantes de Mérida, también en tierras llaneras. Y en octavos de final se impusieron por 0-2 a Sport Huancayo, en Perú.

En cuartos remontaron ante Junior. Fue un 1-2 decisivo, porque en la revancha, en Coquimbo, cayeron por 0-1, pero clasificaron a semis gracias a los goles en Barranquilla. “Este resultado es mejor para nosotros que para ellos”, advirtió Matías Cano. Un factor que esperan aprovechar.