Cortés aprueba a los gritos
La calma de un estadio sin público llenó de protagonismo al arquero chileno y sus alaridos.
Si hay algo no se le puede reprochar a Brayan Cortés, bajo ningún punto de vista, es que en la noche en la que se estrenó por los puntos en el arco de Chile, gritó como si evitar goles colombianos dependiera de ello. Incluso más que las atajadas propias de su labor.
Porque en el Estadio Nacional, el meta de Colo Colo fue eso: instrucciones, loas, aplausos, retos y arengas cada vez que la pelota se aproximaba a su área. También mucho fuego amigo traducido en improperios a los de rojo. El primero en vivirlo fue Paulo Díaz, tras la primera llegada rival.
“¡Más agresivo culiao!”, espetó a la última línea en uno de los embates cafetaleros. El mismo término había utilizado poco antes para aleonar a Isla en un balón detenido en contra: “¡Huaso, ganai culiao!”.
Justamente, el lateral del Flamengo fue uno de los blancos predilectos de los gritos del arquero iquiqueño. Lo felicitó cuando le quitó un balón a un rival y lo mandó a salir rápidamente del área chilena para dejar en posición de adelanto a los delanteros del equipo de Queiroz.
Pero no fue el único. Porque Cortés, el arquero de emergencia ante las bajas primero de Bravo y la de Arias, quien se desgarró el sartorio derecho la misma mañana del partido, mostró personalidad. “¡Atentos, concentrados, dale!”, dijo una y otra vez en cada tiro de esquina o tiro libre favorable a los colombianos. “¡No le den espacio!”, pareció suplicar cuando, bien avanzado el segundo tiempo, James Rodríguez tomó la pelota cerca de la medialuna. “Ojo atrás”, le dijo a sus zagueros cuando iban saliendo con balón dominado. En definitiva, el mundialista Sub 20 no se achicó a pesar de haberse enterado apenas horas antes que atajaría.
Y eso es mérito absolutamente suyo, puesto que hasta anoche había jugado solo tres amistosos, todos con Rueda y solo sabía de triunfos: 0-1 a México, 4-1 a Honduras y el primer tiempo del 2-1 a Haití. Hasta aquí, jugó 315 minutos y recibió cuatro goles (en los de ayer tuvo poco margen de reacción).
En la suma, entre gritos y atajadas, Cortés aprobó en su estreno por los puntos. Claro que se va con el sabor amargo de no haber podido evitar el agónico empate colombiano.
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