Al igual que en el Mundial de Brasil 2014, la selección chilena nuevamente jugará en Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso. Aquella vez fue en el debut ante Australia, cuando el equipo que dirigía Jorge Sampaoli se impuso por 3-1.

Ahora, la Roja chocará ante Bolivia, tras empatar 1-1 con Argentina en la primera fecha del grupo A, partido que se disputó en el estadio Nilton Santos, de Río de Janeiro.

Cuiabá es considerada la puerta de entrada a la selva del Amazonas. Posee un clima tropical caluroso semi húmedo, que la Roja ya tuvo que soportar hace siete años, aunque lo hizo acompañada de 20 mil hinchas chilenos en el hermoso estadio Arena Pantanal, construido especialmente para esa Copa del Mundo, con capacidad para 41 mil espectadores.

Jorge Valdivia convierte el segundo gol de Chile en la victoria por 3-1 sobre Australia, en el Arena Pantanal de Cuiabá. FOTO: AGENCIAUNO

Para mañana, a la hora del partido con Bolivia (17.00), están pronosticados 26 grados Celsius, con una humedad del 54 por ciento, aunque sin muchas probabilidades de lluvia y tormenta eléctrica. Curiosamente, los dos primeros rivales coperos de Chile serán los últimos equipos que enfrentó en las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022. Esto le permitirá al conjunto nacional tener la chance de sacarse el trago amargo que dejó el magro empate 1-1 ante la Verde, en San Carlos de Apoquindo.

No será el único partido de la Roja en la selvática ciudad, ya que tres días más tarde, es decir, el próximo lunes 21, el equipo adiestrado por Martín Lasarte se medirá ante Uruguay. Para ese día, a la hora del cotejo (también 17.00), se esperan 30 grados Celsius, con una humedad del 42 por ciento.

Sin embargo, tal como ocurrió ante Australia, en 2014, la sensación de calor y de sofocación se incrementa enormemente dentro del Arena Pantanal producto de la humedad. Una situación que ya vivieron muchos de los jugadores actuales de la Selección, así como los aficionados que viajaron para la Copa del Mundo.

Producto de los mosquitos que abundan en la zona, las autoridades recomiendan vacunarse contra la fiebre amarilla y usar repelentes en todo momento para evitar picaduras. El dengue es otra de las enfermedades que representan una amenaza en esa parte de Sudamérica.

Un comandante resguarda a la Selección

La lucha contra el crimen marcó la última década en Cuiabá. En 2017, dejó de ser una de las 50 urbes más peligrosas del mundo, ya que, hasta el 2016, se ubicaba en el lugar 39 del ránking planetario, con una tasa de 42,61 homicidios por cada 100 mil habitantes, según el listado elaborado por la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

Y aunque el escenario ha ido cambiando en los últimos años, en la ANFP no se confiaron y tomaron resguardos. Por eso, un comandante de Carabineros viajó a Brasil con la delegación, con el objetivo de garantizar la seguridad de los jugadores y los funcionarios, sobre todo, en Cuiabá.

De hecho, en las calles de la ciudad y más aún en las carreteras es normal ver efectivos policiales y militares fuertemente armados. Los hinchas chilenos que llegaron hasta allí, en 2014, sufrieron en carne propia la delincuencia de la zona, ya que varios fueron víctimas de asaltos.