Está prendido. Eduardo Vargas volvió a marcar para el Atlético Mineiro en la Copa Libertadores. La semana pasado, el chileno anotó un gol contra Cerro Porteño y ahora lo hizo frente al América de Cali, en Colombia, en la victoria por 1-3 del conjunto brasileño, resultado con el que selló su clasificación a octavos de final del certamen, a falta de dos jornadas para el término de la fase de grupos.

El delantero, que fue suplente ante los Diablos Rojos, ingresó a los 82′ por Jefferson Savarino, cuando su escuadra estaba arriba en el marcador por 1-2, gracias a los goles de Hulk y Guilherme Arana.

Fue tiempo suficiente para que volviera a sumar una conquista. En los descuentos, tras una buena jugada de Diego Tardelli, cuando el local estaba con uno menos y volcado en búsqueda del empate, Turboman recibió la pelota dentro del área, la picó por encima del arquero Joel Graterol y, como si se tratara de un duelo de baby fútbol, se agachó levemente para cabecear el balón en la línea del arco y así sellar el 1-3 definitivo (90′+7′).

Un gol de gran factura que viene a ratificar el buen presente del atacante formado en Cobreloa, que pese a que no es titular en el conjunto de Belo Horizonte, al menos se consolida como una gran alternativa para el técnico Cuca. De hecho, en la goleada 4-0 ante Cerro Porteño, también ingresó sobre el final y anotó en los descuentos.

Fue un partido muy accidentado, debido al complejo clima social que se vive en Colombia. De hecho, el encuentro entre América de Cali y el Atlético Mineiro de Eduardo Vargas tuvo que ser detenido en varias oportunidades producto de los gases lacrimógenos. Sin embargo, el árbitro uruguayo Andrés Cunha no suspendió el compromiso.

Son buenas noticias para el técnico de la selección chilena, Martín Lasarte, quien celebra el buen momento que vive uno de los máximos goleadores en la historia de la Roja, quien por fin se reencuentra con el arco desde que arribó a Brasil el año pasado, cuando el equipo era dirigido por el argentino Jorge Sampaoli, hoy en el Olympique de Marsella.

Con esta victoria en tierras cafeteras, donde se vive un complejo clima social, el Galo sumó 10 puntos, gracias a tres triunfos y un empate, y selló anticipadamente su clasificación a la ronda de los 16 mejores del continente.