Nicolás Jarry volvió a ganar en pista dura después de más de dos años. El tenista chileno venció en dos sets al peruano Nicolás Álvarez (352°) por 6-1 y 6-1, en la primera ronda del Challenger de Salinas, en Ecuador.

El incaico nunca fue rival para el oriundo de Vitacura, que no tuvo problemas para doblegarlo. Y lo hizo sin piedad. En apenas 53 minutos, lo apabulló en ambas mangas y apenas cedió apenas dos juegos.

También se mostró muy sólido con el primer servicio, ítem en el que registró un 76%. Es más, con el primer saque ganó el 93% de los puntos, muy lejos del 38% que marcó el peruano. Jarry logró tres ases y cometió solo una doble falta. Quebró el servicio en cinco oportunidades y jamás cedió el suyo, ya que salvó dos break point.

La raqueta nacional (633 del ránking ATP), que hace poco volvió a disputar tenis profesional, tras haber sido castigado por la ITF por dóping, fue invitado a este certamen, hecho que agradeció tras su debut triunfal.

“Son pocas las oportunidades que uno tiene y la verdad que estoy tratando de aprovecharlas al máximo. Jugué un muy buen partido contra Nicolás, tercera vez que juego contra él desde mi regreso, así que nos conocíamos bien. La verdad es que fue un partido en el que jugué muy sólido y pude hacer lo que quería hacer, lo que me había planteado antes de jugar”, dijo Jarry.

Gracias a esta victoria, el nacional obtuvo siete puntos para el ránking, lo que le significará subir cerca de 30 puestos en la clasificación general, a partir de la próxima semana. Ahora, en octavos de final, el tenista chileno se medirá con el japonés Shuichi Sekiguchi (318°), quien venció a su compatritota Hiroki Moriya (265°) por 6-1, y 7-6 (5), en una hora y 34 minutos.