Universidad Católica aseguró la contratación del defensa Daniel González, proveniente de Santiago Wanderers. Una buena noticia para Ariel Holan y los hinchas cruzados, que llega justo un día después de que los estudiantiles cayeran ante Flamengo, en el estadio Maracaná, y quedaran eliminados de la Copa Libertadores, a una fecha del final de la fase de grupos.
El central de 20 años, formado en el conjunto de Valparaíso y que destaca por su enorme proyección, firmó un contrato por tres temporadas y media en el tetracampeón del fútbol chileno. Es decir, su vínculo en San Carlos de Apoquindo se extenderá hasta fines de 2025.
La operación incluyó la adquisición de un porcentaje del pase por una cantidad cercana a los US$ 500 mil, según trascendió desde la precordillera. Una inversión a la que Cruzados se vio obligado tras el pobre rendimiento de las incorporaciones en el mercado de pases de principios de año, y tras la falta de solidez defensiva.
De hecho, el cuadro que ahora adiestra Ariel Holan, quien contrajo Covid-19 y perdió el viaje a Río de Janeiro, es uno de los más batidos del Torneo Nacional. Un aspecto que se transformó en la gran debilidad del monarca nacional, que lo tiene muy lejos de la cima de la tabla de posiciones, y que aleja el sueño del pentacampeonato.
González seducía a otros elencos como Colo Colo y la U. Se trataba de un fichaje atractivo desde todo punto de vista, ya que, además de la proyección futbolística que luce el seleccionado nacional, no ocupa ninguna de las tres vacantes para refuerzos que los clubes tienen disponibles a mitad de año. Esto, porque según las bases del campeonato, se le considera como un refuerzo del fútbol joven, ya que nació en 2022. Es decir, Universidad Católica puede sumar a otros tres jugadores más, aparte del zaguero, si es que se le antoja.
Lo más seguro es que el fichaje de González, por tres años y medio, se oficialice en las próximas horas, a través de los canales formales del club. Al menos, la UC ya se mueve para potenciar el plantel y corregir los errores cometidos en la ventana de pases previo al inicio del campeonato, que ya provocaron el primer fracaso de la institución, que no pudo avanzar a la ronda de los 16 mejores en la Libertadores.