Desgaste, divisiones y la presión de Quinteros: los factores que tienen a Morón lejos de continuar en Colo Colo

El futuro de Daniel Morón en Colo Colo vive semanas clave. El actual director deportivo del Cacique termina contrato el próximo 30 de abril y su continuidad está lejos de estar asegurada. El ex arquero campeón de la Copa Libertadores 1991 ha debido soportar un cargo desgastante, por el que han desfilado un sinfín de nombres desde que nació Blanco y Negro. Las dificultades propias de la función y el cansancio han afectado al argentino nacionalizado chileno. También, las divisiones existentes en la sociedad anónima, principalmente, entre los bloques liderados por Aníbal Mosa y Leonidas Vial.

Todo esto hace que el exarquero medite su futuro inmediato. Y aunque en su entorno aseguran que no renunciará y que cumplirá su vínculo hasta el último día, confiesan que lo más seguro es que no renueve en el cargo por estos motivos. Por ende, en la concesionaria ya asumen que tendrán que buscar un nuevo gerente técnico para el club.

La continuidad de Morón es tema recurrente desde hace, al menos, dos meses en el estadio Monumental, justamente, cuando empezó el mercado de pases para la actual temporada. Si bien Colo Colo fichó rápido a sus refuerzos y también renovó a sus principales figuras de manera temprana, Morón nunca salió públicamente a vanagloriarse de aquello.

¿Por qué? En Macul dan una razón: el proceso fue tan desgastante y exigente, sobre todo, en términos técnicos y administrativos, que el ídolo albo necesitó de mucha ayuda para poder negociar y abrochar los diversos detalles contractuales de manera conveniente para el club.

Lo anterior, más la exigencia que hizo Gustavo Quinteros de que todo estuviera resuelto antes del inicio de la pretemporada, crearon un escenario de máxima presión para el arquero campeón de la Copa Libertadores 1991. Y si se considera que ambos chocaron en febrero por el tema de refuerzos, peor aún. Mientras el DT, como ya se ha hecho costumbre, seguía pidiendo jugadores incluso cuando le trajeron todo lo que solicitó, Morón dio el plantel por cerrado, a menos que se concretara la salida de algún futbolista.

En ByN tienen opiniones contrapuestas con respecto al desempeño de Morón. El oficialismo, es decir, el Club Social y Deportivo, ha destacado la eficiencia con la que se movió el club en el reciente mercado de fichajes. Sin embargo, en la oposición, liderada por Aníbal Mosa, la evaluación que hacen del exportero no es tan favorable, en el sentido de su preparación para el cargo. El bloque de Leonidas Vial actúa de forma neutral en este caso, aunque sí quieren una salida digna para el ejecutivo cuando le toque marcharse.

Precisamente, las diferencias y divisiones que existen en la concesionaria, más el constante siseo de Mosa y la posibilidad de que pueda volver a la presidencia de ByN, también han empujado a Morón a repensar su continuidad. Se trata de situaciones que generan incomodidad permanente.

Por último, otro aspecto que aleja del Cacique al argentino nacionalizado chileno es el factor salarial. En los pasillos del Monumental es sabido que su sueldo es muy inferior (tres veces menos) al que ganaba Marcelo Espina, por ejemplo, por lo que para la presión y el desgaste que implica el cargo, la recompensa no parece ser la adecuada para el exarquero.

De todas formas, Morón no tiene pensado renunciar y pretende trabajar hasta el último día de su contrato, aseguran en su entorno. Todo estará supeditado también a lo que pase en la próxima junta de accionistas de Blanco y Negro, donde no se descarta que pueda haber elecciones. Ahí conversará con el actual presidente Edmundo Valladares, quien podría dejar la testera de la concesionaria.