Duco aprovecha la ventana del coronavirus y anuncia que buscará ir a Tokio 2021
La lanzadora de la bala reconoce que se dopó sin saberlo al consumir un aminoácido que le entregó alguien de confianza.
Natalia Duco, quien fue sancionada por el Tribunal de Expertos en Dopaje a cumplir tres años de castigo por su positivo por GHRP-6, ha señalado que tiene esperanzas en poder estar en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio.
La suspensión de la competencia por el coronavirus le abre una puerta que le permitiría cumplir la sanción y luchar por un cupo en la cita que ahora se disputará el 2021.
"Estoy en shok. No puedo creerlo. Por un lado, lo que está pasando con el coronavirus es tan grave, que es prioridad. Mi historia personal queda en el último lugar, pero a la vez me abre la posibilidad de poder ir y no sé qué sentir", señaló la lanzadora de la bala a la revista El Sábado.
"Yo lo perdí todo. Me quebré como persona. Sería bonito decir 'pucha, a mí me pasó todo esto y pude pararme'. Qué bonito sería, y a cuántas personas podría llegar si solo voy a esos Juegos Olímpicos", complementa Duco.
Pero es una gran tarea para asumir, pues durante el tiempo que ha cumplido el castigo no ha podido utilizar las instalaciones adecuadas para prepararse.
“Aunque sea un desafío muy loco, muy gigante, yo no podría no intentarlo. Estoy viendo el Everest frente a mí, no sé si me muera en el intento, pero voy a darlo todo por ir. Si no voy será porque no pude, pero no porque no lo intenté”, reconoce la deportista.
En cuanto a su dopaje, Duco insistió en señalar que no sabía que lo que estaba consumiendo iba a dar positivo como dopaje en los controles.
“No, ninguna posibilidad. Imagínate que tengo una aplicación que 24/7 me pueden hacer controles de doping. Además no tiene significado para mí mejorar a través de otra cosa que no sea mi esfuerzo persona. Obviamente, siempre traté de suplementar dentro de lo legal, todo lo que se podía, lo mejor, y ser lo más matea posible. Y eso (lo que tomó) era una de las cosas que dentro de mi mente se podía hacer y que no era doping. Por eso yo lo tomé, y en mi audiencia dije la forma en que lo tomé, las dosis y todo”, argumenta.
A su vez, reconoció que la sustancia se la entregó “una persona de extrema confianza, que no es mi entrenadora Dulce Margarita García, pero como yo no dije el nombre, siempre quedó eso en el ambiente de que era ella, pero no fue así”. Y agrega: “Si yo hubiera dicho el nombre, legalmente podría haber tenido más posibilidades de rebajar mi sanción, pero era un daño muy grande que no estaba dispuesta a hacerle a nadie. Sigo pensando que no hubo intención de hacerme daño”.
Como autocrítica de la situación, Natalia Duco dice que hace una “gigante. Es cosa de ver las consecuencias que ha tenido para mí, el costo personal, familiar, deportivo. Digo, pucha cómo lo podría haber prevenido. Uno es no confiar en nadie, pero yo confío en la gente. No creo que mi aprendizaje de este tiempo sea desconfiar”.
“Pero también creo que no hay medida suficiente para un deportista de alto rendimiento, no hay precaución exagerada. Yo me cuidaba, y en ese momento tomé todas las precauciones que para mí eran lógicas, pero no fue suficiente. Aquí está mi ejemplo: llevo dos años sancionada y voy a cumplir tres por no ser extremadamente cuidadosa y exagerada, no es suficiente. Ese es mi mea culpa, ese es mi error”, afirma.
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