La derrota del Barcelona ante el Athletic de Bilbao en la final de la Supercopa de España quedará marcada por la primea expulsión de Lionel Messi como jugador del equipo catalán.

Se jugaba el último minuto del segundo tiempo extra. Los azulgrana perdían por 3-2, cuando el astro argentino agredió con un manotazo en la cabeza al atacante vasco Asier Villalibre en la mitad de la cancha, sin pelota de por medio.

Primero, el árbitro Jesús Gil Manzano le mostró amarilla, pero tras revisar el VAR cambió la decisión y lo expulsó, quizás sin saber que su determinación sería histórica, ya que fue la primera roja de Messi con la camiseta del Barcelona.

Anteriormente, el delantero había sido expulsado dos veces como futbolista profesional, aunque defendiendo a la selección albiceleste. Una de esas fue ante Chile, en el partido por el tercer lugar de la última Copa América, disputada en Brasil, cuando se enfrentó con Gary Medel. Ambos se fueron a los vestuarios.

Villalibre había marcado a los 90′ el gol del empate 2-2, con el que forzó el tiempo extra. Luego, en la celebración del título, otra vez se robó el protoganismo al tocar con una trompeta el himno vasco. “Es una historia sencilla. Mi mejor amigo toca la batería. Iba a ver a la banda, me hice amigo del trompetista y me surgieron las ganas de tocar la trompeta. Le dije que si me daba unas clases así todas las semanas. Hemos ido metiendo horas y horas y aquí sigo, aprendiendo con él”, dijo el ariete de 23 años a la web del club dirigido por Marcelino García Toral.