Cristian Paulucci (48 años) tiene un impresionante récord de siete triunfos en sus primeros siete partidos dirigidos al mando de Universidad Católica. Un registro espectacular que ningún técnico debutante había conseguido en San Carlos de Apoquindo.

Para muchos, y con justa razón, esta increíble marca resulta sorprendente, sobre todo, si se considera que el argentino asumió de improviso, en un momento de urgencia, tras el despido de Gustavo Poyet, a fines de agosto.

Sin embargo, para quienes lo conocen bien y han seguido de cerca su trabajo, sus buenos resultados en la banca del tricampeón del fútbol chileno no son ninguna novedad. Tampoco casualidad.

Para la mayoría es el Flaco. Para los hinchas, el Pelado Termo. Para los más íntimos, el Chimi. Distintos apodos para un hombre que se ha ganado el respeto y la confianza máxima del plantel más exitoso de la historia de Universidad Católica.

¿Cómo lo hizo? Con muchos años de trabajo. Paulucci llegó en 2011 a la precordillera, recomendado por José María Buljubasich, gerente deportivo de Cruzados, con quien es muy amigo. Ambos se conocieron en Argentina, en Rosario Central. Fue en su país natal donde tuvo su primera experiencia como técnico, en las divisiones inferiores de Belgrano de Córdoba.

Arribó a la UC para ser scouting, videoanalista, mirar jugadores, posibles fichajes. Un área que nacía, al igual que la sociedad anónima. Todo estaba bajo la supervisión del Tati, quien hacía sus primeras armas en la gerencia. Hoy ya tiene más de 11 años en el cargo. Un récord.

Los caminos se separaron cuando Luis Marcoleta se llevó a Paulucci para que fuese su ayudante en San Marcos de Arica. Con el equipo nortino ascendió y bajó, pero ser parte de un cuerpo técnico le ayudó mucho, aseguran en su entorno.

Así lo recuerda Marcoleta. “Conocí a Cristian a través de otro amigo, Edgar Andaur (exasesor de Marcelo Bielsa), quien me lo recomendó. Me junté con él en Santiago. Fue muy grato. En Arica terminó de revalidar su título. Lo ayudamos mucho a prepararse. El hizo todo el trabajo de un ayudante técnico, pero además es muy extrovertido, muy correcto, respetuoso, y aportando su visión de juego. Hicimos un cuerpo técnico muy armonioso, salimos campeones. Realmente fue muy bonita la experiencia”, recuerda el DT.

“Por lo que visualicé, Cristian como técnico era muy ordenado. Posee una muy buena visión en lo futbolístico. Visualiza mucho la manera de ser de los futbolistas, de las cualidades y lo que tienen que mejorar”, agrega.

Tras su aventura en Arica, volvió brevemente a la UC. Tuvo que irse rápido, porque Huachipato buscaba un gerente técnico y se interesó en él. Allí, en Talcahuano, era el encargado de todo lo referente al primer equipo.

En la tienda acerera estuvo desde 2015 hasta 2019, hasta que dejó el club por problemas con el técnico Nicolás Larcamón. Dicen en su círculo que se fue en muy buenos términos de Talcahuano, lugar donde conoció de cerca la labor de dirigente (era el jefe directo de los técnicos del primer equipo), lo que enriqueció mucho más su formación profesional y amplió su visión.

“Creo que él se potenció mucho desde ese nuevo rol, desde la gerencia, porque visualizó desde afuera ciertas cosas, más las ayudantías que hizo con los últimos técnicos en Católica. Entonces, tuvo el rol de dirigente, de videísta, de buscar jugadores, de gerente. Su visión es más amplia. Entonces, al asumir el cargo, llegó con una variada gama de experiencias que las atesoró y hoy le permiten sacarle provecho al muy buen plantel que tiene”, señala Marcoleta.

En abril de 2019 lo volvió a llamar Buljubasich. Esta vez para que reemplazara a Patricio Ormazábal y se transformara en el segundo ayudante técnico de quien será su rival este domingo, en el clásico ante Colo Colo: Gustavo Quinteros.

Tras su regreso a la UC en 2019, ya como asesor directo del Tati, Paulucci fortaleció su amistad con el gerente deportivo de Cruzados, pero también con Juan Pablo Pareja, gerente general de la concesionaria, con quien comparten gustos musicales, entre otras cosas. Absorbió los conocimientos de Quinteros y luego, en 2020, los de Ariel Holan, de quien fue primer asistente. Sin duda, este último fue el técnico que más lo marcó y del que más aprendió. Y lo refleja el estilo de juego que ha mostrado la UC tras la salida de Poyet, a quien ha reemplazado con muchísimo éxito.

¿Por qué? Por su gran conocimiento del plantel, por su buena llegada con el jugador, por su franqueza y porque sabe cuál es la identidad del grupo, lo que quiere en la cancha. Un ejemplo: recién se jugaba la segunda fecha del Torneo Nacional (ante Palestino) cuando Fernando Zampedri se acercó a la banca y le exclamó a Paulucci: “¡Pelado, empezá a hablar, hermano! ¡Estamos tocando la pelota al pedo acá abajo! ¡Cuatro a cero tenemos que ir!”. Poyet estaba ahí mismo, al lado de su asistente, escuchando todo.

“El Chimi tiene una cualidad que no la tiene cualquiera. Es un tipo cercano, amable, que se involucra con las personas. Les presta atención y, si puede ayudar, lo hace sin esperar nada a cambio. Busca que te superes, que vayas creciendo. Tiene una gran personalidad, que contagia, que transmite mucho. Te convence de ir más allá”, dice un cercano al entrenador de la UC, que prefiere no dar su nombre.

Diego Buonanotte coincide. “Si Cristian llega a hablar contigo, va a venir y te va a decir pasa esto y esto, y va a ser así. No va a haber un mensaje por detrás. Eso se agradece, porque el jugador se entrega al conocimiento, pero también a la lealtad”, dijo el Enano a La Tercera, hace unos días.

Esa autenticidad, sumado a su conocimiento del equipo, más sus gustos por el fútbol ofensivo, cuajaron a la perfección en el plantel del tricampeón del fútbol chileno. Si Cruzados se equivocó al apostar por Poyet, un técnico sin experiencia en Sudamérica y que llevaba dos años sin dirigir, acertó en plenitud al designar al Paulucci como su reemplazante.

Marcoleta lo reafirma: “Cristian es de mucho conversar, de mucho diálogo y un tipo muy agradecido. Cada vez que me ve siempre me saluda bien. Me dice que soy como su papá. Personalmente estoy muy feliz de que le esté yendo bien, porque es un tipo sano, que ha hecho las cosas bien y que, gradualmente, se ganó esta posibilidad. Y esta posibilidad a él lo tomó bien preparado, muy dispuesto y muy completo”.

Quienes han compartido con el entrenador cruzado aseguran que no tiene ídolos, pero que, como casi todos los entrenadores argentinos, siente una gran admiración hacia Marcelo Bielsa. De ahí su inclinación por un fútbol más ofensivo y su apego a la idea de Holan, de ser protagonista, de tener iniciativa.

“No sé si será del estilo de Bielsa, pero Cristian fue delantero. Entonces, le gusta el fútbol bien jugado, que busca el arco rival, los jugadores técnicos, talentosos, pero también entendió bien que el talento no es suficiente. Que requiere de otras cualidades. Él valoriza mucho que el jugador se supere, más allá del escaso talento que pueda tener. Del esfuerzo, compromiso y la responsabilidad él saca una virtud”, apunta Marcoleta.

Cristian Paulucci en la banca cruzada (Foto: Agenciauno)

“Que te metés vos, cara de verga”

La figura de Paulucci no ha estado ajena a las polémicas. En diciembre de 2020, recibió cinco fechas de castigo por insultar a la banca de Coquimbo Unido, en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso. Fue ahí cuando los hinchas comenzaron a llamarlo Pelado Termo, en redes sociales.

La incidencia fue detallada así por el árbitro Juan Lara. “Es expulsado el ayudante técnico de Universidad Católica, Sr. Cristian Paulucci, por utilizar lenguaje ofensivo y humillante. Gritando desde su área técnica a la banca adversaria ‘Que te metes vos cara de verga, boludo’, acto seguido vuelve a gritar ‘cállate negro de mierda, alcaguete’ Todo esto es informado por mi cuarto árbitro. (Min. 45+1)”.

El equipo de la franja apeló y se redujo la sanción. Según comentan en San Carlos, los abogados del club argumentaron que el Flaco hacía referencia a la concepción popular villera que en Argentina tiene la palabra negro, y no a un menoscabo racial.

Sus amigos recuerdan que en el pasado solía decir “cara de teta”, cuando quería molestar o bromear con alguien. Todos coinciden en que es un tipo tranquilo, de risa fácil, querido, respetado, y que no es normal ni común verlo fuera de sí o exaltado. De hecho, este justamente ha sido el perfil que ha mostrado como titular de la banca cruzada. Más calmo. Muy diferente al que tenía con Holan, más pasional.

A Paulucci también se le ha relacionado con el representante Fernando Felicevich, en su paso por Huachipato. Así lo denunció, en junio de 2019, Edgardo Abdala, exvolante del cuadro de la usina y padre de Joaquín, exjuvenil acerero y actual jugador de Coquimbo Unido.

“Héctor Robles, técnico de la Sub 20, lo vio en un partido con Colo Colo. Habló con él durante 40 minutos. Le dijo que lo quería llamar a la Selección. Después de eso, me llamaron de Huachipato. Fue Cristian Paulucci, para decirme que no podía estar más con AIM y que tenía que estar con Felicevich, que, si no, no iba a jugar más. Que no le parecía, pero que tenía que decírmelo. Y que, si no hubiese sido exjugador de Huachipato, no me habría enterado”, relató Abdala padre a este medio.

Cruzados salió en defensa del que era, en ese entonces, ayudante de Gustavo Quinteros. La acción estuvo a cargo de Buljubasich, su jefe y amigo. “Lo presenté al directorio, a la comisión de fútbol. A la mayoría de los directores los conocía por su paso anterior por el club. La idea era buscar a alguien que llegara al cuerpo técnico, que conociera el fútbol chileno y que conociera el club, que su adaptación fuera lo más rápida posible, que tuviera experiencia en cuerpos técnicos y todos estuvieron de acuerdo en esa llegada. Una vez que Patricio Ormazábal confirmó su salida, automáticamente, lo presenté a Gustavo. Gustavo tuvo una buena impresión de él y al otro día empezó a trabajar”, expuso el Tati.

Justamente, Gustavo, el actual técnico del Cacique, fue uno de los que avaló su regreso a la precordillera, donde hoy Paulucci persigue el sueño del tetracampeonato. Ambos chocarán en un clásico que promete ser a muerte y decisivo en la lucha por el Torneo Nacional 2021.

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