La preocupación de los clubes va en aumento, al igual que los casos positivos de Covid-19 en el fútbol chileno. Los torneos nacionales, cuyo fin estaba previsto para enero de 2021, terminarán a fines de febrero, si es que la pandemia lo permite.
Esta situación ha generado muchos problemas en las distintas instituciones del fútbol chileno, sobre todo, desde el punto de vista contractual, ya que hay jugadores que finalizan sus vínculos el 31 de diciembre.
Para tratar este y otros asuntos relevantes, el directorio de la ANFP, presidido por Pablo Milad, convocó a un Consejo Extraordinario de Presidentes para este miércoles, de forma telemática, con el fin de aquietar las aguas. La idea de Quilín es que se apruebe la programación del resto de los campeonatos en curso, los nuevos criterios para la suspensión de partidos, el Chile 4 de Copa Libertadores y la renovación del fondo solidario para Santiago Wanderers y La Serena.
Eso sí, la tarea para el timonel no se ve nada de fácil. Los 32 equipos están inquietos y en algunos existe mucha molestia con la forma en que la mesa directiva ha llevado adelante las numerosas suspensiones de partidos.
A varios les preocupa que aquellos clubes que han sufrido brotes de coronavirus no se les programe con celeridad, debido a que con ello se alarga innecesariamente el certamen y, además, se les brinda ventaja deportiva, porque se les permite llegar descansados contra rivales que vienen con desgaste.
El malestar del Consejo alcanza a todos los sectores, incluso, al que apoyó al curicano en las elecciones.
Por ahora, lo único claro es que el torneo se detendrá en la fecha 31, fijada para mediados de enero, ya que las últimas tres jornadas del torneo tienen que jugarse con todos los equipos al día.
Y así como los clubes han debido hacer malabares para firmar anexos de contrato y renovar jugadores, la situación más compleja la viven Santiago Wanderers y Deportes La Serena. Esto, porque como no hubo descenso en 2019, debido al estallido social, ambos elencos reciben la cuota mensual del CDF de un equipo de Primera B, es decir, $ 110 millones, en vez de los más de 200 que reciben en Primera.
Para compensar esta desventaja económica, se creó un fondo solidario, en el que los tres clubes grandes (Universidad Católica, Colo Colo y Universidad de Chile) resignan parte de sus ingresos por televisión para ayudar monetariamente, cada mes, a caturros y papayeros.
El problema es el siguiente: ese fondo tiene como fecha de vencimiento el 31 de diciembre, por lo cual, de no aprobarse su continuación, tanto Wanderers como La Serena sufrirán un desbarajuste presupuestario.
No obstante, la tienda porteña tiene otro punto de vista y sostiene que desde el 1 de enero de 2021 debe recibir la mensualidad normal de un equipo de Primera.
El Chile 4 será otro lío. Al no haber Copa Chile, ese cupo tiene que resolverse de otra forma. ¿El 4° de la tabla 2020 o el primero de la ponderada que no haya clasificado a la Libertadores? Está por verse.