Manchester vuelve a ser rojo. Al menos en la Premier League. El United venció 2-0 al City de Pep Guardiola en un partido donde los errores de Ederson, el portero “ciudadano”, fueron claves. De esta manera, los Diablos Rojos se quedaron con los dos derbis de la liga, algo que no sucedía desde la campaña 2009/10, con Sir Alex Ferguson a la cabeza.
El cotejo, bien disputado desde el primer minuto, comenzó a desbalancearse justo a la media hora de partido, cuando Anthony Martial conectó un remate desde la izquierda del área tras una jugada preparada de Bruno Fernandes. Ederson, pese a que el disparo no era demasiado fuerte, permitió que el balón se colara por abajo de su cuerpo y se convirtiera en la apertura de la cuenta en Old Trafford.
Comenzando el segundo tiempo se invalidó el empate del Kun Agüero por una milimétrica posición adelantada. A los pocos minutos, Ederson volvió a mostrar inseguridad al intentar salir jugando con los pies y sucumbir a la presión de Martial, que por poco le roba la pelota.
El City se abocó al empate y los Reds se dispusieron al contragolpe. Sin embargo, la poca influencia de Sterling en la delantera citizen no provocó mayores peligros para David De Gea, que tuvo una gran jornada.
El último yerro garrafal de Ederson —y que terminó costándole el partido al cuadro Sky Blue—, sucedió en los descuentos: un saque largo con la mano no encontró a nadie más que a Scott McTominay, que desde 30 metros y de primera decretó el 2-0 final y la algarabía en el Teatro de los Sueños.
Con este triunfo, el United queda en la quinta posición de la tabla, a solo una unidad de la zona de Champions League. Además, la derrota del City deja la liga a tiro del Liverpool, que solo debe obtener dos triunfos más para decretarse campeón de Inglaterra por primera vez desde que el campeonato comenzó a denominarse Premier League.