Poco a poco, Colo Colo comienza a proyectar la celebración de su centenario, en 2025. Este viernes, a las 13.30, la institución realizará el anuncio sobre la remodelación del estadio Monumental. Un tema que tomó de sorpresa a una buena parte de la mesa que encabeza Alfredo Stöhwing. De hecho, en la última reunión de directorio de marzo no se dieron mayores luces acerca de la materia. Esa cita, además, fue la última con la conformación original, ya que ahí se produjo la renuncia de Eduardo Loyola, lo que obligó a convocar a una Junta de Accionistas para el 26 de abril, donde se definirá la nueva testera de Blanco y Negro.
De todos modos, a fines del año pasado, se autorizó la contratación de Claudio Gómez como coordinador general del proyecto. Sin embargo, varios integrantes de ByN, especialmente desde la oposición, afirman que no se puede tomar decisiones sin conversarlas con los demás integrantes. “Los proyectos no son institucionales, son personales”, señala uno de los miembros.
El mecanismo
En 2022 hubo algunas conversaciones para ver cómo levantar este proyecto, llegaron propuestas de negocio y otras opciones de financiamiento para la gran obra que se pretende realizar en el recinto de Colo Colo. Asimismo, el Club Social se opuso tajantemente a una extensión del contrato de concesión. Así, la única manera de que esto suceda es que Blanco y Negro pague la deuda contraída con el Estado tras levantar la quiebra, lo que le permitiría quedarse con el 50% de las acciones. En caso, contrario, de no pagar la totalidad de la deuda cuando venza el actual vínculo, el 99% será para el CSyD Colo Colo.
En entrevista con El Deportivo, Alfredo Stöhwing afirmó que extender el contrato de concesión le garantizaría estabilidad al proyecto y planteó que la entidad que encabeza Matías Camacho tiene la voluntad para que ello ocurra, a diferencia de lo planteado el año pasado por el timonel de la corporación. “Hay que conversarlo con el Club Social y Deportivo. Depende de la cantidad de años. Probablemente, pero no creo que se opongan a una cosa que es de beneficio para la institución y que, al final, va a quedar para el Club Social y Deportivo”, sostuvo: Y no sé quedó ahí. “Yo creo que están bastante dispuestos. Tienen que aprobarlo en una asamblea, pero creo que van a estar dispuestos, si es por el beneficio del club”, aseguró.
Otra opción es pagar los cerca de $ 13 mil millones de la deuda que motivó la quiebra. “Han estado escasas las arcas, así que nunca se ha podido. O sea, se paga anualmente la cuota que corresponde, pero, efectivamente, se ha avanzado poco, así que está pendiente. Es una materia a llevar a cabo más adelante”, confesó.
Una cláusula especial
En la última memoria del ejercicio 2023 de Blanco y Negro, un párrafo llama la atención sobre el resto. “Al 31 de diciembre de 2020, y producto del análisis detallado del contrato de concesión, efectuado por terceros expertos por encargo de la administración de BNSA, se concluyó que, independientemente de quien mantenga la propiedad de BNSA a la fecha de renovación, esta podrá hacer uso unilateral de la opción de extensión, por un periodo de, al menos 30 años”, comienza señalando.
“Dado lo anterior, la Administración ha decidido que hará uso de la opción de la extensión del contrato de concesión, dando origen a un cambio de estimación contable de la vida útil del mencionado intangible, generando un aumento en el periodo de amortización del intangible y un aumento del periodo en el cual se espera obtener flujos de la concesión. Los efectos contables asociados serán un menor cargo en los resultados de los ejercicios futuros, por la amortización de dicho activo en forma prospectiva, por extensión de la vida útil hasta el año 2065 (menor cargo por amortización a contar del año 2021, con una amortización anual de MM$ 230 aproximado en comparación con los MM$ 669 hasta el año 2020)”, concluye.
La terminología utilizada invita a pensar que eventualmente se podría interpretar como la extensión del periodo de Blanco y Negro como máximo controlador. De hecho, en su momento, Edmundo Valladares y José Miguel Sanhueza, en su calidad de representantes del Club Social y Deportivo en el directorio, plantearon su inquietud por esta información. Sin embargo, la respuesta que recibieron, y así quedó estipulado en las actas del directorio, es que esta indicación solamente tenía que ver con la estimación contable de la sociedad anónima, ya que más allá del porcentaje accionario que tenga en 2035, la concesionaria no deja de existir.
Precisamente, el hecho de que la sociedad anónima no desaparezca después de esa fecha, también ha sido pensado en algunos sectores del CSyD como un motivo más que suficiente para no estirar la concesión con el fin de garantizar estabilidad en caso de un eventual modelo de naming rights.