Si José Pedro Fuenzalida no fue el mejor del empate (que debió ser triunfo) de la UC en Colombia ante América de Cali, pega en el palo. La aseveración bien vale en la mayoría de los duelos que Chapita disputa con los cruzados.

John Armijo, quien lo tuvo como pupilo cuando fue preparador físico de la Selección con Bielsa y de la UC con Quinteros, dice del extremo: “Es un jugador atípico. Habitualmente se cuida demasiado en su estado de forma. Es muy responsable no tan solo con el entrenamiento, si no que también con sus comidas. Hace todo lo que puede realizar para mantenerse bien física, técnica, táctica y psicológicamente en el juego”.

Hernán Torres también fue PF del Chapa en la Selección: “Su rendimiento responde a su calidad de vida, a su formación intelectual, a su formación emocional. No me sorprende su rendimiento”, dice.

Y es que pareciera que la Católica tiene a su propio Benjamin Button, ese personaje caracterizado por el actor Brad Pitt y cuya paradoja es envejecer rejuveneciendo. Fuenzalida, como en la película, partido a partido parece un poco más joven y enérgico que el anterior. Y eso que en febrero ya cumplirá 36.

Ante Cali, su banda, la diestra, fue la zona que más utilizó la UC para atacar. Y por masacre. El reporte post partido de la transmisión oficial dice que el 51,3% de los embates universitarios fueron por ahí, versus 21,5% por el centro y 27,2% por la izquierda).

Asimismo, los ataques del elenco caleño se dieron en menor cantidad por el costado del Chapa, con 30,8%. La banda de Rebolledo, en tanto, fue usada en el 44,6% de los intentos de los Diablos Rojos.

“Con 35 años fue la figura y todos hablan del gran desempeño. En Colombia hablan maravillas”, señala Jorge Aravena, quien jugara entre 1986 y 1988 en el Deportivo Cali.

El mapa de calor de Fuenzalida de su duelo en tierras cafetaleras también es decidor. Hay marcas de posicionamiento a lo largo de casi toda la banda diestra. Y lo que es más notorio aún, si se compara con el colocolino Óscar Opazo, el otro lateral derecho chileno que jugó la semana pasada por Copa Libertadores, la diferencia es abismal. En el caso del Torta apenas dos manchitas pasadas la mitad de cancha y un gran manchón en la zona defensiva propia.

“Lo ponen de puntero, juega bien; de volante y de lateral también. Es un jugador muy inteligente, se sabe mover en la cancha. Maneja perfectamente bien todo el sector derecho”, agrega Aravena.

El PF Armijo dice que hay otras razones que también explican lo buen jugador que resulta ser Fuenzalida. La experiencia y su formación le van dando cada vez más realce. “El Chapa también estudió y eso de alguna manera lo hace un jugador más pensante, alguien mucho más preparado con lo que tiene que realizar”.

“Se nota que hay una dedicación absoluta a su profesión. Parece un muchacho de 20. No creo que la vida del futbolista se esté alargando. Son excepciones nomás. Hay algunos que ya no rinden a esta edad. Es un caso excepción. Ha sido un jugador de Selección, rindió y fue campeón en la UC y Colo Colo y mantiene la regularidad. Es un jugador que yo admiro, cómo no”, Aravena.

“Es un jugador completo, integral, que tiene cubiertas todas sus cualidades y no solamente de ahora. Ha cambiado quizás ser mucho más táctico y pensante dentro de lo que hace, pero siempre ha sido un jugador que físicamente ha resaltado del resto. Sobre todo en cualidades que tienen que ver con la velocidad, la aceleración, el tiempo de reacción, la resistencia, la fuerza, la potencia... es un tipo que habitualmente sus cualidades físicas están a tope. Y ha tenido muy poquitas lesiones en su carrera”, concuerda Armijo.

El fin de semana al Chapa le dieron descanso. Y la UC lo sintió. Esta noche vuelve a la cancha y será clave, como siempre, su rendimiento. La UC visita a Gremio (19.15) en un partido clave pensando en el futuro del equipo a nivel internacional. No perder es fundamental y la franja espera contar nuevamente con su Benjamin Button.