Gustavo Poyet dejó de ser el técnico de Universidad Católica. El uruguayo, que llegó a fines de febrero, tuvo unas palabras de despedida del club, en el que ganó la Supercopa y clasificó hasta octavos de final de la Copa Libertadores.
“No es muy lindo estar en esta posición. Vine a Chile por un reto profesional. Católica me dio esa oportunidad. Hubo muchos momentos en que me entusiasmé, pero no pudimos lograr la racha de triunfos y consistencia, sobre todo, en el torneo local, lo que no nos permitió estar en la punta”, dijo en un comienzo.
“Íbamos logrando los objetivos, la Supercopa, la clasificación en la Copa Libertadores, después de tantos años. Uno se entusiasma y piensa que esa racha de victorias van a llegar, pero no sucedió. Después de una reunión muy amistosa con el presi y con Tati, decidimos que lo mejor era separarnos, sin más, entendiendo lo que pasó”, agregó.
“Aprendí mucho. Una experiencia espectacular, orgulloso de venir a este club. Mi opinión no cambia en nada por estar en esa situación. Agradecerle al presi, al Tati, a los directivos que estuvieron cerca, y a todos en la Casa Cruzada”, señaló.
Por último, también tuvo palabras para los hinchas y el plantel. “En particular quiero agradecer al hincha, pero la respuesta que tuve de la gente de la calle ha sido especacular, con mucho respeto. Le agradezco al hincha. Un muy especial agradecimiento a los jugadores, me ayudaron, los discutimos, lo intentaron. Y un poquito más especial a Panos y a Diego, que vinieron conmigo, al flaco Paulucci. Ahora le deseamos lo mejor, en búsqueda del último objetivo, que es el más importante, que es el tetracampeonato. Muchas gracias y suerte a todos”, finalizó el charrúa.