Ya en el segundo tiempo, Coquimbo y Cobresal disputaban un parejo encuentro en el Francisco Sánchez Rumoroso. Ambas escuadras habían tenido oportunidades para abrir la cuenta, pero las desperdiciaron, en un partido crucial para Piratas y Mineros. Sin embargo, la paridad se rompió en el minuto 66, y de una forma sorpresiva: Marcelo Cañete filtró un balón para Juan Carlos Gaete, quien enfrentó mano a mano al portero Matías Cano que, en lugar de achicar con el cuerpo, decide intentar robar la pelota con los pies. La jugada acabó con Cano en el piso y el delantero albinaranja definiendo con el arco vacío.

Posterior al gol, el arquero se paró y miró el pasto, incrédulo. Luego animó a sus compañeros, quienes sintieron el golpe del tanto recibido y el trajín de las últimas semanas. Al final, ese error costó el partido y puntos fundamentales para evitar el descenso.