En Universidad de Chile siempre ha estado el deseo de repatriar a Eduardo Vargas. El delantero chileno, quien brillara como la figura del equipo durante la época de Jorge Sampaoli, ganándose incluso el premio al máximo anotador de la Copa Sudamericana 2011, es uno de los futbolistas que cada temporada ilusiona a los hinchas estudiantiles con su regreso a La Cisterna. Más cuando Eugenio Mena, el otro futbolista que se buscaba repatriar, terminó firmando en Universidad Católica, el clásico rival.
Lo cierto es que hace unas semanas, en Azul Azul le ofrecieron al bicampeón de América retornar a la U para la temporada 2023, según información recabada por El Deportivo. La idea de la concesionaria era dar un golpe al mercado. Es por esto, que la dirigencia le consultó a Fernando Felicevich, su representante, la opción de allanar su arribo a la U.
La operación no era fácil. En abril de 2022, Turboman renovó con Atlético Mineiro hasta diciembre de 2024. con un elevado sueldo que no se paga en Chile. A favor de la concesionaria estaban los antecedentes de que el atacante no lo estaba pasando bien durante los últimos meses en su club.
En la memoria estaba cuando el atacante fue increpado por los hinchas por su bajo rendimiento. Lo acusaron de poco compromiso con el club. Había sido expulsado frente a Palmeiras, a los pocos minutos de haber ingresado, en la eliminación del elenco de Belo Horizonte en los cuartos de final de la Copa Libertadores.
“La afición es el mayor activo del club. Respeta al Galo. Sales de noche. Si es de noche, te vamos a buscar. Sabemos que vas a varios clubes”, le dijeron los fanáticos en la salida del entrenamiento. “Si no estás satisfecho, puedes pedir caminar”, agregaron. Hulk, su compañero, intercedió. “No es falta de actitud, ni de voluntad. Todos los partidos damos lo mejor de nosotros, creamos innumerables chances de gol, sólo falta que entre la pelota y las victorias van a volver, ustedes tienen que confiar en nosotros y nosotros vamos a confiar en ustedes”, dijo.
Eduardo Vargas pasó desde ese momento a la lista de cortados por el club. Sumaba pocos minutos. Y en una entrevista revelaba la depresión que lo afectaba durante esos meses. “Después de la expulsión, caí en depresión. Sentí que no quería nada. No quería salir a la calle, no quería ir al supermercado. Incluso mis hijos vinieron el fin de semana”, dijo el ariete. “Estoy enfocado en revertir toda esta situación. Intentar, en estos últimos tres meses, ser convocado nuevamente y mostrar todas las ganas que tengo de cambiar la situación. Y luego el club dirá si estoy bien. Si me quieren, me quedo”.
Más allá de su difícil momento en Brasil, Eduardo Vargas respondió de manera negativa al ofrecimiento de la U. Avisó que no tiene contemplado retornar a Chile. Lo conversó con sus más cercanos, quienes le recomendaron seguir jugando fuera del país. Su decisión fue respaldada por la idea de su agente, que no comparte de que los futbolistas deban retornar a Chile a retirarse. “No lo veo como un paso necesario. No tienen nada que cerrar. Hicieron unas carreras maravillosas. El final de la carrera en el club de sus amores no es un paso que me parezca obligatorio ni necesario”, dijo Felicevich en entrevista con El Deportivo.
Su decisión, sin embargo, parece haber sido correcta. Hoy Vargas tiene un renacer en Brasil que le ha valido el reconocimiento de la parcialidad de su club. Lleva tres goles en la misma cantidad de encuentros. Incluso, hace un par de días, Cuca, el estratega de Atlético Mineiro, reconoció que el jugador estuvo en la lista de despedidos.
“En el fútbol todo cambia, ¿no? Él estaba hasta hace poco en la lista de despedidos, pero hoy ya no está. Todo cambia, todo cambia”, comenzó señalando el estratega brasileño. “Vargas se preparó bien y hoy es un guerrero en la cancha, que corre, pelea, lucha por el balón y abre espacios, hace diagonales y cabecea. Estamos muy contentos con él”, cerró.