Minneapolis nuevamente es el centro de protestas contra la violencia policial hacia la población negra. Daunte Wright, afroamericano de 20 años, murió este domingo en Brooklyn Center, al noreste de la ciudad, tras ser baleado por una agente de la policía de Minnesota, mientras era detenido por una infracción de tráfico. El hecho revivió la molestia de los estadounidenses por la brutalidad de las fuerzas de orden público y ocurre justo en un momento sensible para la urbe, ya que que se desarrolla la tercera semana del juicio contra el expolicía Derek Chauvin, acusado de matar a George Floyd, tras asfixiarlo con la rodilla en el cuello, en mayo de 2020.
En medio de este escenario, que llevó incluso al alcalde Mike Elliot a decretar toque de queda y suspender las clases presenciales, debido a las manifestaciones, varias federaciones deportivas de Estados Unidos suspendieron los partidos que tenían programados. Por ejemplo, la Major League Baseball (MLB) aplazó el duelo entre Minnesota Twins y los Boston Red Sox. Mientras que la National Hockey League (NHL) pospuso el compromiso entre Minnesota Wild y St. Louis Blues. La National Basketball Asociation (NBA) hizo lo propio con el encuentro que este lunes debían disputar Minnesota Timberwolves y Brooklyn Nets.
“El trágico suceso que le costó la vida a Daunte Wright, una vez más deja a nuestra comunidad de luto. Después de consultar con la Liga y los funcionarios locales y estatales, creemos que posponer el juego de esta noche contra los Brooklyn Nets es la mejor decisión”, señalaron los Timberwolves, mediante un comunicado.
No es la primera vez que el deporte estadounidense se moviliza y suspende sus actividades por hechos de violencia. Ya ocurrió el año pasado tras el asesinato de George Floyd y, en agosto, de Jakob Blake, otro afroamericano, lo que motivó que la gran mayoría de los jugadores y técnicos se hincara con una rodilla al piso en señal de protesta, antes de cada partido, y usaran camisetas con la leyenda Black Lives Matter.