El clásico del Pacífico se cruza otra vez en el camino de Reinaldo Rueda. La estadística en Eliminatorias es alentadora, ya que Chile nunca ha perdido ante Perú, en Santiago, camino a un Mundial. Sin embargo, el recuerdo más inmediato, en cualquier competencia, no es auspicioso para el técnico colombiano. Fue en la Copa América de Brasil 2019, cuando los de Rímac golearon 3-0 a la Roja, resultado que la privó de su tercera final consecutiva a nivel continental.

Ahora el escenario será el Estadio Nacional y no el Arena do Gremio. La responsabilidad total recae en la selección chilena. El triunfo es obligatorio, sobre todo, luego de haber dejado escapar dos puntos de local ante Colombia, en la segunda fecha. Cualquier otro resultado complicará las opciones del representativo de clasificar al Mundial de Qatar, más allá de que aún quedará un largo camino por recorrer.

Hay más en juego que solo tres puntos. Se trata de la confianza en un conjunto; en la nueva generación; en los llamados a reemplazar a las estrellas de la generación dorada; en el proyecto de Reinaldo Rueda y, por supuesto, en la gestión de la ANFP, incapaz de asegurarle a todos los jugadores que el DT quería para la primera fecha doble. Todos están bajo presión.

“Tenemos que sumar. Estamos con un punto, actualmente. Un punto mezquino que tendría que haber sido más. Nosotros tenemos que ir por los seis puntos. Eso es lo ideal, lo que nos sirve, lo que nos mantiene en carrera, vigentes. Es una clasificatoria muy estrecha. Vieron a Colombia cómo juega, Paraguay, Ecuador. Tienen muy buen nivel futbolístico. La competencia va a estar muy estrecha. Tenemos que ir por los seis puntos”, advirtió Pablo Milad, presidente de la ANFP, este lunes.

Lo cierto es que el timonel está feliz con Rueda. Desde que asumió con polémica el mando de Quilín, el 30 de julio, ambos han tenido una comunicación fluida y estrecharon lazos. De hecho, tienen un plan para potenciar las selecciones menores y la búsqueda de talentos jóvenes que pondrán en marcha en diciembre, el cual les genera mucho entusiasmo.

Por eso, en la asociación ni se habla de la continuidad del entrenador, que además dejó una buena impresión ante sus jefes en las primeras dos fechas, donde consideran que “con poco hizo mucho”, en referencia a las bajas de Erick Pulgar, Gary Medel, Guillermo Maripan, Claudio Bravo, Fabián Orellana, Guillermo Soto y Andrés Vilches, entre otros.

Sin embargo, la presión está. Chile tiene que empezar a ganar y en eso todos coinciden en la federación. En la ANFP necesitan que la Roja sume, no solo por lo deportivo, sino también por lo económico. En el último Consejo de Presidentes la información que se entregó respecto a la situación financiera de Quilín dejó muy preocupados a los clubes.

No hay plata. Esa era, en síntesis, la principal conclusión. Dada esa realidad, en la sede hay inquietud, porque si la Roja se vuelve a enredar, el entusiasmo de los hinchas decaerá. Eso preocupa, porque justamente la asociación necesita que el entusiasmo se mantenga, para que la venta de entradas y de abonos no sea un fracaso cuando se autorice la vuelta del público a los estadios.

De ahí que Milad intentara con tanta urgencia que se permitiera la presencia de hinchas este viernes, ante Perú. No era meramente para hacer sentir la localía. “No hay plata para pagar una indemnización”, admiten en Quilín. En el contrato del DT con la ANFP hay una cláusula espejo. Si alguno quiere rescindir el vínculo antes de tiempo tiene que desembolsar casi US$ 2 millones.

La presión ya está. Siempre ha estado, dicen en Juan Pinto Durán, donde hay confianza. “Estamos convencidos de que podemos sacar los seis puntos”, lanzó Claudio Baeza, ayer. De lograrlo, todos respirarán más aliviados en Peñalolén.