Hace un mes, Chile estaba prácticamente eliminado de Qatar 2022. La derrota con Perú, en Lima, dejaba a la Roja con el ánimo por el suelo, destruida y con muy pocas esperanzas de clasificar al Mundial. El escenario era pesimista, el peor posible para recibir a Paraguay, en San Carlos de Apoquindo. Sin embargo, contra todos los pronósticos, la Selección venció a la Albirroja y comenzó su resurrección en las Eliminatorias.

Esta noche, Chile vuelve a verse las caras con el combinado guaraní, aunque con un ambiente totalmente distinto al que existía en octubre. Hoy, el equipo de Martín Lasarte está lleno de ilusión y optimismo, porque la Copa del Mundo no se ve tan lejana como hace 31 días. Ir a Qatar aún depende de un milagro, pero si hay algo que sobra ahora en Pinto Durán es fe.

“No creo estar en un estado en el que venda humo, pero tenemos vida y creemos en eso”, sostuvo Machete, este martes. Una declaración muy distinta a la que brindó en la capital peruana, el mes pasado, tras la fea caída ante el cuadro de Ricardo Gareca. “Así como terminamos jugando, es difícil pensar en clasificar”, advirtió aquella vez. Un cambio en el discurso que se origina tras los revitalizadores triunfos ante Paraguay y Venezuela.

Ambas victorias le devolvieron la vida a la Roja. No obstante, aún le queda mucho camino por recorrer. Seis finales, aseguró Lasarte. La primera de ellas ante una selección siempre difícil como la Albirroja. Y más en el Defensores del Chaco, el estadio que es su casa, donde se hace muy fuerte.

Tampoco se trata del mismo rival que decepcionó en la precordillera y al que Chile venció sin apelación por 2-0, con goles de Ben Brereton y Mauricio Isla. No. Este será un equipo distinto, hasta desconocido, porque ya no está Eduardo Berizzo en la banca. Ahoro será Guillermo Barros Schelotto quien pondrá a prueba la resistencia del conjunto criollo.

El Mellizo hará su debut justo en un duelo que la prensa local ha calificado como crucial. Y cómo no, si los guaraníes marchan octavos con 12 puntos, uno menos que la selección chilena, sexta, a tres unidades del repechaje y de la zona de clasificación directa.

“Tenemos que enfrentar a cada rival y tratar de ganar para llevar a Paraguay al Mundial. Nos vamos a preparar para ganarle a Chile y representar bien la camiseta”, dijo Barros Schelotto, extécnico de Boca Juniors.

Será un duelo de equipos parejos, que se jugarán la vida en la noche asunceña. Los locales lo saben muy bien. “Chile es un rival directo. En el último partido con ellos no hicimos un partido correcto, nos equivocamos y tenemos que demostrar que somos un equipo ordenado, intenso y que podemos atacar”, señaló Gustavo Gómez, capitán guaraní.

La Roja tendrá bajas importantes, como las de Charles Aránguiz (lesión), Erick Pulgar (suspensión) y Mauricio Isla (contacto estrecho de un positivo por Covid-19). Para colmo, Eduardo Vargas, segundo goleador histórico detrás de Alexis Sánchez, todavía está resentido del tobillo derecho. Su presencia en el compromiso de esta noche no está clara.

Por eso, Lasarte prepara varios cambios, como el ingreso de Marcelino Núñez. El volante de Universidad Católica será una especie de lateral volante por la derecha, función que ya cumplió en la Copa Libertadores 2021, ante Atlético Nacional de Medellín. Gary Medel, quien llega en un gran momento, desdoblará funciones como líbero y volante. Arriba, Ben Brereton y el Niño Maravilla serán los encargados de vulnerar la siempre compacta zaga paraguaya, dupla de ataque que estará alimentada por Diego Valdés y Arturo Vidal.

Asunción no es inexpugnable para la Roja, que sabe de triunfos en esas tierras. Por eso, hay mucha fe en el vestuario nacional, que hace un mes saboreaba la amargura de una eliminación segura, pero que hoy vuelve a creer como nunca en el sueño de ir al Mundial.

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