La ANFP define a su presidente. Pablo Milad va por la reelección. Lorenzo Antillo y Fernando Aguad, por desplazarlo del máximo puesto en Quilín. Cada uno expuso sus programas a los clubes, en el marco de las respectivas campañas. Y en cada uno de esos planes están las ideas para desarrollar al fútbol chileno. Ese es, al menos teóricamente, el principal objetivo que persiguen.
Hay otro que probablemente no sea prioritario, pero que es igualmente trascendente. Quien triunfe en los comicios representará al fútbol chileno en la Conmebol. Y en esa condición, se hará acreedor de un estímulo adicional: los US$ 20 mil que la confederación sudamericana les entrega a cada uno de los timoneles de las federaciones que integran el Consejo. También los perciben los dos representantes que el bloque tiene en la FIFA. En pesos chilenos, a razón del valor de hoy, se trata de $ 18.380.000. A esa cifra hay que agregarle otros US$ 15 mil, que se agregan por ocupar una de las vicepresidencias del organismo, cargo que detenta Milad. Vale decir, otros $ 13.785.000.
Reglas claras
La Conmebol paga en la moneda americana. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedía en épocas anteriores, pero no tan lejanas, ya no lo hace en billetes físicos. El FIFAGate remeció las estructuras del organismo y, por cierto, obligó a modificar sus prácticas. A modernizarlas y, en definitiva, a darles la formalidad que antes no tenía, lo que se prestaba para serias irregularidades.
Desde la gestión de Alejandro Domínguez, quien asumió en 2016, cuando la catástrofe en el balompié universal, que todavía mantiene bajo vigilancia de la justicia a varios dirigentes, entre ellos el chileno Sergio Jadue, todo se paga a través de los bancos. Ese mecanismo incluye desde los árbitros, los delegados, los comisarios que controlan los respectivos partidos hasta los millonarios recursos que les llegan a los timoneles.
En Luque se ejerce un estricto control. Solo una ve que la información es verificada por oficiales de cumplimiento, se autorizan los respectivos pagos, que se realizan a través de los bancos de los que sean clientes los respectivos destinatarios. “Hay una trazabilidad de banco a banco”, dice una fuente del organismo.
La realidad dista radicalmente de la que se vivía en otras épocas, donde se llegaba a pagarles a los árbitros en los vestuarios o bajo algún árbol. La última referencia no es figurativa.
Impuestos al día
Un beneficiario de recursos provenientes de la Conmebol da fe del sistema. “Desde que llegó Domínguez, el pago es a través de una boleta. Ellos transfieren al banco en Chile. Los dólares llegan al banco y hay que ir a sacarlos de forma presencial, o a través de un ejecutivo, que haga el proceso de pasarlo a pesos chilenos y luego a nuestras cuentas. Si alguien tiene cuenta en dólares, el traspaso es directo. Desde el ejecutivo a esa cuenta”, explica.
La tributación es una preocupación fundamental. “Los impuestos los pagamos nosotros, a través del formulario el F29. Se pagan en Chile. Sale bastante caro, por cierto”, grafica.
En el caso de los dirigentes, es lo mismo. Milad, por ejemplo, debe emitir una boleta de honorarios, que en Chile están sujetas a una retención de un 11,5 por ciento de impuestos. Lo que recauda se considera en el cálculo del impuesto global complementario. Las boletas consigan en su glosa la leyenda “confederación de fútbol profesional”.
La boleta respectiva se descarga del sitio del Servicio de Impuestos Internos y se envía vía correo electrónico a la Unidad de Finanzas de la Conmebol. Solo después de ese trámite, la confederación emite el pago que, efectivamente, se realiza entre bancos. La retención se puede pagar de dos formas: completa a fin de año o mensualmente.
Lo que más se enfatiza, en cualquier caso, es la inviolabilidad del sistema. “Si no hay una emisión del SII chileno, la Conmebol no paga nada. Todo lo que se emite a la Conmebol paga impuestos. Una subcomisión que está a cargo de los pagos de los miembros de la Conmebol y esta integrada por gente independiente, que es elegida cada cierto tiempo, precisamente para evitar vicios”, explica un conocedor del mecanismo. La directora de cumplimiento, Graciela Garay, está encima del proceso.