Pese a todos sus éxitos, Pep Guardiola aún no puede sonreír junto al Manchester City en la Champions League. El catalán arribó a mediadios de 2016 a Inglaterra en reemplazo de Manuel Pellegrini, con la promesa de llevar a los ciudadanos a levantar la Copa de Campeones, algo que aún no consigue.

De hecho, desde su llegada al Etihad solo ha llegado hasta cuartos de final de la competencia, sin colocar jamás al equipo entre los cuatro mejores de Europa. Lo que sí consiguió su antecesor en la campaña 2015-16, tras sufrir bastante. Superó en cuartos al PSG (3-2 global), cayendo en semifinal ante el Real Madrid.

Se esperaba que fuese Guardiola quien consiguiera encaminar a los citizens a las glorias continentales, para eso fue fichado con seis meses de anticipación. Además de sus buenas temporadas junto al Barcelona, el español llegó a Inglaterra con un palmarés de tres semifinales junto al Bayern Munich, en su primera temporada en Manchester se fue eliminado en octavos ante el Mónaco.

En la siguiente temporada mejoró, y aunque consiguió plasmar su filosofía de juego al equipo, se fue eliminado en cuartos de final frente al Liverpool, subcampeón en esa temporada de Europa. Parecía que la tercera iba a ser la vencida, pero el Tottenham de Pochettino fue su verdugo, también en cuartos.

Y ahora, continuó estirando su mala racha. Pese a la mayor jerarquía que tenía en el papel, el Lyon supo arruinar su fiesta en una Champions League extraña, marcada por la pandemia del coronavirus.