La U fue incapaz de superar a un batallador y digno Fernández Vial
Los azules no pudieron plasmar la diferencia de categoría y empataron 1-1 ante el Almirante, en Rancagua. Kevin Harbottle y Arturo Sanhueza sostuvieron al elenco de Concepción, que resistió de buena forma.
Universidad de Chile apenas empató 1-1 con Arturo Fernández Vial, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Chile. La diferencia de categorías era evidente, pero en la cancha no se notó demasiado. Con muy poco, el Almirante complicó muchísimo a los azules, que fueron incapaces de superar a una escuadra que venía sin fútbol y que hasta hace poco estaba en Segunda División.
De hecho, fue la visita la que abrió la cuenta en Rancagua, con un derechazo cruzado de Bastián Solano, tras un tiro libre, a los 15′. El defensa conectó una pelota que se coló en el primer palo del arquero Fernando de Paul. Era la sorpresa en el estadio El Teniente.
La U intentó reaccionar, pero le costó generar peligro real. Es cierto, se le hacía fácil llegar a tres cuartos de cancha, pero más que nada por la inexperencia de los jugadores penquistas, en su mayoría jóvenes. Sin embargo, pese a lo rápido que llegaban al arco contrario, los estudiantiles fallaban en la puntada final.
El partido, que en el papel parecía un trámite para el local, poco a poco se le fue complicando. Y no solo por el hecho de estar abajo en el marcador y por la falta de claridad en la ofensiva, sino también porque los azules sufrían mucho con los contragolpes, principalmente, a causa de la rapidez de Kevin Harbottle y la pausa de Arturo Sanhueza, que a sus 42 años es el caudillo del cuadro aurinegro.
Aquello hizo que la desesperación y la impotencia se apoderan del equipo laico, que cayó en el juego brusco y en las provocaciones de la visita. Uno de los más molestos era Joaquín Larrivey, quien fue amonestado tras un entrevero con Solano.
Hasta que el propio goleador argentino se sacó la rabia y marcó el empate con un suave disparo, tras una buena jugada de Brandon Cortés por el sector izquierdo del área, que contó con la complicidad de una pasiva zaga penquista (42′). Era el 1-1 y así se iban al descanso.
La U intentó marcar diferencias con presión alta en el segundo tiempo, pero con poca profundidad. Salvo un cabezazo de Larrivey, que se fue por muy poco, la U no inquietó mucho más el pórtico de Gustavo Merino y la visita aguantó bien.
Para colmo, Osvaldo González fue reemplazado en el entretiempo por molestias físicas, mientras que Yonathan Andía, que jugó de lateral izquierdo, también se retiró con problemas, cuando apenas comenzaba el complemento.
Las diferencias entre un equipo de Primera División y uno que hasta hace poco estaba en la tercera categoría del profesionalismo apenas se notaron. En ese sentido, el equipo comandado por Claudio Rojas, que jugará en Primera B tras el castigo a Lautaro de Buin, hizo un muy digno papel en El Teniente, a diferencia del cuado dirigido por Esteban Valencia, que quedó en deuda. La revancha se jugará el domingo, en el estadio Ester Roa, de Concepción, a las 15 horas.
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