Universidad de Chile tenía la inmejorable opción de encaramarse en los primeros puestos del Torneo Nacional. Además, un triunfo era vital para llegar anímicamente bien al clásico con Universidad Católica, el tricampeón del fútbol chileno. Sin embargo, Ñublense fue un rival demasiado duro para los azules, que nunca pudieron ejercer superioridad sobre los chillanejos. Incluso, pudieron perder el partido, pero se salvaron gracias a la chambonada de Mathías Pinto. Pese a abrir la cuenta a los 88′, fueron incapaces de mantener la ventaja. Un torpe e inocente penal de Osvaldo González dejó el marcador 1-1, en Rancagua. La U se llena de dudas previo al choque con los cruzados.
Eso sí, el partido comenzó con buena dinámica. Ambos equipos intentaron presionar la salida del equipo contrario y llegar rápido al arco rival, aunque con poca precisión, por lo que la intensidad se diluyó con los minutos.
La U avisó a través de un centro de Yonathan Andía que Marcelo Cañete no alcanzó a conectar. La pelota se fue por muy poco. Luego, fue Joaquín Larrivey quien entró solo al área chillaneja, pero no pudo batir al arquero Nicola Pérez, que achicó muy bien.
La visita tenía lo suyo también. La sociedad entre el lateral derecho Bernardo Cerezo y el extremo Maximiliano Torrealba le causó muchos problemas a Marcelo Morales. El puntero, que debutaba, sacó un par de centro muy peligrosos que encontraron atento al meta Cristóbal Campos, quien reemplazó al suspendido Fernando de Paul.
Con los dos equipos muy bien resguardados defensivamente, el partido entró en un pozo. Sin demasiados espacios, los escasos intentos fueron casi exclusivamente a través de remates de larga distancia. Primero, de Mario Sandoval, por los azules; luego, de Cerezo, por los rojos.
Mientras el local echaba de menos al desaparecido Cañete, intrascendente durante largos pasajes del partido, y también a Franco Lobos; en el cuadro forastero el que no aparecía era Fernando Cordero, de poca participación por la banda izquierda. Así se fueron al descanso, sin goles y muy preocupados de no perder.
Ya en el segundo tiempo, el técnico de la visita, Jaime García, sacó a Torrealba, pese a que hacía un buen partido. El problema es que el delantero estaba amonestado desde los 6′ y había rozado un par de veces la segunda amarilla.
No obstante, en su reemplazo ingresó Mathías Pinto, formado en la U. El atacante entró muy enchufado, por lo que la ofensiva chillaneja no perdió volumen ni calidad. En un hecho anecdótico, Pinto tuvo que entrar con una camiseta que no era la suya y que tenía un parche con su apellido escrito a mano. Además, el número 3 estaba borrado rústicamente, para que solo quedara visible el número 7, el que le correspondía al jugador.
Precisamente, fue Pinto quien estuvo muy cerca de abrir la cuenta. El delantero sacó un zapatazo con efecto desde la izquierda que se fue por muy poco. Los estudiantiles contestaron a través de Larrivey, que recibió de Cañete, pero desvió su remate cuando parecía que abría la cuenta.
Increíble error de Pinto
García mandó al campo a Roberto Gutiérrez a los 68′, en reemplazo de Cristian Bustamante. Tres minutos después, el Pájaro ya marcaba diferencias: recibió en el área, centró hacia atrás y dejó solo a Pinto. Sin embargo, el delantero formado en la U elevó su remate de forma imperdonable, en el área chica, cuando era más fácil hacer el gol que perderlo. Todos en Ñublense se tomaron la cabeza, incrédulos.
Pese a tener un mejor plantel, la U era incapaz de dominar a los rojos, que jugaban mejor y controlaban la pelota. Esteban Valencia decidió sacar a Cañete por Lucas Assadi, para darle mayor dinamismo al juego de la U. El Chelo salió muy molesto y golpeó los asientos de la banca con su bebida energética, muy disconforme.
En los últimos minutos, el encuentro en Rancagua se tornó ida y vuelta. La defensa azul quedaba mano a mano con los atacantes de la visita y los estudiantiles se llenaban de dudas de cara al clásico con el equipo de Gustavo Poyet. Parecía que todo terminaba en empate.
Sin embargo, Larrivey apareció una vez más para salvar a la U. El argentino conectó de cabeza a los 88′ un preciso tiro de esquina de Gonzalo Espinoza, lo que le daba a los estudiantiles tres puntos que no merecían, pero muy importantes desde todo ámbito.
Era cuestión de minutos para que los laicos celebraran una victoria sufrida, pero el Pájaro Gutiérrez luchó una pelota en el área y provocó el torpe penal de Osvaldo González, quien tocó el balón con el brazo abierto, en su intento por despejar.
El árbitro Nicolás Gamboa, quien cobró falta del excruzado en primera instancia, fue llamado por el VAR. Fue ahí, tras ver las imágenes, cuando cambió su decisión y cobró la pena máxima, ante los reclamos locales por una supuesta posición de adelanto. Nicolás Vargas ejecutó de manera impecable e igualó las cifras.
Un empate que le deja un muy mal sabor a Universidad de Chile, que no jugó bien y que fue superada por un humilde, pero bien trabajado Ñublense. Los azules se llenan de dudas a tres días del clásico universitario con la UC, el tricampeón del fútbol chileno, que tampoco llega en su mejor momento, tras caer ante Deportes Antofagasta.
FICHA DEL PARTIDO
Universidad de Chile 1-1 Ñublense
U. de Chile: Cristóbal Campos; Yonathan Andía, Osvaldo González, Ramón Arias, Marcelo Morales (90′+2′, Diego Carrasco); Sebastián Galani (67′, Gonzalo Espinoza), Mario Sandoval (90′+2′, Camilo Moya); Thomas Rodríguez (79′, José Gatica), Marcelo Cañete (79′, Lucas Assadi), Franco Lobos; Joaquín Larrivey. DT: Esteban Valencia.
Ñublense: Nicola Pérez; Bernardo Cerezo, Enzo Guerrero, Nicolás Vargas, Jovany Campusano; Esteban Carvajal (90′+2′, Rafael Caroca), Federico Mateos, Fernando Cordero (90′, Manuel Rivera); Maximiliano Torrealba (46′, Mathías Pinto), Nicolás Guerra, Cristián Bustamante (68′, Roberto Gutiérrez). DT: Jaime García.
Goles: 1-0, 88′, Larrivey, cabezazo (U); 1-1, 90′+7′, Vargas, penal (Ñ).
Árbitro: Nicolás Gamboa. Amonestó a Cañete, Rodríguez (U); Torrealba (Ñ).
Estadio: El Teniente, Rancagua. Sin público.