Tras probar varias fórmulas y luego de dos semanas de negociaciones, finalmente Gustavo Álvarez es el nuevo técnico de Universidad de Chile. O, al menos, está a un solo paso de serlo, porque aún falta la firma. Sin embargo, todo lo demás ya está acordado entre la U y Huachipato.
Esta tarde, alrededor de las 16 horas, Azul Azul se reunió con la regencia acerera. En dicha cita, ambas partes acercaron posiciones y llegaron a un acuerdo. Una de las principales trabas era el costo de la cláusula de salida del entrenador, que ascendía a US$ 800.000. Pues bien, el campeón del fútbol chileno aceptó el pago al contado de US$ 200.000, mientras que el resto se desembolsará dependiendo de una serie de variables que hasta ahora se mantienen en secreto.
¿Qué falta ahora? Algo que debería ser un mero trámite, pero que le dará la formalidad necesaria a la contratación del sucesor de Mauricio Pellegrino: que el directorio que preside Michael Clark vote y ratifique de manera oficial al ahora extécnico siderúrgico. Según fuentes conocedoras de la negociación, el contrato entre Álvarez y la U será por todo 2024, con la opción de renovar por un año más.
Una vez que se vote en la máxima instancia de la sociedad anónima, vendrá la presentación oficial y el argentino comenzará a trabajar en el Centro Deportivo Azul durante la primera semana de enero. Su gran objetivo será dejar atrás cinco años de malas campañas e intentar devolver a los universitarios a la pelea por el título y a las copas internacionales.
Así fue la negociación
Gustavo Álvarez siempre fue del gusto de la gerencia técnica que encabeza Manuel Mayo. De hecho, lo estaban siguiendo desde la primera rueda. De esta forma, y con la U prácticamente fuera de los torneos continentales de 2024, Azul Azul le comunicó a Pellegrino que su contrato no sería renovado. Aquello ocurrió previo a la última fecha del Torneo Nacional, ante Ñublense.
Una vez que se decidió no renovar el contrato de quien fuera DT de Vélez Sarsfield, la U armó una lista de posibles candidatos, siempre con el acerero como número uno. Luego del épico título conseguido en la última fecha, tras la derrota de Cobresal ante Unión Española, Clark y compañía estaban absolutamente convencidos de ir por el nacido en Lomas de Zamora.
Como una forma de mostrar respeto por el club para el cual trabajaba, Azul Azul le solicitó una reunión a los controladores de Huachipato. En dicha cita, los capitalinos informaron sus intenciones de contar con los servicios de Álvarez, quien tenía contrato hasta 2024 en la usina, pero al que, evidentemente, le interesaba la opción de dirigir a la U y también de vivir en Santiago.
Tras ello y con el sí del adiestrador en la mesa, la U le ofreció 200 mil dólares a los acereros como único pago por la cláusula de salida de 800 mil de la divisa estadounidense. El portazo de Huachipato fue rotundo, pues tenía considerado al técnico como parte fundamental del plan para conseguir el bicampeonato y lograr una buena participación en la Copa Libertadores.
Al final, esta tarde, la U mejoró su oferta y propuso pagar US$ 200 mil al contado, y una parte importante del resto de la cláusula en variables por objetivos. Por su parte, Huachipato también hizo un esfuerzo, considerando los deseos de su técnico campeón.
Ya con todos de acuerdo, ahora solo falta la ratificación oficial del directorio de Azul Azul, lo que asoma como un mero trámite. Luego vendrá la firma de los contratos y el anuncio de Gustavo Álvarez como el nuevo técnico de Universidad de Chile.