Pocas veces ocurre que un técnico interino irrumpa con tanta fuerza y éxito como pasó con Cristian Paulucci en Universidad Católica. El argentino asumió la banca cruzada tras el despido de Gustavo Poyet, el 30 de agosto, y de inmediato consiguió resultados. Dos triunfos seguidos ante Audax Italiano y Curicó Unido hicieron que la directiva decidiera suspender la búsqueda de entrenador y optara por mantenerlo hasta final de año. Un acierto, porque ahora la UC está a solo un punto de conquistar un histórico tetracampeonato de torneos largos. Sin embargo, ¿qué pasará con el futuro del DT estudiantil? ¿Seguirá al mando del primer equipo en 2022 o volverá a sus antiguas funciones?

Sin duda, será una de las grandes decisiones que tendrá que tomar el directorio de Cruzados y su gerente deportivo José María Buljubasich. Y también el propio Paulucci, quien, seguramente, tendrá bastante que decir al respecto. Y cómo no, si tiene muchísimo mérito en el auspicioso presente que viven los estudiantiles, una realidad completamente diferente a la de hace algunos meses, cuando todo era incertidumbre.

No obstante, en San Carlos de Apoquindo se lo toman con calma. No se apuran. La prudencia es lo que manda en la precordillera, en medio de una semana tan crucial e importante como esta, en la que están ad portas de lograr una hazaña inédita en el fútbol chileno. Nadie quiere desconcentrarse con asuntos que no involucren específicamente la cancha o el partido del sábado ante Everton.

Por eso, ambas partes conversarán recién al final del torneo, cuando todo haya terminado, con todas las cartas sobre la mesa. Está claro que la gestión de Paulucci siempre fue pensada hasta el cierre del campeonato. Ni él ni Cruzados se pusieron jamás en un escenario distinto a ese, que implicara continuar en 2022, por ejemplo.

Sin embargo, en el directorio asumen que hoy es un tema ineludible. Si Paulucci logra el tetracampeonato, prácticamente es imposible que deje el primer equipo. Evidentemente, tendrán que preguntarle si lo desea. Hace unos meses, su respuesta habría sido negativa, ya que no le entusiasmaba continuar más allá.

Hoy, según admiten sus cercanos, “le picó el bichito”. Se le abrió el apetito. Y cómo no, si el equipo plasmó rápidamente su idea de juego y entendió de inmediato su mensaje, con un enorme éxito, algo impensado hasta en el más optimista de los hinchas cruzados. Por eso, poco a poco fue cambiando su discurso y dejando la puerta cada vez más abierta a una posible continuidad. En definitiva, se entusiasmó.

“Yo creo que los intereses de la UC están por encima de mis intereses. No me planifico para más allá del próximo partido. Mi futuro depende del día a día, no puedo estar pensando tan lejos. Si lo hago bien, las oportunidades se abren”, sostuvo el DT hace un mes, cuando fue consultado, justamente, por la posibilidad de continuar el próximo año al mando del elenco de la franja.

Los continuos elogios de los jugadores al trabajo del transandino es otro factor a considerar. En la precordillera no quieren volver a cometer el mismo error que con Poyet, cuya idea de juego era muy distinta a la identidad del plantel estudiantil. En ese sentido, Paulucci ya tiene trabajo adelantado. Además, sería la primera vez desde Mario Salas que la UC podría darle continuidad a la labor de un técnico de un año a otro, ya que luego del Comandante todos se fueron a fin de temporada: Beñat San José, Gustavo Quinteros y Ariel Holan.

El capitán José Pedro Fuenzalida se mostró a favor de que el adiestrador se mantenga el próximo año. “La continuidad de Cristian se verá después, pero lo que hemos hecho durante este tiempo habla por sí solo. Yo solamente quiero agradecerle por el trabajo que se ha hecho durante este año”, sentenció.

De esta forma, si todo resulta como esperan en San Carlos de Apoquindo, la próxima semana estará plagada de celebraciones, pero también de decisiones muy importantes con respecto a las renovaciones de jugadores y, sobre todo, a la continuidad de Cristian Paulucci en la banca cruzada.

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