Matías Dituro forcejea con la UC. El arquero argentino quiere irse. En sus manos tiene una propuesta irrechazable: el Fatih Karagumruk, de la Superliga turca, pretende ahorrarse la cláusula de salida del jugador, que cuesta US$ 1 millón, o parte de ella, pero le garantiza al jugador un salario anual de US$ 800 mil dólares, el doble de lo que percibe en San Carlos de Apoquindo. Al menos para el golero, por donde se le mire, la propuesta es atractiva.
El club de Las Condes está estudiando el escenario. Tampoco lo descarta de plano. La partida del golero supone, en efecto, un alivio para las arcas del club, cuyos esfuerzos están orientados, por estos días, a la construcción del nuevo estadio, aunque sin descuidar el plano competitivo. Incluso observan que si Dituro deja el club quedará algún margen para reforzarse.
La última chance
El golero volvió a la UC después de un paso por el fútbol español, donde militó en el Celta. En el club ibérico querían retenerle, pero chocaron con la intención cruzada, particularmente por petición del técnico Ariel Holan, de que el golero retornara a los estudiantiles. Ahora, sin embargo, todos los elementos confluyen: la UC se sacaría una pesada mochila de encima, se libraría de un contrato que está fuera de los parámetros del fútbol chileno y liberaría recursos para potenciarse, en la medida de lo posible.
Dituro, por cierto, también celebraría. Fundamentalmente, porque a los 36 años está enfrente de la última posibilidad de firmar un contrato oneroso que, en alguna medida, le permita mirar con tranquilidad el futuro económico suyo y el de su grupo familiar. El golero llegó a la UC en 2018, después de brillar en Antofagasta y el Bolívar. Antes, había estado en el CNI, de Perú; el Celta B y el Alavés, en España; Douglas Haig y Guillermo Brown, en Argentina; y el Aurora, también en Bolivia.
En el Bolívar alcanzó dos títulos nacionales en 2017, aunque el grueso de su palmarés lo forjó en la escuadra cruzada. En la UC sumó cuatro títulos nacionales (el tetracampeonato entre 2018 y 2021) y dos Supercopa (2019 y 2020).
Por lo pronto, las señales apuntan a que se buscará un acuerdo para que parta. De hecho, no será citado ante Curicó Unido, aunque se precisa que su traspaso no está cerrado. Será el club estudiantil el que ponga las condiciones.
De hecho, en la precordillera enfatizan que el caso es muy distinto a lo que le sucedió a Colo Colo en los casos de Gabriel Suazo, Luciano Arriagada y Joan Cruz, quienes partieron del Cacique sin que los albos percibieran utilidades. Ese aspecto es clave para determinar si el golero, finalmente, terminará haciendo las maletas.