Lionel Messi tuvo un amargo debut en la Liga de Campeones con la camiseta del PSG. El argentino no pudo conducir al triunfo a su nuevo equipo, que apenas rescató un empate en su visita al Brujas de Bélgica. El delantero se fue hasta con tarjeta amarilla.

La expectativa era muy alta, sobre todo, después de que Mauricio Pochettino confirmó la formación de los franceses. Por primera vez, el cuadro parisino luciría a su temible tridente de ataque: Messi, Neymar y Kilyan Mbappé.

Sin embargo, no contaban con Hans Vanaken, capitán del dueño de casa, ni con la joven promesa Charles de Keteleare, quienes asumieron el protagonismo en los primeros minutos e hicieron ver muy mal a la defensa liderada por el brasileño Marquinhos.

Pese a eso, fue la visita la que se puso en ventaja gracias al gol de Ander Herrera, quien aprovechó un centro preciso de Mbappé, quien con su habilidad y jerarquía sacó un preciso pase desde el costado izquierdo para que el español apareciera en el centro del área (15′).

El Brujas sintió el golpe y perdió el control del balón por algunos minutos, que fueron los mejores de Messi, quien estrelló un gran zurdazo en el travesaño que pudo ser el 0-2. No obstante, el local se recuperó rápido. A los 27′, Vanaken igualó las cifras, tras aprovechar un buen centro de Eduard Sobol y así vencer a Keylor Navas. El resultado era merecido.

En el segundo lapso, el PSG no mejoró ni siquiera con los ingresos de Danilo y Julian Draxler, por los bajísimos Leandro Paredes y Georginio Wijnaldum. Para colmo, a los 51′, Mbappé, el más punzante del ataque, se retiró por lesión. Y, por si fuera poco, Messi fue amonestado a los 72′, por un pisotón contra Mats Rits. en la mitad de la cancha.

Las mejores ocasiones fueron para los dueños de casa, que mostraron un gran funcionamiento colectivo, a diferencia de los de Pochettino, pese a su millonaria plantilla repleta de estrellas. Sin embargo, los belgas no pudieron vulnerar nuevamente al arquero costarricense.

Al final, un 1-1 que deja con un muy mal sabor a la escuadra francesa, que fue la principal protagonista del mercado de fichajes tras la bombástica contratación de Messi, con un solo objetivo: ganar la Champions League por primera vez en su historia.