Lo que faltaba: al final los positivos de Defensa y Justicia eran falsos
El zarandeo de la gran cita sudamericana de Coquimbo se debió a un error. Los tres contagiados que iniciaron el lío están a disposición del elenco argentino. Las PCR invalidaron el primer dictamen.
Una nueva noticia remece la víspera de la semifinal de ida de la Copa Sudamericana. El Coquimbo Unido-Defensa y Justicia se jugará hoy en Asunción, por decisión de la Conmebol, luego de que la Seremi de Salud prohibiera al cuadro argentino presentarse a jugar en Santiago por el contagio de Covid de tres jugadores y declarar a la delegación completa como “contacto estrecho”. Pues bien, el resultado de las segundas PCR de los afectados, tomadas en Chile, dio negativo. Fueron falsos positivos.
El club argentino denuncia que Washington Camacho, Francisco Pizzini y Rafael Delgado ya se sometieron a un test de antígenos y los resultados habían sido negativos. Ahora, en la antesala del duelo en Paraguay, llegó el dictamen de los segundos PCR, con el resultado contrario. Los futbolistas salieron ayer de Chile rumbo a Paraguay, donde quedaron a disposición de DyJ para el duelo hoy. “Nos hicieron pasar un mal rato”, afirmó el presidente, José Lemme, a La Tercera, al confirmar la información
Su hijo Diego, presidente de la comisión de fútbol del Halcón, ratificó el resultado. “La información es correcta”, sostuvo, momentos antes de subir al avión que lo trasladaría con la delegación a la capital guaraní para disputar la ida de las semifinales de la Copa Sudamericana.
Dice Lemme que la situación deja en un mal pie a Chile frente a la Conmebol, organismo que ya avanzó que la localía de los equipos chilenos en torneos internacionales durante 2021 corre peligro. Pese al protocolo aprobado en agosto por el gobierno, la ANFP y la Confederación Sudamericana, que implicaba una burbuja sanitaria, las autoridades nacionales no permitieron la salida del hotel a DyJ, el día del partido ante Coquimbo.
Este episodio pone en una posición muy incómoda a la ANFP, cuyo presidente, Pablo Milad, se encuentra en Paraguay junto a Coquimbo.
Entre el mareo y la ilusión
Ajeno a esto, el plantel pirata prepara uno de los encuentros más importantes de su historia en el calor asunceño.
“No saco nada con decir qué cambió. Yo pienso en rendir mañana (hoy). Hemos entrenado todos los días. Hoy partimos a las 8 de la mañana. A las 7 estábamos en pie. Para mí es más importante lo que vamos a jugar que todo lo que ha pasado”, dice J.J. Ribera.
“Que nos saquen de Coquimbo ya no tiene nada que ver. Es lógico, todo el mundo lo piensa. De ahí en más, tenemos que prepararnos y jugar donde sea. Es una semifinal. Lo único que me compete es preparar al equipo para jugar. Cambia la cancha, la temperatura, la humedad, pero hay que adaptarse”, insiste.
Hay, eso sí, una sensación de perjuicio. “Prefiero pensar que no hubo mala intención, pero a todos nos pareció extraño lo que pasó. Que nos cambiaran de sede sobre la marcha. Estábamos en Coquimbo y tuvimos que viajar en la tarde a Santiago. Y que después no se jugara, es más raro todavía”, dice Juan Carlos Espinoza.
Coquimbo apuesta en grande. Si pasa a la final se embolsará US$ 2 millones, pero hasta que eso pase la molestia invade a la dirigencia que encabeza Jorge Contador. Entre el improvisado periplo que comprendió salir de Coquimbo y viajar a Santiago para el partido que no se jugó, volver a la Cuarta Región y luego, otra vez, volar a la capital para, desde ahí, desplazarse hacia Paraguay, la delegación recorrió 3.526 kilómetros. Todos en chárter. El desglose considera que solo por el cambio de sede desde Coquimbo a Santiago se gastaron US$ 280 mil entre vuelo y alojamiento. A ese costo hay que sumar otros US$ 420 mil, considerando desplazamiento y estadía hasta el retorno a casa.
El equipo nortino permanecerá en Paraguay y desde ese país se trasladará a Argentina para la revancha. ¿Quién paga? “No hay una resolución al respecto aún. Pero entendemos que ante una eventual imposición es la Conmebol la que tiene que asumir todos esos costos”, comentaba Contador, en La Tercera.
“Nos transformamos en el jamón del sándwich entre el gobierno y la Conmebol y, después, entre la Conmebol y la ANFP”, sentencian.
Nada de eso saca del foco a los piratas. “Más que afectarnos, fue una cuestión incómoda. Lo que más queremos es jugar esta llave y pasarla. Nadie lo veía venir. Esperábamos una llave normal, por así decirlo, con partidos en Coquimbo y en Argentina. Y tuvimos que cambiar. No importa”, dice Espinoza.
Ni siquiera hay ganas de pasarle la cuenta a Defensa y Justicia. “La motivación es estar en semis. Una motivación más grande que esa no hay. Nos vamos a jugar la vida. No hay rabia con ellos”, concluye.
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