El llamado de alerta lo hizo ayer el propio Ariel Holan, una vez consumada la igualdad como local ante Everton de Viña del Mar: “Dejar puntos no es bueno (...) Llevamos casi un año en la punta y hemos perdido muchos puntos, los demás también. Ya estamos en la fase final y el que cometa menos errores se va a llevar el campeonato”.
Y es que, justamente, el DT argentino de Universidad Católica ve con preocupación cómo a su equipo se le han escapado muchísimos puntos en las últimas fechas. La ventaja que en algún momento pareció insalvable para los rivales, hoy está al alcance de la mano de Unión La Calera, al punto de que los cementeros hoy dependen de sí mismos para gritar campeón.
Si ganan su duelo pendiente, los caleranos quedan a una unidad de la UC y aún tienen que jugar con ellos. Eso sí, el equipo de Vojvoda hasta aquí no ha sabido aprovechar cada una de las oportunidades que ha tenido.
“La verdad es que desde el 20 de septiembre que no tenemos una semana normal de entrenamiento”, intentó justificar ayer también Holan.
Una nueva chance se le abrió por una evidente merma en el rendimiento de la Católica, que entre el desgaste, los lesionados y el apretado calendario solo ha ganado dos (Huachipato e Iquique) de los últimos nueve partidos. Los otros siete los empató (los últimos tres de manera consecutiva).
Esto se traduce en que de los últimos 27 puntos en disputa, el equipo de Las Condes consiguió 13, menos de la mitad, con un 48% de rendimiento, lejos de sus mejores épocas.
El elenco universitario dejó escapar puntos con Colo Colo, la U, Audax Italiano, Santiago Wanderers, Curicó Unido, Unión Española y los viñamarinos. De esos, seguramente duelen más los que fueron en casa, ante albos, porteños, curicanos y ruleteros.
De local cuesta más
La Universidad Católica logró 29 puntos en los 12 primeros encuentros de la primera rueda. En cambio, en la segunda parte ha obtenido solamente 19 unidades en la misma cantidad de compromisos disputados en el campeonato nacional.
La baja también es en los goles convertidos. En el mismo ciclo de 12 partidos en ambas ruedas, su eficacia ofensiva disminuyó, respectivamente, de 2,3 a 1,5 goles por encuentro.
En San Carlos, de hecho, ha habido menos abrazos. Porque en la primera mitad del campeonato la UC obtuvo seis triunfos en ocho partidos jugados, periodo en el que registró un 79,2% de rendimiento con 19 de 24 unidades posibles, mientras que en lo que va de la segunda parte del torneo ha ganado solo tres de siete cotejos y su rendimiento bajó en la precordillera a un 61,9%, con 13 de 21 puntos obtenidos.
El de anoche, contra los Oro y Cielo, fue otro partido donde se le arrancaron unidades a la UC. En la precordillera ruegan, eso sí, que al final del torneo esta curva descendente en el rendimiento que les ha provocado perder 14 puntos en los últimos nueve partidos, no les signifique también dejar escapar el sueño del tricampeonato.