Hace mucho tiempo que Chile no dejaba una tan grata impresión en la Copa Sudamericana. El torneo recién empieza, sí, pero el país aún mantiene vivo a todos sus exponentes, algo que solo había conseguido una vez desde que puede clasificar a cuatro participantes.
Fue en 2012 (el certamen arrancó en 2002 con apenas dos equipos por país que se eliminaban entre sí en primera ronda) cuando la Conmebol decidió ampliar la competición a más elencos y permitió que países como Chile fueran representados por cuatro equipos (aunque ese año los elencos nacionales fueron cinco, porque la U ganó un cupo extra al ser el campeón defensor). Ese año, la UC, Cobreloa, O’Higgins, Iquique y los azules jugaron la Copa. Solo loínos y cruzados pasaron de la primera fase y el Romántico Viajero entró en octavos de final.
En 2013 vendría el mejor arranque chileno. Y desde ahí tuvieron que pasar, siete años hasta la presente edición, para repetir algo igual. Ese año, coincidentemente, fueron los tres grandes de Chile además de Cobreloa los representantes y la historia fue así: los zorros del desierto dieron cuenta de Peñarol, la U hizo lo propio con Real Potosí, Colo Colo dejó en el camino a El Tanque Sisley de Uruguay, mientras que la UC eliminó a Cerro Porteño.
Ya en segunda fase solo las universidades lograron seguir avanzando (la U botó a Independiente del Valle y los cruzados a Emelec), mientras que el Cacique se fue a manos de Deportivo Pasto y el cuadro naranja fue vencido por La Equidad, ambos de Colombia.
La historia dice que de ahí en adelante, nunca más los equipos chilenos pudieron avanzar todos de la primera fase. Es más: hay eliminaciones sorpresivas en esa ronda, como las de la UC por River Plate de Uruguay en 2014, los mismos cruzados por Real Potosí en 2016, O’Higgins por Fuerza Amarilla en 2017, Unión Española por Sport Huancayo en 2018 y Colo Colo por Universidad Católica de Ecuador en 2019.
Tuvo que llegar 2020 para que los nacionales volvieran a tener un 100% de efectividad en primera ronda: Coquimbo dejó en el camino a Aragua de Venezuela, Huachipato a Deportivo Pasto de Colombia, Audax Italiano a Cusco de Perú y Unión La Calera al poderoso Fluminense, en quizás una de las llaves más disparejas de toda la primera rueda. El mérito es doble.
Más atrás en el tiempo, la Copa clasificaba a menos elencos por país y ahí en 2011 la U eliminó a Fénix y la UC a Bella Vista (ambos de Uruguay) en primera fase, mientras que Iquique, que entró en la segunda, fue eliminado por los propios cruzados.
En 2009 fue el otro arranque positivo, cuando los únicos dos chilenos que jugaban el torneo lograron avanzar de la primera ronda, ambos ante equipos colombianos: la U eliminó a Deportivo Cali y Unión Española a La Equidad.