Con un gol de Giovani Lo Celso al 85′, el Betis de Manuel Pellegrini selló una trabajada victoria ante Espanyol y volvió a la senda del triunfo, luego de dos magras jornadas previas. Eso sí, los andaluces tuvieron que sufrir en demasía para lograr los tres puntos, principalmente después de haber fallado un lanzamiento penal que desató la ira del entrenador chileno. En España, el enfado del Ingeniero generó repercusiones.
No respetaron sus órdenes
Corría el minuto 43 cuando Abde Ezzalzouli se metió en el área del cuadro Perico y recibió una falta que derivó en la sanción de un lanzamiento penal. El marroquí, que solo contaba con un gol en siete jornadas de la presente temporada, quiso tomar el cobro para deshacerse de todos los fantasmas que lo rodeaban.
La decisión rápidamente generó dudas. ¿Por qué? Porque Giovani Lo Celso es el designado por el DT chileno para estas instancias. Sin embargo, el argentino tuvo que ceder ante el deseo del surgido en la cantera del Barcelona, quien insistía con agarrar el balón para cortar con su sequía goleadora. Así, como un castigo a su porfía, el africano terminó errando el penal, luego de un deficiente remate que el guardameta Joan García contuvo con su mano izquierda.
El fallo provocó la furia total de Manuel Pellegrini quien, como pocas veces, se salió de sus casillas. Y a pesar de que los béticos terminarían consiguiendo la victoria sobre el final, el enojo del adiestrador nacional se hizo eco en España. En Info RBB, sitio partidario del club verdiblanco, comentaron la situación. “El técnico chileno se ha mostrado muy enfadado por la decisión de sus jugadores y haber desaprovechado la oportunidad de abrir el marcador”, señalan.
A su vez, en el citado medio afirmaron que lo de Abde fue un acto de rebeldía en el que se pasaron por alto las órdenes expresas del exentrenador del Real Madrid. “Los jugadores ‘pasaron’ de Pellegrini en la decisión del penalti”, sentencia en la publicación.
“Una situación que ha dejado un tremendo enfado en Manuel Pellegrini, que antes del lanzamiento le dijo a sus jugadores que lanzara Lo Celso el penalti. Finalmente, el lanzador fue Abde, que erró el lanzamiento”, asegura el mencionado sitio.
En esa misma línea, al término del compromiso, Pellegrini también tuvo palabras para referirse al polémico actuar del marroquí y despejó todas las dudas en torno a la próxima vez que el Betis deba patear un penal. “Tiene poca explicación, mucho más con el momento que está pasando Lo Celso. Es el encargado de patearlo. Se lo quiso dejar a Abde. Tenga por seguro que esa situación no se volverá a repetir. En el descanso no hablamos nada sobre eso pero ya lo haremos durante la semana”, agrega.
Mientras que el medio especializado El Desmarque tituló: “La historia en el Betis se vuelve a repetir: Abde lanza, falla y Pellegrini explota”. Luego, hizo énfasis en que esta misma acción ya ocurrió la temporada pasada, lo que explica aún más el tremendo enojo del Ingeniero. “La historia se vuelve a repetir en el Real Betis. Ez Abde, futbolista verdiblanco, como hiciese el pasado año ante la Real Sociedad, tomó la iniciativa para lanzar desde los once metros sin ser el especialista, falló... y provocó un enfado increíble de Manuel Pellegrini”, apuntan.
Y prosiguen con las críticas hacia el africano, que tal como le ocurrió ante los vascos, perdió el penal una vez más, pese a que no era el designado para patearlo. “El atacante marroquí, parece, lo había olvidado y este domingo, aunque Lo Celso, el especialista, estaba sobre el césped, pidió el balón y no dudó. Lo puso en el punto de penalti, miró al arco... y volvió a fallar. La reacción de Manuel Pellegrini fue inmediata. El técnico chileno llamó a Héctor Bellerín, el capitán ante el Espanyol, y no dudó en recriminarle que permitiese que Ez Abde chutase sin ser el especialista”, cuenta la publicación.
Según El Desmarque, Abde acusó el golpe y le pidió perdón a los hinchas que repletaron el Benito Villamarín. “El futbolista, que sabía que había cometido otra vez el mismo error, se marchaba lamentándose al vestuario, con todo el público pendiente de él, un público que, sin embargo, no dudó en despedirle con una sonora ovación. El marroquí, con cara de pocos amigos, andaba lentamente hasta el túnel de vestuarios pidiendo perdón con sus manos, sabiendo, posiblemente, que le tocaría escuchar a su entrenador en el vestuario”, concluye el citado artículo.