Los pecados que tienen a la UC al borde de un nuevo fracaso internacional
El bajo rendimiento de referentes como Aued y la dependencia de Fuenzalida son algunas de las razones que explican la crítica realidad del bicampeón chileno en la Copa Libertadores.
Domina con comodidad en el fútbol local, pero sucumbe con fealdad a nivel internacional. Es el caso de Universidad Católica. El bicampeón chileno, que parece ser solo un equipo más cuando compite con los de afuera, sumó ayer su segunda derrota consecutiva en la Copa Libertadores 2020. Fue goleado en Porto Alegre por Inter y anoche cayó de forma inapelable ante un ordenado y fuerte América de Cali, en San Carlos de Apoquindo.
Los cruzados están al borde de un nuevo fracaso en el máximo torneo de clubes del continente. Y eso que apenas se han jugado dos fechas. Tiempo suficiente, en todo caso, para dejar al descubierto los pecados cometidos.
El bajo rendimiento de Aued
Desde que llegó e 2017, el argentino Luciano Aued ha sido uno de los mejores jugadores del fútbol nacional. Sin embargo, no ha logrado repetir ese rendimiento ante equipos extranjeros. El volante ya no tiene la intensidad que se necesita para imponerse ante equipos tan duros como Gremio, Inter o América. Le cuesta seguir el ritmo de partidos intensos y cada vez sucumbe más fácil a la marca.
Las dudas de Dituro
Matias Dituro es otro que se ha visto bajo. Ariel Holan quiere que la UC salga con el balón jugado desde el área misma y al arquero le ha costado llevarlo a la práctica. De hecho, cometió un error garrafal en Brasil, que significó el 2-0 de Inter. Sin embargo, su desempeño con los guantes seguía siendo sobresaliente. Hasta anoche, cuando una débil tapada le dejó la pelota servida a Duván Vergara para el 0-1 parcial.
César Pinares y Edson Puch son otros apuntados. Los hinchas esperan mucho más de ambos jugadores, fundamentales en la obtención del título 2019. No han podido llevar al plano internacional lo que vienen realizando a nivel local, donde son desequilibrantes la mayoría de las veces.
Chapa dependencia
El capitán de la UC es irreemplazable. El equipo siente mucho la ausencia de José Pedro Fuenzalida, quien juega de lateral o de mediapunta sin ningún problema. Ayer, él sector derecho fue lo más débil de Católica. Sus relevos fueron Raimundo Rebolledo y César Munder, quienes tuvieron muchos problemas. De hecho, el cubano solo hizo que el público extrañara más a Chapadios. Un balón perdido por él propició la contra que terminó con el 1-2 a favor de los diablos rojos. Sin el 19 la UC pierde solidez en la defensa y profundidad en el ataque.
Las lesiones
Gastón Lezcano podría haber sido una buena alternativa para ingresar por Fuenzalida, pero estaba lesionado, al igual que el Chapa. Ambos se suman al otra vez desgarrado Ignacio Saavedra. Tres jugadores que pudieron cambiarle el destino al bicampeón chileno ayer ante los colombianos.
Incluso, la lesión de Germán Lanaro durante la pretemporada también le salió cara a la UC, porque el ex Palestino habría sido un buen reemplazante del suspendido Valber Huerta, ya que Tomás Asta-Buruaga recién lleva tres meses en el club y aún se está adaptando. Y eso se notó tanto en Brasil, ante el Colorado, como anoche frente al América.
Cambios de DT
Que la UC cambie de técnico todos los años ha influido en su rendimiento copero. Los cruzados llegaron a sus últimas dos Libertadores con un entrenador diferente al que los clasificó. En 2018, el campeón local fue Beñat San José, pero el que dirigió en la máxima cita continental fue Gustavo Quinteros tras la renuncia del español; mientras que en 2019 el campeón fue a Quinteros, pero quien está dirigiendo en la Copa es Ariel Holan.
El argentino lleva apenas tres meses en la precordillera, donde ha mostrado algo de lo que intenta plasmar en el equipo. A nivel local ya se ven resultados positivos: los de la franja son líderes y están invictos, incluyendo un clásico ante Colo Colo en el bolsillo. No obstante, a nivel internacional no ocurre lo mismo.
Tanto Holan como el plantel aún están en proceso de conocimiento el uno del otro. Y lo mismo le pasó a Quinteros y al grupo el año pasado. Es decir, la UC no ha podido presentar en la Libertadores el sistema de juego ni el funcionamiento que la llevaron, precisamente, a clasificarse al certamen, debido al constante cambio de técnicos.
Sin duda, existen otros factores que complican la competitividad en el ámbito copero. Por ejemplo, el nivel de la liga chilena, considerada la peor de Sudamérica por la IFFHS, dista mucho de la que ostenta la Libertadores.
La propia UC, a través de su gerente deportivo José Maria Buljubasich, intentó explicar su fracaso internacional en el fairplay financiero. “Chile debe ser de los pocos países que compite con los sueldos al día”, dijo el Tati en entrevista con La Tercera, en diciembre pasado.
Por otro lado, en San Carlos reconocen que los tres meses sin competencias oficiales, producto del estallido social y la posterior suspensión del torneo, afectó bastante a los jugadores, sobre todo en cuanto a ritmo futbolístico, a diferencia de sus rivales coperos.
La UC está ad portas de vivir una eliminación temprana y dolorosa en la Copa Libertadores. La deuda internacional seguirá impaga, aunque el crédito a nivel local sea amplio y generoso.
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